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Los pulmones de México respiran la destrucción causada por la codicia de las corporaciones

Activistas en 12 países se reúnen y priorizar la naturaleza

Activistas de Greenpeace lanzaron protestas visuales creativas en 12 países, de Indonesia a México, de Suecia a Hungría, enviando un mensaje claro a los gobiernos que se reunirán en la Cumbre de la Biodiversidad de Naciones Unidas en Cali, Colombia  (COP16): Protejan la naturaleza y restituyan la biodiversidad, para las personas y para el planeta.

Activistas en 12 países se reúnen y priorizar la naturaleza
Activistas de Greenpeace México proyectaron mensajes de la campaña «Desfinancía ahora la destrucción de la naturaleza» en el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores

En las últimas 24 horas, tuvieron lugar acciones, protestas y manifestaciones públicas en Austria, República Checa, Alemania, Hungría, Indonesia, Rumania, España, Suecia y Reino Unido, así como Luxemburgo, Países Bajos y México, que incluyen proyecciones en locaciones icónicas de ciudades y áreas naturales.

  • En Austria, Hungría, Indonesia, México, Rumania, Suecia y el Reino Unido, proyecciones desde el Puente de la Torre en Londres, al puente colgante en Budapest y el parlamento en Estocolmo, mostraron emotivos mensajes de personas demandando acción urgente de gobiernos en la Cumbre de Naciones Unidas COP16.
  • En los Países Bajos, activistas crearon un “árbol de deseos” de nueve metros de largo con miles de mensajes de esperanza recolectados alrededor del mundo.
  • En Praga, cientos de luces LED formaron las palabras “Esperanza para la naturaleza”.
  • En Bonn, fichas de dominó gigantes fueron colocadas frente a las oficinas de Naciones Unidas visualizando la dependencia humana en la biodiversidad.
  • Alrededor del mundo, de Australia a Brasil, miles de personas compartieron sus mensajes convincentes de “Esperanza para la Naturaleza” dirigidos en línea a sus gobiernos y delegados enviados a las negociaciones de la Cumbre de la Biodiversidad de Naciones Unidas .
  • Al inicio de esta semana, activistas en Países Bajos y España expusieron la complicidad de los grandes bancos en la destrucción de la naturaleza. En Polonia, activistas llamaron a sus gobiernos a aumentar la ambición en proteger la naturaleza en la Cumbre de la Biodiversidad de Naciones Unidas  COP16.
Protejamos los pulmones de México

Los pulmones de México respiran la destrucción causada por la codicia de las corporaciones. Grandes bancos invierten y prestan dinero a industrias destructivas como la pesca industrial, minería, producción de carne, agricultura industrial, industria fósil y la producción de plásticos, las cuales están acabando con valiosos ecosistemas a lo largo del planeta.

Los gobiernos son cómplices de estas industrias porque contribuyen a su financiamiento, pero también por la colusión que existe entre gobernantes, legisladores y otras autoridades, y los representantes de estas industrias que les ha permitido hacer sus negocios sin límites en detrimento de la naturaleza. La industria del plástico en México es un ejemplo de esto, ya que han buscado evadir las prohibiciones de plásticos de un solo uso así como evitado asumir mayores responsabilidades en el problema de contaminación cabildeando a funcionarios en el Senado y en el Poder Judicial.

Los estados de la península de Yucatán carecen de un ordenamiento territorial que permita blindar la gran biodiversidad de la Selva Maya de la voracidad industrial e inmobiliaria que va en aumento en la región.  Entre 2019 y 2023, hemos perdido 285,580 hectáreas de terrenos forestales en la Península de Yucatán.

Para 2024, más del 50% del presupuesto del anexo Recursos para la mitigación de los efectos del cambio climático del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), se asignó al proyecto del Tren Maya un proyecto muy criticado por su impacto en la biodiversidad y los ecosistemas de la selva maya. Esta es una oportunidad para que el gobierno reconsidere el destino de los recursos públicos y estos sean utilizados en proyectos que verdaderamente contribuyan a mitigar los impactos del cambio climático.

Los gobiernos, incluido el mexicano, deben cumplir con sus compromisos internacionales y contribuir a desfinanciar la destrucción de la naturaleza y a financiar su protección, su restauración y su regeneración. Así como a poner límites a las corporaciones, garantizando una separación real entre el poder político y el económico, poniendo en el centro la protección de la gente y el planeta, no los intereses privados.

La próxima COP 16 de la Convención para la Diversidad Biológica de la ONU representa una oportunidad única. Por eso pedimos al gobierno de  México que asuma compromisos nacionales ambiciosos para proteger y restaurar nuestra Selva Maya y nuestros océanos, que  estén de acuerdo con los compromisos internacionales ya asumidos, que hayan metas específicas y con fechas definidas para fortalecer las Áreas Naturales Protegidas existentes y aumentarlas hacia las zonas que corren un peligro inminente. Falta poco tiempo para el año 2030, y los países, incluido México, deben acelerar sus esfuerzos para implementar el objetivo 30×30 y proteger al menos el 30% de los ecosistemas terrestres y marinos antes de que termine la década.