El 2 de febrero se cumplen 102 años del natalicio del artista plástico que forjó una trayectoria de casi seis décadas
Sensibilidad y disciplina rigieron la obra del pintor Luis Nishizawa
Recibió la Condecoración Imperial de Japón Tesoro Sagrado del Dragón y el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1996
Hijo de padre japonés, Kenji Nishizawa, y madre mexicana, María de Jesús Flores, el pintor Luis Nishizawa fue uno de los artistas más destacados del movimiento muralista mexicano. Nacido el 2 de febrero de 1918 en la Hacienda de San Mateo en Cuautitlán, Estado de México, forjó una trayectoria de amplio reconocimiento nacional e internacional que le mereció, entre otras distinciones, el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1996.
Pintor, dibujante, ceramista, vitralista, grabador, muralista y escultor, ingresó en 1942 a la Academia de San Carlos, donde fue alumno de Benjamín Coria, Julio Castellanos, Alfredo Zalce y Antonio Rodríguez Luna, entre otros artistas.
En 1947 egresó de la escuela con el título de maestro en Artes plásticas y dos años más tarde, al lado de su profesor José Chávez Morado, formaría parte del grupo que fundó el Taller de Integración Plástica.
Con formación académica que le permitió dominar diversas técnicas, entre ellas acuarela, óleo, temple, aguafuerte, tinta, grabado, Ukiyo-e (grabado en madera) y estampa japonesa, así como incursionar en corrientes como el realismo, expresionismo, gestualismo, abstraccionismo, arte conceptual y figurativo, presentó en 1951 su primera exposición individual en el Salón de la Plástica Mexicana.
Su carrera despuntó a partir de entonces y en 1955 inició su labor docente en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, donde permaneció hasta 2003. También fue consejero universitario (1989-1993), además de titular de la cátedra Coghlan del Colegio de Sinaloa (2000).
Su universo plástico se enriqueció con los valores que asimiló de las culturas mexicana y japonesa. Presentó diversas exposiciones en el Taller-Museo Nishizawa de Nagano, Japón, así como en el Museo de Arte Moderno y en el Palacio de Bellas Artes, donde presentó la exposición-homenaje Cuatro décadas.
Nishizawa participó en la Bienal Internacional de Tokio, Japón; en la Trienal de Grabado en Buenos Aires, Argentina; en la Bienal de Sao Paulo, Brasil y en el Salón Nacional de Artes Plásticas, en México, entre más de 100 participaciones colectivas en Bulgaria y Estados Unidos.
De sus obras murales sobresalen las ubicadas en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, en la Ciudad de México, titulado El aire es vida; en la unidad del ISSSTE en Celaya, Un canto a la vida; en el Centro Cultural Mexiquense en Toluca, Estado de México, El lecho del universo, y en la estación de tren Keisei del Metro de Tokio, Japón, El espíritu creador siempre se renueva.
Otros murales son Un canto a Martí (1976) en el Centro Cultural José Martí; El hombre y su libertad (1988-1999) en la Procuraduría General de la República; La imagen del hombre (1992), en la Secretaría de Educación Pública, y La justicia (2010) en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Entre sus trabajos más importantes destacan las pinturas de paisajes mexicanos, especialmente de volcanes, que lo relacionan con paisajistas como Gerardo Murillo Dr. Atl y revelan su influencia del arte japonés.
El artista comentaba que de su padre heredó la disciplina y de su madre la sensibilidad, dos elementos que fueron pilares en su vida y en su obra en la que plasmaba vivencias y recuerdos de su infancia, su relación con la naturaleza, paisajes, tradiciones populares, escenas costumbristas y personajes, principalmente.
Recibió la Condecoración Imperial de Japón Tesoro Sagrado del Dragón y en 1984 obtuvo la Presea Estado de México en Artes José María Velasco. Fue miembro de número de la Academia de Artes, creador emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, doctor Honoris Causa por la UNAM y en 2013 recibió la Medalla Bellas Artes.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) resguarda una colección de trabajos sobre papel realizados en la década de los sesenta, en pequeño y gran formato, como parte del acervo del Museo de Arte Carrillo Gil.
En 1992 se inauguró el Museo-Taller Luis Nishizawa, en el centro de Toluca, en el que se imparten cursos sobre las diferentes especialidades del arte plástico. En 2015 se inauguró la exposición Luis Nishizawa: poeta del silencio en el Antiguo Palacio del Arzobispado, una de las más grandes dedicadas al artista.
Luis Nishizawa murió el 29 de septiembre de 2014. Es un artista reconocido no sólo por su obra plástica, sino también por su labor académica que desarrolló durante más de medio siglo.