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La matanza comercial de focas no tiene futuro. La mayoría de los canadienses, y gente de todo el mundo, quiere que Canadá ponga fin a la caza de una vez por todas

Inicia matanza de focas en Canadá, mientras la India prohíbe la importación de pieles de este especie

El Departamento de Pesca y Océanos (DFO) de Canadá, anunció que comienza la temporada de cacería de focas en ese país, por lo que se prevé que solo en los primeros días tenga lugar una sanguinaria masacre de cientos de miles de crías indefensas.

De acuerdo con http://www.oceansentry.org inicia esta temporada a pesar que en la India se acaba de prohibir la importación de pieles de foca, eliminando así otro potencial mercado para las pieles de focas.

La Organización  Ocean Sentry recordó que en 2017, los cazadores de focas mataron un total de 80.924 crías en el atlántico canadiense. En solo tres días del comienzo de la temporada, los cazadores mataron a 15.748 crías.

Cada año, miles de crías de focas de Groenlandia (Pagophilus groenlandicus) que descansan sobre los témpanos de hielo que rodean las islas de la Magdalena, en el centro del Golfo de San Lorenzo, mueren masacradas a golpe de “hakapik”.

El hakapik consiste en un mango de madera con una cabeza metálica, que tiene un pico por un lado y la forma de un martillo por el otro. Los cazadores asestan un golpe en la cabeza de las crías, pero a veces no es mortal. Algunas quedan gravemente heridas y son arrastradas aún con vida a los barcos donde son desolladas vivas. Todas son crías de entre 3 semanas y 3 meses de edad. Se dice que muchos de los cazadores de focas salen a los témpanos de hielo estando totalmente ebrios.

La matanza no solo está aprobada por el gobierno canadiense, sino que éste promueve, subvenciona y facilita esta matanza.

En los últimos años, miles de estas crías mueren antes de poder nadar debido a la falta de hielo marino resistente. El estado del hielo marino en el Golfo de San Lorenzo, una importante área de alumbramiento para la especie, vuelve a ser sumamente vulnerable debido al calentamiento global. La mayoría del área no tiene hielo, que significa que muchas crías que nacieron en el hielo probablemente murieron ahogadas.

¿Permitirá el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau que los cazadores de focas maten a las crías que han conseguido sobrevivir a los estragos del cambio climático?

Hasta 2009, la Guardia Costera canadiense solía abrir camino a través del hielo para ayudar a los cazadores de foca a llegar hasta las guarderías de crías de foca. Era uno de los tantos subsidios del gobierno canadiense a la matanza de focas. Ahora parece que Trudeau está de nuevo reinstalando la misma política para volver a ayudar a los barcos.

La organización sin ánimo de lucro Humane Society International (HSI) y sus grupos colaboradores han logrado reducir la caza comercial canadiense en hasta un 90 por ciento en los últimos años, cerrando mercados internacionales para los productos derivados de las focas. Como resultado, casi tres millones de focas se han librado de los garrotes y rifles de los cazadores.

Con este movimiento, la India se une a los 37 países, incluidos Estados Unidos, Rusia, México, Taiwan, Suiza y los 28 países de la Unión Europea que han prohibido el comercio de pieles de focas y otros productos derivados de la caza comercial por motivos de bienestar animal o conservación.

La prohibición en la India es una victoria especialmente importante porque, con el cierre de los mercados en las naciones occidentales, la industria de caza de focas canadiense confía en mercados alternativos en desarrollo en oriente para la piel, aceite y otros productos derivados de las focas que tantas naciones rechazan comprar.

La matanza comercial de focas no tiene futuro. La mayoría de los canadienses, y gente de todo el mundo, quiere que Canadá ponga fin a la caza de una vez por todas. En lugar de seguir subvencionando la caza comercial de focas, el gobierno canadiense debería invertir en un programa de transición para los cazadores y hacer lo posible por alentar alternativas viables, humanas y sostenibles tales como el ecoturismo marino.