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Reducir demanda de carne, forma de aliviar la presión sobre la Amazonía, asegura Greenpeace

Activistas exigen frente a embajada de Brasil detener la devastación de la Amazonía

Un grupo de más de 20 activistas de la organización ambientalista Greenpeace,  se manifestaron en la embajada de Brasil como parte de las protestas globales en el Día de la Amazonía,  atendiendo al llamado de la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), la asociación indígena más grande de ese país.

Si perdemos la selva amazónica perdemos la batalla contra el cambio climático: Greenpeace

Los activistas informaron que a más de 4 millones de canchas de fútbol, equivale el área quemada de la Amazonía brasileña solo durante agosto, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil.

Afirmaron que además del impacto en la pérdida de biodiversidad, los incendios en la Amazonía contribuyen con el calentamiento global y hacen más difícil frenar la aceleración del cambio climático ya que se vulnera su capacidad de absorción de dióxido de carbono.

“Hay un clamor global que demanda parar la deforestación y proteger de manera efectiva a la Amazonía, región vital para el Planeta. La naturaleza no puede ser vista solo como fuente de beneficios económicos. Si perdemos la Amazonía perdemos la batalla contra el cambio climático, de ese tamaño es esta emergencia”, señaló Gustavo Ampugnani, director de Greenpeace México.

Una de las principales causas de los incendios en la Amazonía es la expansión descontrolada de la frontera agropecuaria. El poder arrasador de la agricultura y ganadería industriales estimulan el cambio de uso de suelo selvático para sembrar soya y producir carne.

Una de las principales causas de los incendios en la Amazonía es la expansión descontrolada de la frontera agropecuaria

Es por ello que Greenpeace ha lanzado una campaña pidiendo a los gigantes de la comida rápida Burger King, McDonald’s y KFC que rechacen la materia prima relacionada con la destrucción del Amazonía. El 80% de la deforestación global es resultado de la producción agropecuaria.

«El modelo de alimentación establecido por las grandes corporaciones de comida chatarra y las cadenas de comida rápida tienen una responsabilidad directa en la destrucción de las selvas, de la biodiversidad  y de la salud de la población global. Debemos actuar como consumidores y rechazar estas prácticas dejando de consumir sus productos y en sus establecimientos», detalló Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor.

Es por ello que Greenpeace ha lanzado una campaña pidiendo a los gigantes de la comida rápida Burger King, McDonald’s y KFC que rechacen la materia prima relacionada con la destrucción del Amazonía

Greenpeace considera que la crisis de la Amazonía requiere acciones inmediatas: frenar la deforestación, modificar el actual modelo de producción y consumo de alimentos basados en el interés intocable del mercado, y modificar nuestros hábitos de alimentación. Reducir el consumo de carne y productos industrializados a base de soya es una forma de aliviar la presión sobre la Amazonía y otros ecosistemas amenazados.