Una de las causas de amenaza de la especie es el desconocimiento de su importancia, antes su área de distribución se extendía desde Veracruz hasta Chiapas expandiéndose por prácticamente todo el sureste
Protección ambiental del tapir en México
Prensa Animal/ Agencia Informativa Conacyt
La protección ambiental trasciende a la vegetación, es necesario incorporar el entendimiento de las interacciones entre plantas y animales para poder mitigar los daños al medio ambiente, afirma el doctor Eduardo Mendoza Ramírez, director del Museo de Historia Natural «Manuel Martínez Solórzano» y profesor investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), se dedica al estudio de las interacciones entre plantas y mamíferos, en particular en cómo los patrones de consumo de plantas por parte de la fauna afectan características de su hábitat como es la diversidad florística. Porque asegura que a pesar de ser un tema foco de interés de los científicos por largo tiempo, no existe la suficiente información cuantitativa sobre qué animal come qué planta o fruta.
“Para hacerlo, utilizamos fototrampas, que son cámaras dentro de una caja impermeable con un sensor de movimiento que colocamos debajo de algunos árboles para conocer qué animales se acercan. Esta tecnología es fantástica porque nos permite obtener una gran variedad de información ecológica que permite desde realizar estimaciones de la abundancia relativa de la fauna hasta describir con gran detalle su conducta.
El doctor está especialmente interesado en la especie de mamífero terrestre más grande que hay en la región tropical de México, el tapir, un pariente del caballo y el rinoceronte. Pertenece por lo tanto al grupo de los perisodáctilos, uno de los grupos de mamíferos más amenazados en el mundo por la cacería y la destrucción de su hábitat.
“Se trata de un fósil viviente porque es un representante de la megafauna, convivió durante la época de la glaciación con los perezosos gigantes, los tigres dientes de sable, los camellos y mamuts, pero estos desaparecieron debido a los cambios climáticos y sus efectos en la vegetación”.
Características y distribución
El tapir puede pesar más de 300 kilogramos, menciona, pero debido al desconocimiento de la especie es comúnmente confundido con un oso hormiguero, por la habilidad que tiene de expandir y contraer su trompa para acceder a diferentes fuentes de alimento.
“Existen cuatro especies en el mundo que se encuentran distribuidas en Asia, la región de los Andes en Sudamérica, en la zona del Amazonas y en los bosques de Centroamérica y sureste de México. Nuestro país tiene lo que se estima es la población más grande del tapir centroamericano, pero aun así está en fuerte riesgo”.
Mendoza Ramírez afirma que una de las causas de amenaza de la especie es el desconocimiento de su importancia, antes su área de distribución se extendía desde Veracruz hasta Chiapas expandiéndose por prácticamente todo el sureste. Fuera del país su distribución se extendía por todo Centroamérica hasta alcanzar el norte de Colombia. Considera que, desgraciadamente, su hábitat ha ido disminuyendo por la deforestación y la cacería en algunos casos para su consumo, pero en otras por considerar que representa una amenaza para los cultivos. Es tan grande esta amenaza que en algunos países como El Salvador se ha declarado ya extinto.
“Se estima de manera aproximada que en 30 años se ha reducido en 50 por ciento la población del tapir centroamericano, se considera que existen alrededor de cinco mil individuos, de los cuales aproximadamente mil habitan en México, sobre todo en áreas protegidas”.
Algunas de estas áreas son la Selva de los Chimalapas en Oaxaca, Selva Lacandona en Chiapas, Reserva de la Biósfera El Triunfo en Chiapas, Reserva de la Biósfera de Calakmul en Campeche y la Reserva de Sian Ka’an en Quintana Roo.
“El tapir brinda diferentes servicios al ecosistema, uno de los principales es que al alimentarse de los frutos de árboles silvestres como el mamey, permite que se dispersen sus semillas a kilómetros de distancia, cuando se depositan con sus excrementos”.
El tapir se encuentra actualmente en peligro de extinción, declarado por la NOM-059-SEMARNAT-2010. Por lo que la misma dependencia se encuentra trabajando en un Protocolo de Monitoreo Estandarizado Trinacional: México, Guatemala y Belice.
Esta especie es de lenta reproducción ya que en cada camada solamente nace una cría de aproximadamente 10 kg y el periodo de gestación de las hembras dura entre 390 y 400 días. Esta característica hace que la capacidad de recuperación de sus poblaciones después de la perturbación sea limitada.
El doctor afirma que han encontrado evidencia que muestra que en los lugares donde habitan especies como los tapires hay más especies de vegetación que en los lugares donde este tipo de fauna no está debido al impacto humano. Por eso, con su investigación busca exponer que perder la fauna tiene implicaciones muy profundas en los ecosistemas, como la alteración de los procesos que permiten la regeneración de los bosques tropicales.