El presidente de la Asociación Civil, Amocali, Campo Limpio, Ing. Matías Correch, dijo que es muy importante que el país tenga un marco legal robusto que haga obligatoria la participación en el manejo adecuado y disposición final  de los envases de agroquímicos que se utilizan en el campo, para fortalecer la protección a la salud y al medio ambiente, como sucede en otros países, como Brasil, que llega a disponer de hasta 90% de los envases utilizados, contra solo el 42% que se alcanza en México.

Amocali es una Asociación Civil sin fines de lucro creada en 2010, por los fabricantes de productos para la protección de cultivos, con el objetivo de dar una correcta disposición a los envases vacíos de agroquímicos que genera la actividad agrícola y de control de plagas urbanas. Actualmente la integran 48 fabricantes y formuladores de estos productos (de un universo de 200) y 30 distribuidores comerciales a nivel nacional (de un universo de 2,000) y se rige bajo un Plan de Manejo registrado ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat.

El presidente de Amocali precisó que en México se generan 8 mil 500 toneladas de envases de productos fitosanitarios y se recolectan 3 mil 600, por la iniciativa de sus socios que están representadas por la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, UMFFAAC y por Protección de Cultivos, Ciencia y Tecnología, PROCCYT.

El Ing. Correch dijo también que “la industria de protección de cultivos invierte alrededor de 40 millones de pesos en todo el proceso de recolección, clasificación, procesamiento y distribución a su destino final de los envases -tanto de aportantes como de no aportantes a nuestro Plan de Manejo- que se reciben en los centros de acopio temporal, CAT” y que ya llegan a 70 con el recién inaugurado en el municipio de Juventino Rosas, el único en el estado de Guanajuato.

El Presidente de Amocali, enfatizó que “para fomentar la recuperación de envases vacíos en nuestro país es indispensable la participación de todos los actores de la cadena de generación, el establecimiento de la normatividad ambiental mexicana necesaria, como es el caso de la publicación de la NOM-160-SEMARNAT-2011, que sea requisito indispensable para solicitar un Registro Sanitario Coordinado (RSCO) el presentar un Plan de Manejo para dichos residuos y la construcción de mayor infraestructura de acopio”.

Por su parte, el Director General de Amocali, Campo Limpio, Ing. Víctor Manuel Celaya del Toro, dijo que, con el nuevo centro de acopio en el municipio de Juventino Rosas, se refleja la cooperación y el trabajo conjunto entre la industria y el sector público, a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, SENASICA, dependiente de la Secretaría de Agricultura del Gobierno Federal, porque se comparte el compromiso de fomentar la sustentabilidad ambiental, la inocuidad agrícola y el cuidado de la salud de la población rural del país. 

El nuevo centro de acopio temporal, operado como HUB en Juventino Rosas, permitirá aumentar la recolección de 300 a 650 toneladas al año para el propio estado de Guanajuato y hacer más eficiente las conexiones de carga, así como la movilización de envases para los Centros de Acopio del resto del país. En la inauguración estuvieron presentes el presidente municipal de Juventino Rosas, Ing. Fernando Gasca Almanza, quien fue reconocido por otorgar las facilidades para la operación del nuevo centro, el Arq. Rodolfo Ponce Avila, Subsecretario para el Desarrollo y Competitividad Agroalimentaria, en representación del Gobernador Sinhue Rodríguez Vallejo, el Ing. René Chaurand Ruiz, Gerente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Guanajuato y el Ing. Venicio Barona Ibarra, representante de SENASICA en el estado de Guanajuato. Con la ampliación de los centros de acopio temporal que garantizan el uso adecuado de los envases de agroquímicos, la industria de protección de cultivos, las autoridades locales del estado de Guanajuato y el gobierno federal se comprometieron a seguir trabajando para mantener y fomentar las buenas prácticas en el uso y aplicaciones de productos fitosanitarios, pues estos productos son clave para el aumento de la productividad agrícola y su manejo requiere apegarse  a prácticas que garanticen la protección del medio ambiente y la salud de la población del medio rural