Con reloj gigante en las instalaciones de la SRE, advierte que es tiempo de actuar
Greenpeace entrega firmas en favor de los océanos
Ante la cercanía de la Cuarta Conferencia Intergubernamental (IGC4) para negociar un Tratado Global de los Océanos, activistas de Greenpeace México hicieron un exhorto al titular de la cancillería, Marcelo Ebrard Casaubón, a fortalecer la posición de nuestro país en las discusiones.
Debido a la importancia del alta mar, la vida marina que la habita y los servicios ambientales que nos da, como regular el clima del planeta, y por tanto combatir la crisis climática, urge una protección robusta con este Tratado que tiene como objetivo consolidar un instrumento global para el establecimiento de una red de santuarios oceánicos bien gestionados que permita a la comunidad internacional cumplir con la protección del 30% del mar antes del 2030, conocido como el objetivo 30×30.
Representando a algunas especies marinas, los ambientalistas llevaron a las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) un reloj de arena de tres metros con el mensaje “EL TIEMPO SE ACABA PARA NUESTROS OCÉANOS. ACTÚA YA”.
Los miembros de la organización -con Ornela Garelli, campañista de Océanos al frente-, fueron recibidos por el Consejero Jurídico de la SRE, Alejandro Celorio, y Anais Vivanco, Directora de Derecho Internacional, en representación del canciller, a quienes entregaron una carta en la que se informa que más de 4 millones de personas a nivel global, entre ellas más de 250 mil de México, han firmado por la protección de los océanos. Un mandato fuerte que la ciudadanía del país le da a la cancillería para negociar por un Tratado que proteja realmente la biodiversidad marina.
Actualmente menos del 3 % de las aguas internacionales están protegidas y de acuerdo con las recomendaciones científicas este porcentaje debería elevarse al menos hasta el 30%.
“México es un país líder dentro del grupo de América Latina, ha buscado atraer a más países a favor del Tratado y apoya el objetivo de que se logre un acuerdo final en la IGC4 en 2022, luego de que las negociaciones se hayan pospuesto por cerca dos años debido a la pandemia, sin embargo, los países reciben una fuerte presión de industrias, incluso de departamentos como el de pesca, que tienen intereses en seguir explotando los océanos. Por ello se requiere construir un mayor consenso entre naciones en torno a la creación de más áreas marinas protegidas (AMPs) y al establecimiento de mecanismos más robustos para su vigilancia y protección. Estas son medidas esenciales si queremos combatir efectivamente la crisis oceánica”, explicó Garelli, al salir de la reunión.
“Pedimos al canciller Marcelo Ebrard comprometerse a una representación a nivel ministerial en la próxima ronda de negociaciones y hacer pública la postura del gobierno mexicano a favor del objetivo 30×30 y de la aprobación de un Tratado Global de los Océanos fuerte que permita alcanzar este objetivo”, abundó Garelli.
Hasta ahora, México y otros países latinoamericanos se han enfocado en que el Tratado otorgue más recursos para desarrollo de capacidades, transferencia de tecnología y uso de recursos genéticos marinos en lugar de promover la creación de más áreas marinas protegidas (AMP´s). Las AMP´s son el principal objetivo de nuestra campaña, ya que mediante éstas se podrá alcanzar el 30×30.
“En ese sentido pedimos que México respalde la postura en torno a un Tratado que otorgue autoridad a una Conferencia de las Partes (CoP) para poder gestionar la conservación, con un plan de manejo y medidas concretas ya que hasta ahora la postura del gobierno de México aboga por mantener el papel de los organismos ya existentes en la protección oceánica. Esto es contrario a lo necesario, las AMPs deben ser resguardadas por los mecanismos que surjan del nuevo Tratado, porque muchos de los organismos existentes no han cumplido con esta labor hasta ahora”, señaló Garelli
Desde Greenpeace reconocemos y celebramos la postura sostenida por México. Pero esperamos que pueda asumir una mayor ambición para lograr un Tratado que sea realmente efectivo en alcanzar el 30×30. Otros puntos fundamentales que se deben empujar en las negociaciones son:
● Regular actividades como la pesca o la extracción de minerales, para gestionar las múltiples presiones a la que se enfrentan los océanos.
● Establecer requisitos uniformes y actualizados de evaluación del impacto ambiental (EIA) y consulta ambiental para todas las actividades humanas propuestas.
● Reconocer que el Tratado mejorará, en lugar de invalidar, la capacidad del resto de organizaciones internacionales para salvaguardar la biodiversidad marina. Los negociadores deben reconocer explícitamente que el Tratado Global de los Océanos tendrá su propia competencia para gestionar la biodiversidad en aguas internacionales.
● Sin exclusiones en las especies marinas: como componente principal de la biodiversidad marina, los peces no deben ser excluidos del nuevo Tratado.
Finalizar estas negociaciones con un Tratado que proteja el 30% de los océanos para el 2030, requiere de una intervención urgente al más alto nivel diplomático. Solo así se podrán frenar las causas de raíz que tienen a los océanos del mundo al borde del colapso y el papel de la delegación mexicana será fundamental para poder obtenerlo.