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Como lo ha hecho desde hace más de 15 años, el CEMDA estará presente en la COP30 para trabajar con aliados de todo el mundo en la lucha por la acción climática

Se esperan metas más ambiciosas en COP30

Hacia la Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático (CMNUCC)  que inicia este próximo 11 de noviembre en la ciudad de Belém, Brasil, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA) espera del Estado mexicano metas ambiciosas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, congruencia y eficacia en su implementación, así como acciones contundentes para hacer frente a la emergencia climática, con respeto irrestricto a la biodiversidad y los derechos humanos.

Se esperan metas más ambiciosas en COP30
Urgente que el gobierno abandone los proyectos de gas fósil como vía de desarrollo

Como lo ha hecho desde hace más de 15 años, el CEMDA estará presente en la COP30 para trabajar con aliados de todo el mundo en la lucha por la acción climática y en defensa del planeta.

Congruentes con nuestra misión de defender nuestro patrimonio natural y los derechos humanos, acudiremos a Brasil para empujar al gobierno mexicano a cumplir sus compromisos internacionales de mitigación de gases de efecto invernadero, suscritos en el Acuerdo de París, así como aquellos relacionados con la protección de las personas defensoras ambientales, como el Acuerdo de Escazú.

El CEMDA viajará a Brasil para seguir insistiendo en que México debe ser más ambicioso en sus compromisos, más transparente y honesto en sus anuncios y más congruente  en sus acciones. No sólo debe ofrecerse una Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) con mayores metas de mitigación de gases de efecto invernadero, sino que deben tomarse acciones efectivas para llevarlas a cabo. Para ello, debe plantearse una ruta de acción clara, con presupuestos suficientes y capacidades institucionales adecuadas.

Seguiremos visibilizando los impactos negativos del gas fósil.  El gobierno mexicano sigue promoviendo y planeando inversiones millonarias en torno a este combustible, por considerarlo una “fuente de transición”, sacrificando la salud de las personas que viven cerca de la infraestructura de petróleo y gas. 

Ello, además, sabotea los propios compromisos climáticos de México, porque este gas contiene altas concentraciones de metano (CH4), uno de los principales responsables de la emergencia climática, por su alto potencial de  calentamiento del planeta, 84 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2).

Esta cumbre debería ver un aumento en la ambición de las NDC que han presentado los países desde la firma del Acuerdo de París, hace diez años.  Se trata de los compromisos que cada nación ha asumido y que deberían ser cada vez más progresivos y exigentes en términos de alcance y resultados. 

En Belém debería no solamente decirse cómo se cumplirá lo que hasta ahora ha faltado, sino también qué más hará cada país para conseguir que la atmósfera no se caliente más de 1.5 grados centígrados. El enfoque, por tanto, no estará en esta ocasión en la negociación de estas metas, sino en la implementación de las mismas y en detonar un esfuerzo colectivo —“mutirão global” lo llamó el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago— para evitar un desastre climático.

Además, ésta se ha anunciado como la cumbre climática que contará con la mayor presencia de pueblos indígenas —se esperan unos tres mil representantes de pueblos originarios de Brasil y otros países—. Es por ello que desde CEMDA insistiremos en que el Estado mexicano implemente de manera inmediata en la legislación nacional el Acuerdo de Escazú, a fin de que se hagan respetar los derechos humanos y se castigue a quienes atacan a las personas defensoras ambientales.

La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha buscado  presentarse como líder en materia climática y ambiental y ha anunciado algunos de los temas que llevará a la COP30.  En primer término, repetirá la meta de que el 35% de la generación eléctrica sea con energías renovables en el año 2030. 

Es la misma meta establecida para 2024, por lo que esperamos que, esta vez, se tomen las acciones necesarias para alcanzarla. Por otro lado, ha presentado al programa Sembrando Vida como proyecto de reforestación y captura de carbono. El gobierno federal se compromete a apoyar a 400 mil agricultores con una inversión de dos mil millones de dólares al año para reforestar cerca de un millón de hectáreas.

A este respecto, el CEMDA ha insistido en que persiste el riesgo de que la mala implementación de este programa no alcance estos objetivos y, por el contrario, genere incentivos perversos que agraven la deforestación.

El gobierno mexicano ha anunciado también una inversión de cerca de diez mil millones de dólares en trenes de carga y pasajeros. Al respecto, en CEMDA hemos manifestado nuestra preocupación sobre los impactos ambientales que ha generado la construcción del Tren Maya y las violaciones a la legislación ambiental en las que se incurrió para llevarlo a cabo. 

Asimismo, hemos insistido desde el sexenio pasado en que los recursos asignados al Anexo 16 en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), deben orientarse a acciones que realmente contribuyan a mitigar las emisiones de gases efecto invernadero, y no dirigirse a obras como el Tren Maya o a proyectos de la Secretaría de la Defensa, como ha ocurrido en los últimos años.

Para combatir el cambio climático hacen falta acciones a todos los niveles y compromisos de todas las partes. Urge que los gobiernos de los países se tomen en serio el sufrimiento que las tragedias climáticas ocasionan a sus ciudadanos, el daño que ocasionan a las demás especies con las que compartimos la tierra y las posibilidades de solucionar una crisis que ya merma nuestras economías y lastima a millones de personas. En el CEMDA estaremos ahí para hacer nuestra parte. Esperamos del gobierno mexicano que esté a la altura de lo que la ocasión exige.