A raíz de la información que ha sido publicada en varios medios donde se menciona que la SEMAR ha detectado miembros de esta, que venden uniformes y equipo a la delincuencia organizada, el Consejo Nacional de la Industria de la Balística manifiesta que es de suma importancia verificar el origen y la rastreabilidad de los productos balísticos corporales.

En el caso de los chalecos antibalas, o cualquier producto balístico corporal (cascos, escudos, placas balísticas, así como uniformes aunque estos no son balísticos) son adquiridos con empresas certificadas y que cuentan con todos los registros que la autoridad impone (SSPC-DGSP), la rastreabilidad no es un problema, porque se puede detectar desde la fabricación hasta la forma en que llega al usuario final, lo cual es muy útil en caso de que caigan en manos del crimen organizado.

La falta de rastreabilidad sucede cuando son productos traídos de una forma que no es legal, ya sea la venta por internet, que lleguen a la frontera, crucen al amparo de documentación falsa y bajo una diferente fracción arancelaria y que de manera aparentemente legal, entran al país para, finalmente, terminar en manos equivocadas.

Las empresas que se dedican a la industria del blindaje y cuentan con todas las certificaciones, sí tienen esa rastreabilidad, y pueden comprobar de dónde viene la materia prima, así como la fecha de entrada, inicio del proceso de producción, nombre del cliente final y fecha de entrega.

“A las empresas que formamos parte del CNB, si una corporación policiaca o militar, nos preguntan sobre algún producto que ha sido incautado o decomisado y que tiene marca de alguno de nuestros asociados, estamos en posibilidad de aportar toda la información de como, cuando y donde fue producido y en su caso que impuestos de importación pagó, a qué cliente se entregó, etc. Esa rastreabilidad es muy importante porque facilita la investigación al impartidor de justicia”, señala Ignacio Baca Torres, presidente de la Comisión Ejecutiva del Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB).

Baca Torres, añade que, por otro lado, los controles que las empresas tienen sobre su producción es muy rigurosa porque no quieren permitir que sus productos caigan en las manos equivocadas.

En México existen empresas que se dedican a producir e importar estos productos balísticos; sin embargo, hay otros canales (internet y redes sociales) a través de los cuales están entrando y vendiendo al mercado mexicano sin ningún tipo de conocimiento por parte de la autoridad.

Para evitar que los productos balísticos corporales antes mencionados caigan en manos del crimen organizado, el CNB señala que, el pasado mes de febrero solicitó a la Dirección General de Seguridad Privada se vuelva a incluir en los reportes semestrales, información de utilidad tal como: el nombre del cliente u entidad de gobierno que adquirió, lote y número de serie para la fácil identificación del producto, y para que se tenga un control de la venta de estos productos, ya sea a gobierno, particulares o empresas de seguridad privada.

Asimismo, este control debe tenerse al interior de las corporaciones y sancionar a quienes delinquen con este tipo de productos cuyo principal objetivo es salvaguardar la vida del usuario. Más allá de la competencia desleal, es un tema de seguridad nacional y se debe atender como tal.