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Por primera vez en México, una investigación de la ONG Igualdad Animal documenta la industria de la acuacultura revelando cómo la crueldad y el maltrato son habituales ante la falta de leyes en nuestro país que protejan a estos animales

Asfixiados: la cruel indiferencia hacia los peces

Igualdad Animal lanza su última y cuarta investigación de este año, en la cual sus investigadores encubiertos se infiltraron por primera vez en granjas de tilapia en México para destapar el sufrimiento de los peces explotados y matados para consumo en manos de la acuacultura, debido a la falta de leyes que los protejan de la crueldad.

Asfixiados: la cruel indiferencia hacia los peces
Entre agosto y octubre de 2021, investigadores encubiertos documentaron diversas granjas acuícolas en Jalisco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo

De acuerdo con SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural), no existen “Normas Oficiales Mexicanas u otros ordenamientos que regulen el proceso sanitario de la carne de peces y otros animales del medio acuático”, mientras que CONAPESCA reconoce que estos se dejan morir de asfixia fuera del agua a pesar de las evidencias de que los peces sienten dolor.

Desde 2018, Igualdad Animal ha denunciado públicamente en diversos países las prácticas de la industria pesquera que provocan sufrimiento a los animales acuáticos, como, la matanza de atunes y la pesca de arrastre en Italia,  la venta de peces vivos en India y la matanza sin aturdimiento en Reino Unido y Estados Unidos. Pero, nunca antes en México y la evidencia que hoy sale a la luz es alarmante.

La industria de la carne es despiadada con los animales independientemente de dónde se encuentre y a cuáles animales explote, pero en el caso particular de los peces es aún peor, pues todo ocurre sin ninguna ley que los proteja.

Entre agosto y octubre de 2021, investigadores encubiertos documentaron diversas granjas acuícolas en Jalisco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, encontrando que en esta industria a los peces se les deja morir asfixiados o los matan estando plenamente conscientes, prácticas que provocan que los peces sufran una de las agonías más dolorosas.

«Las prácticas que son aplicadas a los peces para su cría y consumo serían consideradas ilegales si fueran utilizadas con animales criados en tierra como vacas y cerdos, a pesar de ello, se practican regularmente y  no existe legislación que lo impida,» Dulce Ramírez, Vicepresidenta para Latinoamérica de Igualdad Animal.

En las impactantes imágenes recopiladas por los investigadores se puede observar problemas serios de sanidad y bienestar:

Falta de sanidad: Son criados en estanques en los que el agua está contaminada por sus desechos;

Violencia: Las  crías de peces son manejadas con violencia, mueren al ser aplastadas por el peso de otros y, al igual que las hembras, son desechadas al no ser consideradas económicamente rentables;

Hacinamiento: Hasta 400 kg de peces fueron metidos en un mismo contenedor aplastándose unos contra otros;

Canibalismo: En una de las granjas los operadores mencionaron que los peces tenían meses sin ser alimentados por lo que empezaron a comerse entre ellos;

Los peces que tienen alguna lesión son arrojados a la basura o usados como alimento para otros animales;

Asfixia: A los peces más grandes de 2-4 años los dejan en el piso para que mueran por asfixia. Presenciaron cómo a un pez lo dejaron agonizar hasta por 40 minutos;

El cambio de un tanque a otro tarda entre 6-8 horas durante las cuales mantienen a los peces con poco oxígeno, expuestos al sol directo y con tan poca agua que apenas podían cambiar de posición o desplazarse;

Matanza cruel: Los peces son matados sin ser previamente aturdidos, les extraen las vísceras mientras se encuentran conscientes. Aún después de esto algunos muestran señales de vida como abrir la boca, expandir las branquias y retorcerse.

De acuerdo al análisis de la Dra. Lynne Sneddon, directora de ciencias bio-veterinarias de la Universidad de Liverpool, los peces experimentan dolor en un nivel comparable a los mamíferos. Igualmente, en cuanto a su conducta también pueden hacer lo mismo que ellos: formar relaciones, recordar sus propias acciones, tomar decisiones (evaluar riesgos y beneficios), tienen sentimientos (experimentan estados afectivos positivos y negativos) y también tienen algún nivel de conciencia.

«Sabemos tan poco de ellos que se les confunde con plantas y la forma en que son tratados está por encima de lo violento. Este trabajo de investigación documenta por primera vez en nuestro país lo que viven los animales más matados y consumidos del mundo, y al mismo tiempo los más desamparados de todos», investigador oculto de Igualdad Animal México.

Aún ante las evidencias científicas que reconocen su capacidad de sentir dolor, en México no existe ninguna regulación ni obligatoriedad sobre Bienestar Animal en peces, por tanto, no existen leyes que los protejan durante su crianza, transporte y matanza, debido a que Ley Federal de Sanidad Animal ni siquiera los reconoce como animales, lo que ocasiona graves actos de crueldad en manos de personas que no están capacitadas para su manejo ni sobre las necesidades específicas de las distintas especies.

Los peces son los animales más maltratados y consumidos de la tierra -tanto que su cantidad se calcula por toneladas en lugar de número de individuos -, y, al mismo tiempo, los más desamparados ante los actos crueles que la industria comete contra ellos.

Asfixiados: la cruel indiferencia hacia los peces
En las impactantes imágenes recopiladas por los investigadores se puede observar problemas serios de sanidad y bienestar

El Sentience Institute estima que los animales explotados para consumo, mundialmente, se componen de la siguiente manera:

  • Peces. Límite inferior y superior: 56-87%
  • Pollos en engorde. Límite inferior y superior: 7-24%
  • Gallinas ponedoras. Límite inferior y superior: 3-10%
  • Bovinos. Límite inferior y superior: 1-2 %
  • Porcinos. Límite inferior y superior: 0-1%

En la producción internacional, México ocupa el número 16 y el número 18 del ranking de acuacultura (Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca, 2018).

En 2015, tan sólo el 6% de la producción acuícola mundial estaba certificada de acuerdo a estándares particulares y voluntarios como: RSPCA welfare standards, ASC, Finfish and Crustacean Farms, GLOBALG.AP, Humane slaughter of finfish farmed around the world.

El departamento legislativo de Igualdad Animal México trabaja para lograr que todos los animales criados para consumo tengan protección legal y la crueldad cometida contra ellos sea castigada.