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Hacemos un llamado especial al Estado chileno para que el proceso de cambio que vive el país se desarrolle respetando los derechos humanos de todas las personas involucradas

Chile suspende COP25 , ONGs preocupadas

En respuesta a la noticia de que el gobierno chileno se retiró como anfitrión de la COP25, programada entre el 2 y el 13 de diciembre en Santiago, Manuel Pulgar-Vidal, Líder Global de Clima y Energía de WWF, declaró:

Chile tiene hoy la oportunidad de hacer historia, incluyendo la protección ambiental y la justicia climática como pilares en la construcción de un futuro más limpio, más justo y en equidad

“Expresamos nuestra preocupación por la desafortunada noticia de que el gobierno chileno decidió ya no ser anfitrión de las conversaciones anuales de la ONU sobre el clima (COP25), que comenzarán en unas pocas semanas. La acción climática urgente está estrechamente ligada a la vulnerabilidad social, la justicia ambiental y una transición justa. Transmitimos nuestra solidaridad con el pueblo de Chile y agradecemos a todos los chilenos y a las demás personas de todo el mundo que han estado trabajando muy duro para que la COP25 sea un éxito».

Agregó que “esperamos una respuesta rápida de la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Contamos con que en este momento de crisis climática, anuncien pronto planes actualizados para la COP25, de modo que continuemos con todos los esfuerzos para dirigir urgentemente el mundo hacia una ruta de cero emisiones netas”.

“Alentamos a los líderes mundiales a continuar apoyando el proceso y a demostrar este apoyo reforzando los compromisos de sus propios países para garantizar un 2020 extremadamente ambicioso».

Por su parte, Ricardo Bosshard, Director de WWF Chile, indicó:

“Nunca antes en Chile habíamos visto tanta consciencia ambiental y preocupación por la justicia y equidad en el acceso, uso y manejo sustentable de nuestros recursos naturales. Realizar la COP25 en el país era un sueño para quienes trabajamos por la conservación y lamentamos profundamente que se haya suspendido, pero comprendemos plenamente las razones y el contexto en que esta decisión ocurre”.

Bosshard coincidió en que esta decisión no debe bajar la urgencia que tiene seguir empujando los temas ambientales y sociales, “tanto en la COP como en otras instancias internacionales, así como en nuestras leyes, en nuestra gobernanza ambiental, y en nuestro día a día como ciudadanos conscientes”.

“La actual crisis climática es un desafío global que reproduce y exacerba las actuales inequidades sociales, por lo tanto sigue siendo muy relevante trabajar por una acción climática urgente y ambiciosa, lo que creemos debe seguir estando dentro de las prioridades para construir un Chile más justo y una planeta en que podamos vivir en armonía con la naturaleza”, agregó.

Por otro lado, la organización AIDA, lamentó la decisión del gobierno chileno de cancelar la realización de la vigésimo quinta Conferencia de las Partes (COP25) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, prevista para diciembre en Santiago. Al mismo tiempo, manifestamos nuestro apoyo al pueblo chileno ante la difícil situación que vive, la cual no garantiza la seguridad y por ende la participación que un evento de tal magnitud requiere.

Hacemos un llamado especial al Estado chileno para que el proceso de cambio que vive el país se desarrolle respetando los derechos humanos de todas las personas involucradas. El abuso de la fuerza pública es inaceptable, sobre todo en un proceso que busca reparar las heridas sociales que empañan nuestras sociedades. El gobierno chileno debe cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos.

Exhortamos también al Estado y al sector privado a dar pasos firmes hacia la transformación de Chile en un país con mayor justicia social, ambiental y climática; y a ser ejemplo para América Latina, región donde la desigualdad e injusticia solo se intensifican con los años.

Bajo la crisis social en Chile, subyace una crisis ambiental gravísima que hace tiempo corroe la equidad y que es parte de la chispa que encendió el descontento social. Dos muestras de esa realidad inadmisible son las zonas de sacrificio, donde las termoeléctricas a carbón han condenado a familias a sufrir gran parte de la contaminación atmósferica del país, enfermando y viendo truncado su desarrollo; y la privatización del agua, que implica que Chile no reconozca el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano, ni que priorice su uso para consumo humano y para el mantenimiento de ecosistemas.

Problemas similares ocurren en otros países de la región.

Esperamos que Chile continúe en su rol de Presidente de la COP, empujando con más fuerza que nunca compromisos climáticos ambiciosos, que nos ayudarán a mantener el calentamiento del planeta bajo control, mientras cumplimos con los objetivos del Acuerdo de París.

Las experiencias del último mes evidencian claramente que, ante las crisis, los cambios deben venir desde la gente, protegiendo y favoreciendo a los segmentos más vulnerables —entre ellos los más pobres y los pueblos indígenas y comunidades rurales que pueden también contribuir a las soluciones— y que son los que más han sufrido las injusticias sociales y ambientales. Los esfuerzos de Chile y del mundo para combatir la crisis climática deben asegurar una transición energética justa, participativa y respetuosa de los derechos humanos.

Chile tiene hoy la oportunidad de hacer historia, incluyendo la protección ambiental y la justicia climática como pilares en la construcción de un futuro más limpio, más justo y en equidad. Llamamos a la comunidad internacional a sumarse a esta señal de apoyo a la sociedad chilena.