A pesar de estar etiquetadas como “fortificadas” con micronutrientes, sólo 4 de 61 productos de harinas de maíz y trigo analizados por Changing Markets lo están de una manera adecuada y en cumplimiento con la ley vigente
Urgen al Gobierno garantizar fortificación de alimentos
La Fundación Changing Markets congregó a especialistas de BioAnalyt, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), así como a representantes de organizaciones de la sociedad civil, para apoyar al gobierno federal de México, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), con el diagnóstico y pruebas sobre el contenido de micronutrientes, como el hierro, en los alimentos.
A través de la entrega de dispositivos de monitoreo de micronutrientes que se hará a representantes de Cofepris, tiene el objetivo de invitar al gobierno de México a monitorear el cumplimiento de la ley y las normas correspondientes que regulan la fortificación de harinas de maíz y trigo en México, en vista de que la industria está incumpliendo del todo estas disposiciones o está fortificando sus productos de manera incorrecta, con consecuencias graves para la salud de la población mexicana.
Fundación Changing Markets ya había revelado el fracaso del programa de fortificación de harinas en México, habiendo encontrado vacíos, omisiones e irregularidades en el seguimiento y cumplimiento de la fortificación de harinas con micronutrientes esenciales –vitaminas y minerales–.
De las 343 muestras de 61 productos diferentes de harinas de trigo y maíz analizadas para este informe, se encontró que solamente el 7%, es decir, 4 de 61 productos de harinas de maíz y trigo lo están de una manera adecuada y, por lo tanto, en total cumplimiento con la ley.
A pesar de que la legislación mexicana obliga a las empresas a fortificar las harinas de trigo y de maíz con hierro, zinc, ácido fólico y otras vitaminas del complejo B y que los estándares actuales para esta fortificación han estado en vigor durante casi 10 años, la industria está ofreciendo a la población mexicana productos de harina de maíz y trigo que incumplen con la ley y que no son una opción nutritiva como se asegura en sus etiquetas.
En un informe posterior, Changing Markets concluyó que de las más de 500 muestras analizadas de 69 productos de tortillas y 43 de panes, sólo el 1% y el 14% de dichos productos estaban elaborados con harinas de maíz y de trigo que cumplen con los niveles de hierro y zinc que exige la ley en la regulación de fortificación de harinas.
La aplicación correcta de la regulación para la fortificación de harinas es una herramienta poderosa: económica, de gran alcance y eficaz para abordar la malnutrición de la población por las carencias de micronutrientes. En México, 9 de 10 mujeres no consumen suficiente hierro en sus dietas diarias, 1 de cada 4 hombres adultos no ingieren cantidades suficientes de zinc y 1 de cada 4 niños sufre de anemia.
“La anemia y la deficiencia de minerales, como hierro y zinc, continúan siendo un problema de salud pública de México, persiste su alta prevalencia a pesar de haber tendencia a su disminución y los niños menores de 2 años en las localidades menores de 100 habitantes tienen deficiencia de zinc y una quinta parte tiene deficiencia de hierro”, aseguró el Dr. Salvador Villalpando, Investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
La anemia, relacionada con la deficiencia de hierro afecta a diferentes sectores de la población en México y es el padecimiento nutricional más frecuente en el país, 52% de mexicanos llevan una dieta deficiente en hierro de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Salud Pública.
A pesar de que las investigaciones de Fundación Changing Markets exponen que la mayoría de las empresas que venden productos de harina de maíz y trigo en México están utilizando un tipo inadecuado de hierro o no están utilizando la cantidad suficiente para asegurar que los niveles de hierro y zinc cumplan con los requisitos mínimos que establece la regulación vigente, la industria sigue en incumplimiento.
Ante esta situación, los especialistas recuerdan que se necesita una legislación clara, fuerte liderazgo por parte del gobierno por hacer cumplir la ley, una aplicación consistente de la legislación y un monitoreo constante a las prácticas de la industria.
“El monitoreo es un componente crítico para garantizar que los alimentos están siendo fortificados de acuerdo a los estándares en beneficio de quienes más lo necesitan. Los análisis de laboratorio son sólo una pieza del monitoreo y las herramientas rápidas pueden ayudar a valorar la fortificación de las harinas por su contenido de hierro, en cualquier lugar y en unos cuantos minutos. Sólo monitoreando adecuadamente los programas de fortificación pueden ser implementados exitosamente para tener un impacto en la nutrición”, explicó Corey Luthringer, Jefa del Área de Iniciativas y Alianzas Estratégicas de la empresa BioAnalyt.
“La Norma Oficial Mexicana NOM-247, por ejemplo, establece que la industria debe llevar a cabo un control de calidad interno con respecto a la fortificación. Sin embargo, estas medidas son autocontroladas por la industria, y no se establecen requisitos para que las empresas mantengan sus informes para inspección por parte de funcionarios del gobierno”, ahondó Ana Larrañaga, Directora General de Salud Crítica y Coordinadora de ContraPESO.
“Se tiene que establecer con claridad qué agencia gubernamental tiene la responsabilidad de monitorear y hacer cumplir la norma, especificar la frecuencia de monitoreo, los métodos utilizados y los indicadores de éxito, así como transparentar los datos de cumplimiento y monitoreo a disposición del público.”
Resaltó también que el combate a la malnutrición no se logrará adicionando productos chatarra que son dañinos con micronutrientes, sino incorporando a los esfuerzos de fortificación en un marco del derecho a la alimentación y garantía de acceso a alimentos saludables.
“Estamos ante una oportunidad única para fortalecer la regulación y contribuir al combate de la malnutrición en México, es necesario actualizar la regulación de la NOM 247 con la participación de la academia y la sociedad civil y la disposición de Cofepris y el estado”.
Los especialistas y organizaciones hicieron un llamado a la industria mexicana a cumplir con la legislación vigente y al gobierno a fortalecer y ampliar la normatividad relacionada con la fortificación de harinas para cubrir productos de tortilla y pan, implementar inmediatamente su propio programa de monitoreo y se comprometa a garantizar su cumplimiento, con inspecciones constantes y la imposición de sanciones a cualquier empresa harinera o compañía de alimentos industrializados que no cumpla con la ley.