La Ciudad de México volvió a enfrentar un incremento crítico en el abandono de animales durante las celebraciones guadalupanas.

En las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe, el Operativo Perrito Peregrino 2025, coordinado por la Agencia de Atención Animal (AGATAN), confirmó la presencia de entre 200 y 300 perros en situación de vulnerabilidad, muchos de ellos abandonados por peregrinos al concluir su recorrido.

Asociaciones de protección animal como GEPDA, La Causa que Nos Une y Amor con Manos y Patitas advirtieron que la capacidad de respuesta está al límite. Con recursos escasos y refugios saturados, los grupos atienden emergencias inmediatas —deshidratación, lesiones, desnutrición— mientras enfrentan una presión logística creciente. El periodista Iván Aldama, de adn Noticias, documentó al menos 25 animales bajo resguardo independiente durante el operativo de este año.

Voluntarias y voluntarios coinciden en que el fenómeno de los “perritos peregrinos” expone una falla estructural: falta de responsabilidad en la tenencia, ausencia de políticas amplias de esterilización y presupuestos insuficientes. “Cada 12 de diciembre hay muchos abandonados. Estamos sobrepasadas; necesitamos espacios y atención veterinaria”, alertó Lili, voluntaria de Huellitas Amor.

Las organizaciones —entre ellas GEPDA, La Causa que Nos Une y Amor con Manos y Patitas— hicieron un llamado a fortalecer la coordinación con autoridades para prevenir el abandono, ampliar refugios temporales y asegurar traslados y atención médica oportunos. También pidieron a los peregrinos no permitir que los perros los sigan sin supervisión y asumir medidas de prevención.

Durante la jornada, la unidad móvil de AGATAN brindó desparasitaciones y vacunas a más de 50 perros y resguardó a 11 en el Hospital Canino de la CDMX. Aun así, especialistas y rescatistas subrayan que el esfuerzo es insuficiente frente a un problema que se repite año con año. La titular de AGATAN, Ana Vilagrán, reiteró la necesidad de que las alcaldías destinen presupuesto etiquetado para esterilización y espacios de cuidado, y de trabajar en sinergia a lo largo de las rutas de peregrinación.

Rescatistas y veterinarios coinciden: cada animal abandonado durante las festividades refleja una crisis mayor. Sin políticas sostenidas, educación temprana en bienestar animal y corresponsabilidad social, el abandono seguirá normalizándose mientras los refugios —y quienes los sostienen— operan al límite.

Fotos: La causa que nos une