El consumo de alcohol es el causante de más 200 enfermedades y traumatismos y se ha relacionado que una persona con adicción al alcohol es más proclive a padecer trastornos mentales y de la conducta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en el mundo hay 283 millones de personas con trastornos por uso de alcohol, de las cuales ocho de cada diez son hombres, y que esta adicción provoca más de 3 millones de muertes al año a nivel mundial, lo que equivale a una muerte cada diez segundos.

En 2020, en México el Consumo Excesivo de Alcohol en adultos mayores de 19 años fue del 40.4%; no obstante, este consumo es mayor en población de 20 a 29 años (51.8%), en los hombres (56.5), y solteras (47.4%).[1]

La ENSANUT de 2021 reportó qué en México 1 de cada 5 adolescentes consume alcohol, esto equivale a más de 4.6 millones de adolescentes de entre 10 y 19 años, sin embargo “los mexicanos comienzan a beber aproximadamente a los 12 años. Al iniciar a una edad tan temprana esta `costumbre´ traerá problemas graves en el desarrollo social y emocional del adolescente que está consumiendo”, comparte Adrián Izar, terapeuta en adicciones de Grupo Punto de Partida.

Cultura mexicana y alcohol

“Desde tiempos remotos, el mexicano ha relacionado el alcohol con dos cuestiones: la hombría y la diversión. Muchas veces creemos que beber alcohol es sinónimo de ser una persona grande o adulta y erróneamente pensamos que si no hay alcohol en una celebración ésta no vale la pena”, agrega el especialista Adrián Izar.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los adultos jóvenes de entre 20 y 29 años están expuestos a un mayor riesgo -hasta tres veces más-, de sufrir las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol en comparación con los conductores mayores de 30 años, cualquiera que sea el nivel de alcoholemia.

Las víctimas no siempre son los conductores que han bebido alcohol, sino también sus acompañantes o los pasajeros de otros vehículos, además de otros usuarios de las vías, como peatones, ciclistas y motociclistas.

Conducir de forma segura requiere concentración, coordinación, buen juicio y reacciones rápidas al entorno. Cualquier alcohol u otras drogas perjudica la capacidad de conducir con seguridad, dice el experto.

Investigadores del Boston Medical Center, la Universidad de Boston y la Universidad de Victoria en Columbia Británica, descubrieron que los accidentes automovilísticos mortales relacionados con el consumo de cannabis y alcohol se han duplicado más en los Estados Unidos en las últimas dos décadas.

El alcohol y los menores de edad:

El consumo de alcohol entre menores de edad conlleva una serie de riesgos y consecuencias negativas.

1. Provoca muertes. Cada año, el alcohol es un factor significativo en las muertes de personas menores de 21 años. Esto incluye muertes por choques automovilísticos, homicidios, sobredosis de alcohol, caídas, quemaduras, ahogamientos y suicidios.
2. Conlleva lesiones. Provoca que los jóvenes tengan accidentes y se lesionen.
3. Afecta el juicio. Se eligen malas decisiones sobre la toma de riesgos, como el comportamiento sexual sin protección, conducir borracho y la conducta agresiva o violenta.
4. Aumenta el riesgo de agresión física y sexual. Está asociado a una mayor probabilidad de ser víctima o autor de violencia interpersonal.
5. Puede llevar a otros problemas. El consumo de alcohol también se asocia con el consumo de otras sustancias.
6. Interfiere en el desarrollo cerebral. Las investigaciones demuestran que el cerebro de las personas se sigue desarrollando hasta mediados de los 20 años. El alcohol puede alterar este desarrollo, lo que podría afectar tanto a la estructura del cerebro como a su función. Esto puede causar problemas cognitivos o de aprendizaje.

“Es importante recordar que el alcohol es una sustancia que altera el funcionamiento del cerebro. Aunque la recomendación sería no consumirlo, por las fiestas decembrinas muchas personas lo consumirán, por lo que se sugiere que si tomas alcohol debes acordar que un conductor -que no haya estado bebiendo-,  te lleve a casa”, comparte Adriana Gutiérrez, psicologa clínica y especialista en adicciones de Grupo Punto de Partida.

Recomendaciones para la temporada decembrina

• No permitas que tus amigos conduzcan bajo los efectos del alcohol y/o las drogas.
• No viajes con un conductor ebrio.
• Si estás organizando una fiesta en la que habrá alcohol, recuerda a tus invitados que planifiquen con anticipación: Acuerda un conductor designado de confianza que no beba alcohol ni consuma drogas.
• Utiliza siempre el cinturón de seguridad en cada viaje, independientemente de si se es el conductor, el pasajero del asiento delantero o el pasajero del asiento trasero. El uso del cinturón de seguridad reduce aproximadamente a la mitad el riesgo de morir o sufrir lesiones graves en un accidente.

Fuente: Centers for Disease Control and Prevention

¿Qué es el Ingreso No Voluntario?

El ingreso no voluntario es una modalidad en la cual una persona que padece de alcoholismo no acepta que tiene un problema y mucho menos acepta ser tratado de manera residencial.

Entonces, “a través de un oficio que se lleva a la autoridad competente el usuario es atendido de manera residencial involuntaria a petición de un familiar responsable, asimismo con el aval de un médico tratante que dice que la persona necesita el internamiento, pues está en riesgo su vida y su integridad física así como la de otras personas”, añade el psicólogo Adrián Izar.

http://www.grupopuntodepartida.com

[1] https://www.saludpublica.mx/index.php/spm/article/view/13187