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El economista dictó la conferencia magistral “Desigualdad, Financiamiento y Políticas Públicas para el Desarrollo”, en el cuarto día de trabajos del Primer Coloquio Internacional: La Humanidad Amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?

Cultura de la igualdad: gran apuesta progresista

Ante los contextos económicos y financieros adversos, en el seno de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) -como organismo de las Naciones Unidas- se ha abierto un amplio debate neoestructuralista, que ha permitido introducir corrientes de pensamiento alternativas que dan alta prioridad a la igualdad e inclusión de las comunidades en los nuevos modelos de desarrollo.

Cultura de la igualdad: gran apuesta progresista
Los elementos centrales de análisis y que lamentablemente no se han sobrepasado en la región, son: baja diversidad productiva, heterogeneidad estructural y oferta abundante de mano de obra

Ricardo Bielschowsky, doctor en economía, profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro y asesor de la CEPAL, aseguró que en los últimos 20 años esta postura se ha traducido en la adecuación de esquemas metodológicos para lograr las transformaciones sustentables deseadas.

Durante la conferencia magistral “Desigualdad, Financiamiento y Políticas Públicas para el Desarrollo”, en ocasión del Primer Coloquio Internacional: La Humanidad Amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?, el académico aseguró: se han puesto en el centro del debate  tres elementos interdimensionales básicos: la centralidad de la igualdad, los pactos para la igualdad y la cultura del privilegio.

“El punto del privilegio fue bastante osado porque es la idea de eliminar la cultura del privilegio e impulsar la cultura de la igualdad. La cultura del privilegio entendida como herencia de los tiempos coloniales que naturaliza jerarquías sociales y enormes asimetrías de acceso a derechos. Yo diría que es la parte progresista más fuerte”, indicó.

Señaló que para llegar a lo anterior, en la CEPAL se transitó en siete sectores prioritarios bajo un “gran impulso” para cerrar las brechas que, hasta la fecha, siguen limitando el desarrollo de los países, y están sustentados en energías renovables; movilidad sostenible y espacios urbanos, revolución digital, industria de la salud; economía basada en la sostenibilidad, economía circular; y un turismo sostenible.

“La CEPAL es conocida por las tesis estructuralistas clásicas, pero esas tesis son subproducto de un sistema analítico más amplio permanente a lo largo de los 75 años de su existencia, y capaz de ayudar a pensar el futuro: la teoría estructuralista del subdesarrollo latinoamericano en las condiciones de periferia. Es capaz de ayudar a pensar el futuro porque el subdesarrollo no ha sido superado”, puntualizó.

Los elementos centrales de análisis y que lamentablemente no se han sobrepasado en la región, son: baja diversidad productiva, heterogeneidad estructural y oferta abundante de mano de obra con ingresos limitados a la subsistencia, y la estructura institucional poco favorable para la acumulación de capital, aseveró.

En los años 50 de siglo pasado, recordó, existía baja diversidad productiva y especialización en bienes primarios, hoy en día hay diversidad productiva y exportadora inadecuada con bajos efectos de encadenamiento y densidad tecnológica. “Las consecuencias es que persiste una debilidad de estructura productiva”.

“Antes había oferta abundante de mano de obra, informalidad y desigualdad, lo cual es el espejo de la heterogeneidad productiva, que tiene como consecuencias la brecha de productividad con relación a los países centrales”.

Por ello, prosiguió, ante los cambios tan limitados para el desarrollo socioeconómico y sostenible en la región, la etapa neoestructuralista que se ubica en la quinta década de funcionamiento de la CEPAL, es decir en los años 90, que fue de adaptación a la nueva era de inserción en la globalización, o sea, el estudio y análisis neoestructuralista.

“La CEPAL abrió una especie de tregua con el estructuralismo para dar paso al neoestructuralismo, hizo una pausa de sus principios fundamentales. Hubo una continuidad con el pensamiento clásico, pero hubo una adaptación a la globalización”, señaló.

Es por ello que, “a partir de 1990 la institución analiza en forma crítica las reformas, señalando tanto sus méritos como sus errores e insuficiencias. Se reconoce la necesidad de introducir revisiones en relación con la participación del Estado en la vida económica y con los instrumentos y mecanismos de intervención, asignándole un papel clave a su contribución en la agenda de desarrollo”.

Con este punto de partida, subrayó, es que en el organismo internacional se reconoce la importancia de impulsar una agenda financiera, productiva, social y ambiental para el desarrollo de un país y por lo tanto de una región, una mirada al futuro. Recientemente también se introdujo el estudio y análisis en distintos rubros de la pandemia por la COVID 19.

El economista expuso cómo en Brasil se ha aplicado la metodología de la CEPAL basada retomando varios esquemas neoliberales. “Existe un esquema estructuralista porque es relativo a las estructuras productivas y distributivas, pero a la vez social desarrollista, que se basa en la inclusión social con sostenibilidad y progreso técnico”.

Al hacer uso de la palabra, el director de la Facultad de Economía de la UNAM, Eduardo Vega López, quien coordinó la cuarta jornada de los trabajos del Primer Coloquio, destacó algunas de las preocupaciones centrales que en su opinión deben considerarse en una conversación pública informada, educada, ecuánime, pero preocupada por los desafíos que estamos enfrentando.

En primer término se refirió a los desarreglos sistémicos de la economía global que se traduce, entre otras realidades agobiantes, en conflictos geopolíticos,  en tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, en la invasión rusa en Ucrania y sus consecuencias adversas sobre el mercado de granos, alimentos y energía primaria de origen fósil.

En segundo lugar, el tema de la innovación tecnológica desbordada y dinámica, así como la súbita aparición de la inteligencia artificial que nos impone también preocupaciones.

Cultura de la igualdad: gran apuesta progresista
“La CEPAL abrió una especie de tregua con el estructuralismo para dar paso al neoestructuralismo, hizo una pausa de sus principios fundamentales

Y abundó: otros tópicos que merecen atención prioritaria de cara al futuro son: las enfermedades crónicas que aún no hemos podido erradicar, así como las epidemias y pandemias que son devastadoras; sin olvidar el narcotráfico, la inseguridad diaria, la violencia que además genera migraciones masivas en el planeta.

“No se trata de deprimirnos, se trata de ponernos a pensar con urgencia y con los elementos analíticos rigurosamente construidos, para que, identificando trayectorias ya cruzadas, identificando tendencias que se mantienen hoy día, que se proyectan como escenarios de desenlace futuro preocupantes, que tenemos que discutir”, concluyó.