World Animal Protection realiza visitas encubiertas que revelan como más de 200 especies de animales silvestres, procedentes de la selva Amazónica, se venden ilegalmente y en terribles condiciones en el Mercado de Belén, ubicado en Iquitos, Perú
Venta ilegal de animales silvestres en mercado de Perú
Por Protección Animal Mundial
La investigación encubierta, que es parte del nuevo informe Un Negocio Riesgoso: Como los mercados de vida silvestre del Perú ponen en riesgo a las personas y los animales, pone al Mercado de Belén, ubicado en la ciudad de Iquitos, Perú, en el centro de atención, puesto que se venden mamíferos, reptiles y aves silvestres tanto vivos como muertos, así como sus derivados.
Lee un resumen del reporte aquí.
El Mercado de Belén, que se considera el mercado al aire libre más grande de venta de vida silvestre en la Amazonía peruana, no cuenta medidas de salubridad y seguridad para evitar que las enfermedades zoonóticas se propaguen de la vida silvestre a las personas.
A los expertos de World Animal Protection les preocupa que esto representa un gran riesgo para la salud de las personas, ya que se sabe que el contacto directo o consumo de los animales silvestres puede transmitir enfermedades mortales a los humanos, como COVID-19, SARS (síndrome respiratorio agudo severo) y Ébola.
En la investigación encontramos animales silvestres como jaguares, primates, perezosos, delfines de río, manatíes, tortugas, guacamayas, serpientes y capibaras a la venta en el mercado, algunos estaban vivos y mantenidos en condiciones extremas.
Los animales se venden más comúnmente como “carne de monte”, pero también como mascotas exóticas y para uso espiritual, medicinal y decorativo. Es preocupante que alrededor de uno de cada 10 de estos animales esté en peligro de extinción, lo que plantea una preocupación real para la supervivencia de las especies.
Si bien los animales como los caimanes y las tortugas se venden principalmente como “carne de monte”, se documentó que otros animales se venden para usos más inusuales basados en creencias, por ejemplo:
- Los genitales y los ojos de los delfines se venden como ingredientes para crear un perfume afrodisíaco llamado «pusanga» que se cree que trae suerte y asegura la seducción.
- Las garras de perezosos se venden para «domesticar a los hombres celosos» y para «evitar una reacción violenta de celos».
- Uñas de tapir (mamíferos herbívoros grandes) para tratar hemorragias,
- Colas de armadillo para el dolor de oído.
Imágenes impactantes muestran diferentes productos a la venta, como cadáveres de monos secos, garras de perezosos, pieles de jaguares colgando y carne de varios mamíferos amontonada.
También captamos imágenes de aves apiñadas en pequeñas jaulas de metal para venderlas en el comercio de mascotas exóticas.
Un comercio de vida silvestre ilegal
El comercio de animales silvestres en mercados urbanos, como el Mercado de Belén, es ilegal en Perú. Sin embargo, la actividad de comercio ilegal de vida silvestre es un problema constante.
Las autoridades policiales peruanas han intentado tomar medidas drásticas contra este tipo de actividad y los funcionarios entrevistados como parte de la investigación, afirmaron que es un desafío monitorear ya que los vendedores de vida silvestre se mueven constantemente sin puestos fijos y operan de manera oportunista.
Gilbert Sape, Director de Campañas de Vida Silvestre de World Animal Protection, dice:
“Para muchas personas en la comunidad local, venir a mercados como estos para hacer sus negocios diarios es una necesidad absoluta. Deberían poder hacerlo libres del peligro de las enfermedades que podrían estar albergando aquí las personas que venden productos de vida silvestre en condiciones antihigiénicas. Esta actividad de comercio de vida silvestre está impulsada en gran medida por la demanda de los consumidores urbanos de productos de animales silvestres, y por los vendedores que también están alimentando la demanda en el extranjero del comercio de mascotas exóticas, artículos de lujo y medicina tradicional. Esto muestra por qué los gobiernos tienen la responsabilidad de intensificar y detener el tráfico mundial transfronterizo de vida silvestre.
“Este mercado está arriesgando la salud de las personas. Los animales vivos apiñados en jaulas sucias donde su sistema inmunológico está comprometido, y los cadáveres de animales no tratados, representan un grave riesgo para la salud. Mercados como estos actúan como un foco para el desarrollo de enfermedades. Debemos recordar las lecciones del pasado y cuántas enfermedades zoonóticas se originaron a partir de este tipo de explotación de animales silvestres. COVID-19 es un ejemplo obvio y actual, que continúa destruyendo vidas todos los días.
“Los animales silvestres que se encuentran aquí han pasado por una crueldad desgarradora, desde ser arrebatados de la naturaleza hasta su matanza o encarcelamiento de por vida en una jaula. Para estos animales silvestres, ciertamente no hay finales felices y todo esto va en el contexto de que muchas de sus poblaciones en la naturaleza se desploman rápidamente. Debemos actuar ahora para salvar a estos increíbles animales que pertenecen a la selva amazónica”.
Estos hallazgos se producen después de que las Naciones Unidas aconsejaran a los países actuar y prevenir futuras pandemias al prohibir los mercados que venden animales silvestres vivos y muertos para el consumo humano.
Nuestro llamado
World Animal Protection hace un llamado al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) de Perú, y a las autoridades locales para que maximicen sus esfuerzos para combatir el comercio ilegal de vida silvestre en este mercado.
Además de hacer cumplir la legislación de protección de la vida silvestre, es necesario que la institucionalidad de Perú facilite medios de vida alternativos para aquellas personas que dependen del comercio de vida silvestre.
También pedimos a las personas de zonas urbanas que dejen de comprar animales silvestres o productos derivados de estos. Los animales silvestres no son alimento, medicina o mascotas exóticas. Su lugar es la naturaleza.
Finalmente, es necesario que los líderes del G20 se comprometan a prohibir el cruel comercio de vida silvestre para siempre. Es la única manera de proteger a los animales, las personas y el planeta.
Lee el informe completo aquí (disponible en inglés).