Durante los días de vela, los deudos cuentan anécdotas y leyendas acerca de apariciones de fantasmas y sustos.
Panteones de Xochimilco, legendarias tradiciones
Xochimilco, territorio del sureste de la Ciudad de México en el que se conjugan las tradiciones, mitos, y leyendas con la realidad. Dentro de ella existen monumentos y lugares que se han convertido en espectadores taciturnos del transcurrir de la vida y muerte de los habitantes de Xochimilco.
Durante los primeros días de octubre, canales y calles de los pueblos y colonias de la localidad se tiñen de naranja y amarillo con la aparición de las flores de cempasúchil que anuncian el inicio de la temporada de muertos.
Tiempo en el que los 16 cementerios vecinales, ubicados en los pueblos del territorio xochimilca; así como el Panteón Xilotepec, que da servicio a toda la alcaldía; se preparan para recibir a poco más de 100 mil visitantes que desde las madrugadas de los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre acuden a velar a sus difuntos con cirios, inciensos, flores, comida; cuando los restos mortales son de niños les ponen globos, dulces y sus juguetes favoritos.
Xilotepec, es el segundo camposanto más visitado de la Ciudad, cada 10 de mayo, día del padre, día de muertos o del niño llegan hasta sus puertas aproximadamente 60 mil visitantes. Durante los días de vela, los deudos cuentan anécdotas y leyendas acerca de apariciones de fantasmas y sustos.
Entre las personalidades distinguidas que se encuentran enterrados en él, son el poeta Fernando Celada, Francisco Goitia, pintor zacatecano que trabajó en beneficio de la cultura y los monumentos históricos de Xochimilco, José Farias Galindo, fundador del Archivo Histórico de la demarcación, Rodolfo Cordero, cronista de Xochimilco, entre otros.
Para brindar las comodidades necesarias a los visitantes de todos los panteones, personal de las Dirección General de Servicios Urbanos, realiza jornadas de limpieza durante todo el año. Además, en las temporadas de mayor afluencia, el gobierno de la alcaldía monta un operativo que brinda servicios médicos, seguridad pública y apoyo para evitar problemas viales.
Actualmente, el Reglamento de Cementerios de la Ciudad de México, solamente permite la permanencia de los difuntos sea de siete años, después de ese lapso de tiempo, el cuerpo será exhumado, para esperar a que alguien lo reclame y ser incinerado; de lo contario los restos se van a la fosa común.
Para evitar esta situación, en Xochimilco, se realizan censos para detectar las fosas reutilizables, las que tienen el plazo por vencerse, y las tumbas que están abandonadas.
v’¿De esta manera, los habitantes de Xochimilco conservan sus tradiciones y costumbres que dan identidad y fortalecen sus raíces.