Casi 9% de los encuestados por GlobeScan declararon que ellos o alguien que conocen habían comprado productos de vida silvestre en los últimos 12 meses en un mercado de vida silvestre
Piden a Sudeste Asiático cierre de mercados de especies silvestres
Mientras el mundo lucha contra la peor emergencia de salud pública de los últimos años, más del 90% de las personas que participaron en una encuesta en el Sudeste Asiático y Hong Kong manifestaron su apoyo al cierre de mercados de especies silvestres ilegales y no reguladas, según una investigación de WWF dada a conocer en este Día Mundial de la Salud.
El reciente brote del COVID-19 ha puesto el foco en las enfermedades zoonóticas, aquellas transmitidas de animales a humanos, y los mercados de vida silvestre.
Una encuesta, realizada en marzo pasado con 5,000 participantes de la RAE de Hong Kong, Japón, Myanmar, Tailandia y Vietnam, encontró que el 82 % de los entrevistados están extremadamente o muy preocupados por el brote, y el 93 % de los consultados en el sudeste de Asia y Hong Kong apoyan la acción de sus gobiernos para eliminar los mercados ilegales y no regulados.
Aún quedan preguntas no resueltas sobre los orígenes exactos del COVID-19, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que es una enfermedad de origen zoonótico, lo que significa que el virus causante de esta enfermedad saltó de un animal a los humanos. El gobierno de China anunció el pasado 24 de febrero una prohibición integral del consumo de animales silvestres.
La encuesta de WWF revela que los ciudadanos apoyan acciones similares de otros gobiernos de la región. Esta fue la primera encuesta de opinión pública sobre la conexión entre COVID-19 y el comercio de vida silvestre realizada en Asia.
«China ha dado grandes pasos con la prohibición de la caza, el comercio, el transporte y el consumo de animales silvestres, y Vietnam está trabajando en directivas similares», dijo Christy Williams, Director Regional del Programa Asia Pacífico de WWF.
«Otros gobiernos asiáticos necesitan seguir el ejemplo y cerrar sus mercados de vida silvestre de alto riesgo para poner fin a este comercio de una vez, con el objetivo de salvar vidas humanas y ayudar a prevenir la repetición de la crisis social y económica que se vive hoy en todo el mundo».
Casi 9% de los encuestados por GlobeScan declararon que ellos o alguien que conocen habían comprado productos de vida silvestre en los últimos 12 meses en un mercado de vida silvestre, y un 84% señaló que es poco probable o muy poco probable que compre productos de vida silvestre en el futuro.
“El público de Asia ha hablado: aquellos que viven en países donde los mercados de vida silvestre son más prevalentes exigen que se reduzca el consumo de estas especies y que se elimine su comercio ilegal y no regulado. La gente está profundamente preocupada y apoyaría las decisiones de gobiernos para prevenir posibles futuras crisis sanitarias mundiales originadas en los mercados de vida silvestre», afirmó Marco Lambertini, Director General de WWF Internacional.
«Es hora de encajar las piezas entre ese tipo de comercio, la degradación ambiental y los riesgos para la salud humana. Tomar acción ahora para los humanos, así como para las muchas especies de vida silvestre amenazadas por el consumo y el comercio, es crucial para nuestra sobrevivencia».
La OMS ha informado que la pandemia actual de COVID-19, junto con por lo menos un 61 % de todos los patógenos humanos, son de origen zoonótico: el comercio de vida silvestre es un riesgo agravante en la propagación de zoonosis. Otras epidemias recientes, incluidos el SARS, el MERS y el ébola, también se originan de virus que se transmiten de los animales a las personas.
El comercio insostenible de vida silvestre es la segunda mayor amenaza directa a la biodiversidad a nivel mundial, después de la destrucción del hábitat. Las poblaciones de especies de vertebrados en el mundo disminuyeron en un promedio 60 % desde 1970, y un informe de 2019 de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia-Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES) concluyó que un promedio del 25% de las especies globales están actualmente en peligro de extinción.