Investigadores, académicos, expertos y representantes de organizaciones de la sociedad civil afirmaron que la vaquita marina aún no está extinta y tiene viabilidad genética para su recuperación en México.

En conferencia de prensa en las instalaciones del Museo de las Ciencias, Universum, en Ciudad Universitaria, dijeron que realizaron una expedición entre el 24 y 30 de septiembre en el Alto Golfo de California, y que ahí lograron observar, fotografiar y videograbar a seis vaquitas marinas, en las que se incluyen a sus crías, lo que da esperanza para realizar el rescate de la extinción del panda marino.

Diego Ruiz, director del Museo de la Ballena reveló que existe una propuesta para colocar barreras físicas flotantes en las inmediaciones del área de refugio de la vaquita marina con el fin de evitar el ingreso de embarcaciones

Armando Jaramillo, encargado del Programa de Monitorización Acústica de Vaquita Marina del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), detalló que por el momento no pueden dar a conocer datos actualizados sobre la población de la marsopa, debido a que se siguen realizando estudios y obteniendo resultados, por lo que darlas a conocer en este momento provocaría un margen de “error enorme, perjudicando a una posible sobrevivencia, pero es muy seguro que un seis de especímenes vistos salga para el total poblacional que se tendría para el 2019”.

Por su parte Lorenzo Rojas Bracho, del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA), aseguró que uno de los problemas es que “se capturan a los delincuentes (de totoaba) y a los dos días salió libre de la cárcel, existe algo que hace falta en las leyes porque se liberan a los criminales y no son los pescadores, se trata de un grupo que viene de otro lugar ajeno al Alto Golfo de California”.

“En ningún otro lado del mundo y nadie ha controlado el crimen organizado en sus diferentes modalidades como la pesca ilegal o la trata, pero aquí tenemos a un gobierno que está por entrar que trae una bandera anticorrupción y hay un laboratorio para empezar a trabajar y están en la disposición de hacerlo”, abundó.

La esperanza es lo último que se tiene que ir en la conservación de las especies, “sobre todo porque lo que le suceda a la vaquita puede ocurrir en otros lugares como en Argentina o Brasil

Rojas Bracho destacó que ayer (martes 16 de octubre) sostuvieron una reunión con Josefa González Blanco, la próxima titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), “se mostró muy receptiva sobre esta propuesta de colocar barreras físicas para proteger a la especie y sobre las acciones que se deben mantener para evitar su extinción”.

Agregó que será hasta enero cuando se reúnan de nueva cuenta los integrantes del CIRVA para informar sobre el nuevo cálculo de ejemplares de vaquita marina que existen en el Alto Golfo de California, que según datos extraoficiales rondaría entre 14 o 15 individuos.

Posible cambio de estrategia con los barcos pesqueros

Diego Ruiz, director del Museo de la Ballena reveló que existe una propuesta para colocar barreras físicas flotantes en las inmediaciones del área de refugio de la vaquita marina con el fin de evitar el ingreso de embarcaciones.

“La concepción es que es una barrera que impediría que embarcaciones menores entraran; es básicamente un tubo con cerca que no permitiría que una embarcación pasara por ahí, ese es un reto de ingeniería extraordinario”, explicó.

Mientras que Lorenzo Rojas-Bracho señaló que uno de los planteamientos para detener la pesca ilegal sería hacer la revisión desde tierra y no en el mar, “porque en cuanto entre la embarcación al mar, y aunque la Marina tenga lanchas rápidas, si ellos entran al mar ya no te deshaces de la ilegalidad, porque el Alto Golfo no es un área fácil de vigilar”.

Agregó que no hace falta más dinero para disminuir la pesca ilegal sino más inteligencia, “se trata de la inteligencia financiera, porque hay pescadores ilegales que están ganando mucho dinero, a dónde va a parar ese dinero, a cuáles cuentas, algo se tiene que hacer, y eso es lo mismo como se realiza con las drogas, se sigue la ruta del dinero, eso se debe hacer”.

Resaltó que el asunto de la vaquita no se debe medir en balances sexenales, “el balance no debe hacerse así”, pero aseveró que de no actuar por parte del actual gobierno la vaquita marina se hubiera extinto, “si no se hubiera hecho lo que hizo este gobierno se hubieran extinguido las vaquitas. Con el financiamiento que hizo el gobierno mexicano pudimos detectar el inicio de la crisis con la totoaba, ello permitió iniciar con las estrategias que se hicieron”.

En cuanto a las posibles estrategias implementadas para vigilar y observar a las vaquitas explicó que la zona de resguardo conocido como El Nido, “era un lugar en donde íbamos a evaluar a las vaquitas para ver si se podían mantenerse o no en cautiverio, y esto que planteó Diego no es hacer un Nido, sino crear un cerco que flote que impide la entrada de embarcaciones, pero se está evaluando porque puede haber impactos ambientales”.

Sostuvo que la esperanza es lo último que se tiene que ir en la conservación de las especies, “sobre todo porque lo que le suceda a la vaquita puede ocurrir en otros lugares como en Argentina o Brasil… Esto no es algo sencillo, se debe convencer a los chinos que el buche de la totoaba no es algo milagroso o tónico para el vigor, y siempre ver desde la visión de la pesca, para así poder defender a la vaquita marina”.

“El peor enemigo de las vaquitas no son los totoaberos sino las autoridades pesqueras que no han hecho su trabajo, y esto no lo digo yo, sino un experto internacional. ¿Cuántos años llevamos y no existe una red alternativa que le dé de comer a los pescadores?, esto también involucra un manejo pesquero apropiado y la gobernanza en la pesca, y lo anterior no existe, incluso hay un reporte del Banco Mundial en donde señala que la gobernanza en pesca va de mal a peor; es un problema pesquero y hay que resolverlo pesqueramente”, acotó Rojas.