El escritor Pablo Medel dialoga en Prensa Animal sobre memoria, territorio, lenguas originarias y la comunidad como eje narrativo
“Mushuc”: novela que escucha a la selva y a la historia
Con imagenes del estado de Chiapas, que se mezclan con olores a café, sonidos selváticos y narraciones donde aparecen animales endémicos como una fotografía, el escritor Pablo Medel compartió los orígenes, motivaciones y claves literarias de Mushuc, Editorial Katakana, una novela ambientada en Chiapas entre 1993 y 1994, justo antes del levantamiento zapatista. Desde una mirada sensible, crítica y profundamente conectada con la naturaleza y las comunidades, Medel reconstruye un México previo a un parteaguas histórico, a través de múltiples voces, rumores y búsquedas personales.

Formado en creación literaria y humanidades en la Escuela de Letras de Madrid, con estudios de posgrado en la Universidad Complutense y un doctorado en lingüística aplicada por la Politécnica de Valencia, Medel vive actualmente en México. Su novela, publicada en el país, propone una lectura que va más allá de lo político para centrarse en la vida cotidiana, la lengua, la tierra y la memoria colectiva.
Pregunta: ¿Qué significa Mushuc y de qué trata la novela?
Respuesta: Mushuk es una palabra que escuché mucho en Comitán, Chiapas. Significa “ombligo” y también remite al origen. La novela se sitúa en 1993 y termina en 1994, justo antes de lo que todos conocemos. Me interesaba lo que pasó antes, cuando nadie parecía saber lo que estaba ocurriendo. No es una novela zapatista ni histórica en sentido estricto, sino una novela polifónica donde distintas historias y personajes confluyen en una zona fronteriza marcada por rumores, silencios y búsquedas.
Pregunta: ¿Por qué elegir Chiapas y específicamente Comitán como escenario?
Respuesta: Viví ahí con mi familia política, que es comiteca, y eso me permitió integrarme de verdad. Descubrí una riqueza cultural, lingüística y comunitaria impresionante. Comitán fue clave en ese momento histórico, aunque muchas veces se piense solo en San Cristóbal. Además, es una región donde conviven muchas lenguas, costumbres y formas de ver el mundo.
Pregunta: En la novela aparecen muchos personajes distintos. ¿Cómo se construyó esa diversidad?
Respuesta: Hay una mujer, Mayra, que busca hacer el camino inverso al de Rosario Castellanos para reencontrar la inspiración; hay un español que queda atrapado en su viaje por la Panamericana; un palabartero que ve desaparecer su oficio; y la figura ausente de Moisés, un músico de marimba cuya desaparición articula la trama. Todos, sin saberlo, van construyendo la historia y ese México previo al cambio.
Pregunta: Rosario Castellanos tiene un papel importante en la obra. ¿Cómo dialoga Mushuc con Balún Canán?
Respuesta: Hay muchos juegos intertextuales. Mayra está obsesionada con Rosario Castellanos y su obra. Coinciden en la reivindicación de la tierra, en las tensiones entre quienes la trabajan y quienes dicen poseerla, y en conflictos que siguen vigentes: lengua, origen, color de piel, poder. La novela dialoga con ese pasado, pero desde otro momento histórico.
Pregunta: La naturaleza y los animales tienen una presencia constante. ¿Fue intencional?
Respuesta: Totalmente. Chiapas no se puede entender sin su flora y fauna. Quise que la selva, los árboles, las mariposas, los animales, tuvieran voz. Esa conexión con la tierra y con la comunidad es algo que en las ciudades hemos perdido. La novela busca recuperar esa mirada integral, casi ecológica, que sigue viva en muchas comunidades.
Pregunta: ¿Qué te sorprendió al compartir la novela con lectores jóvenes en México?
Respuesta: Que muchos no conocían lo que ocurrió en los años noventa ni la obra de Rosario Castellanos. Eso me hizo pensar en la importancia de la memoria y de la literatura como herramienta para comprender el presente. México son muchos Méxicos, y Chiapas sigue siendo poco comprendido desde fuera.

Pregunta: ¿Dónde se puede conseguir Mushuc?
Respuesta: Está disponible en librerías como Profética, en Puebla, y en la Librería Bedul, además de venta en línea a través de la editorial Katakana y en mi página web pablomedel.com. También existe versión electrónica.
Pregunta: ¿Qué mensaje te gustaría dejar a los lectores?
Respuesta: Que no dejemos de leer. La lectura es pensamiento crítico, es comunidad, es memoria. En tiempos tan acelerados y digitales, volver a las historias es una forma de reconectar con lo esencial.
Mushuc se presenta como una novela que escucha: a la selva, a las lenguas, a los rumores del aire y a una historia que se estaba gestando sin que muchos lo advirtieran. Un recordatorio de que no podemos escapar del devenir histórico, pero sí intentar comprenderlo desde la literatura.

