A nombre de más de 20 universidades y organizaciones civiles, anunciamos el Referéndum académico y ciudadano en el marco del Foro Nacional de Atención a la Diabetes tipo 2 en México para aportar propuestas de solución a este problema en medio de la emergencia sanitaria causada por el COVID-19, señaló Julieta Ponce, directora del Centro de atención Alimentaria (COA)  una de las organizaciones convocantes del evento.

Recordó que este 1 de noviembre se cumplen cuatro años de haber declarado la emergencia epidemiológica por diabetes tipo 2 y obesidad en México. “Ahora, la COVID-19 nos obliga a hacer un alto como comunidad mexicana y replantear desde los conceptos hasta los modelos de atención cuando se habla de diabetes tipo dos”.

 En tanto, César Cornejo, quien es fundador de la organización Cicluz Salud y parte del equipo organizador, dijo que, prácticamente 7 de cada 10 muertes por COVID-19 en México están relacionadas con esta condición.

La pandemia ha dejado ver la realidad mexicana de una epidemia sobre otra. La diabetes es la primera causa de ceguera, amputaciones no traumáticas, insuficiencia renal terminal e infarto al miocardio, consecuencias dolorosas y costosas en todos los sentidos por falta del cuidado cuando se vive con diabetes. La muerte por diabetes llega 8 años antes a personas pobres y son ellas quienes sufren 2.5 veces más heridas críticas por pie diabético.

Julieta Ponce resaltó que “Vamos 25 años tarde para anticiparnos a las complicaciones y a muertes evitables por diabetes. Con base en la ENSANUT 2018, 1 de cada 10 personas adultas en México saben que padecen diabetes tipo 2, sin embargo, afecta más a las mujeres (11.4%) que a los hombres (9.1%)”. El número real de personas afectadas con este tipo de diabetes se estima en alrededor de 12 millones o más, pero ha avanzado más en zonas rurales comparada con las urbanas.

De hecho, 1 de cada 3 personas con prediabetes tienen entre 20 y 39 años y podría derivar en diabetes en tan sólo 2 años, Un tratamiento oportuno podría evitar más de la mitad de nuevos casos (58%)[1] de acuerdo con datos de la Federación Internacional de Diabetes.

El primer nivel de atención a la salud está desbordado, el segundo y tercero sólo pueden en este momento ofrecer medicamentos, tal como comentó la Dra. Adriana Monroy, doctora en ciencias del Hospital General de México y además argumentó que, por cada 100 pesos invertidos en diabetes, 93 se destinan a complicaciones y sólo 7 pesos a tratamientos y consulta.

Por estas razones, la solución a este problema ya rebasa los consultorios. Es momento de deconstruir incluso el concepto de salud-enfermedad para analizarlo y generar propuestas de solución. La pandemia nos ha dejado un posible camino. La descolonización del pensamiento, señalò Julieta Ponce. La evidencia científica es un abordaje adecuado pero insuficiente, ahora es indispensable considerar los saberes empíricos y socioculturales.

El interés legítimo de las organizaciones convocantes radica en la preocupación de adecuar los programas universitarios, optimizar los servicios médicos, hacer rendir el presupuesto existente, reiniciar la base de una nueva cultura del cuidado de la salud y fortalecer a las familias y sus entornos.

Esta propuesta estará plasmada en el Foro Nacional de Atención a la Diabetes Tipo 2, donde participan más de 20 universidades y organizaciones sociales durante 9 días de noviembre, entre el 5 y el 21 del mismo mes.

Queremos asumir nuestro papel social de ser parte de la solución. El Dr. José Del Tronco Paganelli de FLACSO México, quien es parte del consejo académico, describió la metodología del FONADI el cual incluye tres etapas; ver, pensar y actuar; donde se pretende analizar las problemáticas, sus posibles soluciones y las acciones colectivas, respectivamente. Con esa información se trabajará en mesas y al final se entregará a la Secretaría de Salud.

La construcción de decisiones colectivas es una virtud de la sociedad organizada, el ejercicio del primer Referéndum académico y social de la Diabetes Tipo 2 tendrá como objetivo llegar a acuerdos por consenso para fortalecer la participación ciudadana en los asuntos públicos de la forma más democrática posible.

El proceso virtuoso del nuevo etiquetado ha abierto la puerta para continuar con la incidencia en una política pública desde abajo, necesaria para contener las enfermedades y muertes derivadas de la sindemia