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El palo volador, proveniente de Acaxochitlán, en Hidalgo, fue sembrado por el Consejo para la Protección y Preservación de la Ceremonia Ritual de Voladores, de Papantla, Veracruz

Con el Ritual de los Voladores inicia el Cencalli

El Cencalli, casa del maíz y la cultura alimentaria fue testigo del primer Ritual de los Voladores, en el marco de su primer aniversario. Esta práctica, ligada a la agricultura y fertilidad de la tierra, es una de las más antiguas de diversos pueblos indígenas de México y Centroamérica.

Con el Ritual de los Voladores inicia el Cencalli
En la ceremonia de siembra y vuelo se reconoció el valor de esta práctica prehispánica que perdura hasta nuestros días y qué está relacionada a los procesos agrícolas

Previo a su siembra, el proceso del palo volador del Cencalli inició con el recorrido de una comisión de Voladores que se adentró a la Cumbre de Santa Catarina, Acaxochitlán, Hidalgo, en busca de un árbol que reuniera las características de altura y fortaleza. Después de distintas ceremonias que forman parte del proceso de “corte, arrastre y siembra”, llegó a la Plaza Cencalli.

Así, este viernes 2 de septiembre, desde muy temprano se llevó a cabo la ceremonia ritual de siembra del palo volador con el levantamiento de este elemento vital en la danza. Mediante tarros y polines de madera que formaron orquetas tipo tijera, alrededor de 50 integrantes del Consejo para la Protección y Preservación de la Ceremonia Ritual de Voladores iniciaron la titánica tarea de sembrado del palo volador, un cedro blanco de 25 metros de altura. Posteriormente, se llevó a cabo una ceremonia de permiso y ofrenda para el vuelo de prueba.

Después de las 14:00 horas, Juan Villanueva Ramírez, Adolfo García Licona, Lisandro Esteban García, Esteban San Martín Jiménez e Irineo Pérez Morales integrantes del Consejo para la Protección y Preservación de la Ceremonia Ritual de Voladores, encabezados por Porfirio Pérez Báez, en su papel de caporal, dieron inicio al primer vuelo en el “ombligo” de la capital del país.

A la par, se ejecutó la Danza de Los Guaguas, también de origen prehispánico, que evoca los movimientos del Sol, práctica también ligada a la agricultura y la fertilidad de la tierra.

La “Siembra y vuelo. Ceremonia ritual del palo volador” es una iniciativa en la que participan la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) y el Complejo Cultural Los Pinos, en conjunto con danzantes de comunidades totonacas representados por el Consejo para la Protección y Preservación de la Ceremonia Ritual de Voladores.

En esta ceremonia estuvieron presentes la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero; el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez; el representante de la Unesco en México, Frédéric Vacheron; el presidente del Consejo de Protección y Preservación de la Ceremonia Ritual de Voladores, Francisco Emilio Dorantes; el jefe del Consejo Supremo Totonaca, Gerardo Cruz Espinosa; el titular de la DGCPIU, Antonio Rodríguez Aguirre, Frino; la directora del Cencalli, casa del maíz y la cultura Alimentaria, Genoveva de la Peña; el director del Complejo Cultural Los Pinos, Homero Fernández Pedroza; la directora general del Instituto Veracruzano de la Cultura, Silvia Alejandre; y el presidente municipal de Papantla, Veracruz, Eric Domínguez.

La secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, agradeció a Veracruz, que sembró para toda Mesoamérica este palo volador. Como parte de su mensaje, afirmó que solo las culturas de México podían regresar la dignidad a Los Pinos, espacio que, gracias al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ahora es la residencia oficial del pueblo de México.

“Las culturas de México están de fiesta hoy, tienen el espacio más digno e inimaginable, aquí se transformó la cultura del poder por el poder de la cultura… Hoy les damos las gracias también por preservar y por resistir a este momento, a presentarse aquí con todo el señorío que representa esta cultura, este proceso, esta actividad comunitaria”.

La encargada de la política cultural del país agradeció a los voladores de distintas comunidades en México que se dieron cita para este evento. Agradeció la resistencia que por 500 años han tenido, preservando sus lenguas, su cultura alimentaria, su tierra, así como tradiciones y ceremonias como esta.

“La comunidad cultural, como ustedes, reconstruye, preserva y enseña la armonía y enseña la paz. Están emergiendo con enorme dignidad estas raíces, este es el tiempo donde tenemos que regresar a regar, a sembrar, a poder cuidar lo que nos ha dado esta tierra con mucho respeto con esta ritualidad”, dijo.

Por su parte, el titular de la DGCPIU, Antonio Rodríguez Aguirre, Frino, reconoció la unión de esfuerzos para llevar a cabo este acto simbólico. “Acá, donde antes solo sobrevolaban los helicópteros, hoy va a tener un vuelo de otra índole, uno que va a mostrar la dignidad con la que se portan los saberes ancestrales, con la que se practican las ceremonias y rituales de los pueblos indígenas”. Anuncio, además, un calendario para reproducir este ritual con la participación de voladores de Veracruz, Puebla, San Luis Potosí, Hidalgo y Michoacán, además de delegaciones de Guatemala y Nicaragua.

El representante de la Unesco en México, Frédéric Vacheron, expresó que, “para la Unesco, el pueblo totonaca ha construido un proceso de generación cultural sin igual, la región posee una importante diversidad cultural y patrimonios en un mismo sitio”.

El presidente del Consejo de Protección y Preservación de la Ceremonia Ritual de Voladores, Francisco Emilio Dorantes, reafirmó que este sembrado permite hacer presentes a los voladores y visibilizar este ritual. “En el pasado hicimos frente a la colonización, a la inquisición y a la evangelización. Y en la actualidad, haciendo frente a los casos de discriminación, a la distorsión de los valores de nuestra tradición y el uso inadecuado y no autorizado de la imagen de los voladores por diversas empresas y autoridades”.

La ceremonia finalizó con las palabras del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez. “Hoy estoy también remarcando cómo el pueblo del Totonacapan ofrece compartir este ritual con otras culturas de otros estados, también de los pueblos originarios”.

El evento contó con la compañía de habitantes de diferentes comunidades de donde provienen los voladores de Papantla, Veracruz, como el Ojital Viejo, El Remolino, Gildardo Muñoz, Santa Agueda, Zapotal Santa Cruz, Plan del Palmar, Papantla, San Lorenzo Tajín, Plan de Hidalgo, Poza Larga Zapotal y Zoquiapan; Además, estuvieron invitados danzantes provenientes de Cuetzalan, en Puebla.

Con el Ritual de los Voladores inicia el Cencalli
A la par, se ejecutó la Danza de Los Guaguas, también de origen prehispánico, que evoca los movimientos del Sol, práctica también ligada a la agricultura y la fertilidad de la tierra

A esta celebración, que se enmarca en el primer aniversario de Cencalli, la casa del maíz y la cultura alimentaria, el gobierno de Veracruz, a través del Instituto Veracruzano de la Cultura se sumó con la participación de portadoras y portadores culturales, quienes invitaron al público a deleitarse con una expoventa artesanal y gastronómica en la Muestra cultural Totonacapan en Los Pinos, en la que también se impartieron talleres y charlas en torno a la riqueza de esta región.

Esta iniciativa de “Siembra y vuelo” se extenderá con la participación grupos de voladores de Cuetzalan, Puebla, el 10 y 11 de septiembre; durante la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (Mondiacult) 2022, la cual es convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y organizada de manera conjunta con México, país sede de este encuentro, en el mes de septiembre; el 8 y 9 de octubre por parte de voladores tének y el 22 de octubre con la ejecución de este ritual en el que intervendrán voladores mazahuas