El investigador del IPN, Fernando Angulo Brown, reconoció que el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano es un buen logro de la ingeniería mexicana, pero es necesario dotarlo de mayor tecnología para mejorar su eficiencia
Vital contar con más sensores sísmicos en Guerrero: IPN
En la brecha de Guerrero, que va de Zihuatanejo hasta Acapulco, no se han registrado sismos mayores a 7.5 grados en la escala de Richter en más de 100 años, por lo que hay suficiente energía para producir uno de grandes dimensiones en los próximos años, afirmó el científico del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Fernando Angulo Brown, quien se pronunció por ampliar el número de sensores en esa región y en la estructura plana de la Placa de Cocos (llamada flat slab), donde ocurrió el hipocentro del temblor del 19 de septiembre de 2017.
El Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, ha reiterado que para cumplir con la instrucción del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de aplicar una política de prevención ante siniestros naturales, en el Sistema Educativo Nacional se llevan a cabo acciones para generar una cultura de la prevención, a fin de proteger la integridad de niñas, niños, jóvenes, padres de familia, docentes y funcionarios.
A su vez, el Director General del IPN, Mario Alberto Rodríguez Casas, ha externado que la fortaleza del Politécnico se concentra en sus estudiantes, docentes e investigadores, quienes día a día aportan su conocimiento y experiencia para que México supere sus principales desafíos.
El profesor e investigador de la Escuela Superior de Física y Matemáticas (ESFM), Fernando Angulo, quien estudia el modelo no lineal para profundizar el conocimiento sobre el comportamiento de la corteza terrestre, aseguró que está suficientemente documentado que en esa estructura plana de la Placa de Cocos (que tiene 100 kilómetros de longitud), se generan sismos de magnitud mayor a 7 grados en la escala de Richter.
Reconoció que el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano ha dado buenos resultados, por lo que se considera un buen logro de la ingeniería sísmica del país, sin embargo, es necesario dotarlo de una red más amplia de estaciones”.
Explicó que los sismos, como el del 23 de junio pasado, suceden principalmente por el fenómeno de subducción, que consiste en la manera en cómo la Placa de Cocos, situada frente a las costas de nuestro país, en el Océano Pacífico, se desliza por debajo de la Placa Continental de Norteamérica, donde se asienta la República Mexicana.
“Las interfases de estas dos placas, dijo, son muy heterogéneas, tienen muchas asperezas, promontorios (elevaciones rocosas) y depresiones. Ese deslizamiento no es suave ni uniforme, sino que eventualmente se atora en muchos puntos, sobre todo donde están las asperezas grandes; esto es lo que ocasiona los sismos”, detalló.
Angulo Brown, quien forma parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel III, sostuvo que nunca se puede asegurar cómo y cuándo va a ocurrir un nuevo temblor de grandes dimensiones, pero lo que los sismólogos del país afirman “es que en la brecha de Guerrero hay energía suficiente para generar un sismo tectónico, que tiene que ver con la interacción de las placas monumentales ya mencionadas”.