Con la participación de la Dirección General de Planeación Urbana del Estado de México, a casi un año de la firma del convenio de colaboración, representantes del proyecto Coaliciones Urbanas Transformadoras en Naucalpan presentaron a la presidenta de este municipio, Angélica Moya Marín, una actualización del proceso de co-creación que se ha realizado en el municipio, el cual derivará en la implementación de cuatro actividades demostrativas relacionadas con la mejora de espacios públicos, de entornos peatonales seguros, de la infraestructura del transporte público y del manejo de residuos sólidos urbanos.

Este proyecto es parte de la Iniciativa Climática Internacional (IKI) del Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima (BMWK) del Gobierno Federal Alemán, y se implementa en dos ciudades mexicanas, Naucalpan y León, con el apoyo técnico del Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por sus siglas en inglés), una organización técnica global que desarrolla soluciones prácticas para mejorar la calidad de vida de las personas y proteger el medio ambiente.

Dentro del polígono de transformación definido colectivamente para el proyecto se busca implementar estrategias de aprovechamiento climático y ambiental, movilidad urbana sostenible y gestión integral de residuos sólidos que reduzcan las emisiones y las desigualdades sociales, todo ello en beneficio de toda la población de Naucalpan.

El proyecto busca desarrollar nuevos modelos de gobernanza participativa mediante la instalación de Laboratorios Urbanos en las que ciudades en las que trabaja: México: Naucalpan y León; Brasil: Recife y Teresina; Argentina, Buenos Aires.

Entre abril de 2022 y mayo de 2023, en las ciudades de León, en Guanajuato, y de Naucalpan, en el Estado de México, se desarrollaron nueve sesiones de los Laboratorios Urbanos, que han demostrado ser un espacio de intercambio, participación y compromiso de diferentes actores que identifican en conjunto soluciones a desafíos urbanos complejos.

Carina Arvizu Machado, Directora de Ciudades para México y Colombia, explicó que los miembros del Laboratorio Urbano de Naucalpan representan una red de apoyo para el sostenimiento y continuidad de las TUC, además generan conocimiento y conciencia sobre los retos en materia de justicia climática que enfrenta el municipio.

“Probar un modelo de parada de transporte público; restaurar un espacio público degradado incorporando criterios de infraestructura verde; intervenir un espacio público y su entorno peatonal; y realizar una jornada de separación, reutilización y valoración de residuos sólidos son las cuatro actividades demostrativas que gestionan miembros del Laboratorio Urbano”, afirmó

Por su parte, Mariana Campos, gerente de proyecto de desarrollo urbano enfocado en transformaciones urbanas y descarbonización, aseguró que con la gestión de estas cuatro actividades demostrativas de rápida implementación, temporales y de bajo costo, los miembros del Laboratorio Urbano buscan contribuir en la atención de los retos en materia de justicia climática que enfrenta el municipio.

Estas cuatro actividades demostrativas permitirán probar, ajustar, medir, evaluar, comunicar beneficios, cambiar percepciones, involucrar a más actores, escalar y replicar acciones de transformación en otras ciudades de México y Latinoamérica como Brasil y Argentina donde trabaja TUC.

Actualmente, los laboratorios de cada ciudad trabajan en la implementación de las actividades demostrativas, actividades de experimentación, rápida implementación y bajo costo para probar soluciones hacia la descarbonización y la justicia social.

Este proyecto busca enfrentar los mayores riesgos que provoca el cambio climático en las ciudades, que generan el 75% de las emisiones globales de CO2, pues se estima que hoy más de la mitad de la población mundial vive ya en ciudades, y que para 2030 esa cifra llegará al 60%.

La población urbana, según el Grupo Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), padece riesgos como la disminución de la biodiversidad y el aumento de la inseguridad alimentaria, el empeoramiento de la contaminación atmosférica urbana, y el aumento de los efectos de las islas de calor urbanas.

Asimismo, más de mil millones de personas viven en barrios marginados y asentamientos informales, lo que les expone a varios tipos de vulnerabilidades, tales como deslaves, inundaciones y enfermedades transmitidas por vectores.