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Silvia Soriano Hernández, Adolfo Christian Castro Solís, Arturo López Vargas y María Fernanda Uribe Cruz analizaron la situación entre ambas naciones debido a la irrupción en la sede diplomática mexicana, acto que consideraron una barbarie

Diálogo en crisis diplomática México-Ecuador

El ingreso de las fuerzas armadas en la embajada de México en Ecuador es un acto de barbarie cimentado en la ignorancia, suceso que debe solucionarse por la vía de las negociaciones diplomáticas y a través de los organismos multilaterales, coincidieron en señalar académicos e internacionalistas de la UNAM.

Diálogo en crisis diplomática México-Ecuador
Llamaron a no asumir posturas que lleven a la polarización ideológica

Durante la conferencia de medios ¿Qué está pasado entre México y Ecuador?, la investigadora del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, Silvia Soriano Hernández, apuntó: la invasión a la  sede diplomática debe entenderse en el contexto de la presidencia de Daniel Noboa, quien como representante de un gobierno de derecha busca mantenerse en el poder a cualquier precio, aun violentando el Derecho Internacional.

Hay que enmarcar este hecho en el ámbito de lo que significan los gobiernos de la derecha y la izquierda en el contexto latinoamericano, en donde a partir de la salida de Rafael Correa ha habido un viraje importante y se ha librado una fuerte disputa con miras a que la primera se consolide y la segunda pierda representación en el país, a partir de sus propias divisiones internas, subrayó.

Y añadió: “La izquierda, siempre dividida, ha permitido que la derecha se coloque en el escenario, con el presidente anterior Guillermo Lasso Mendoza, un banquero metido en la política y con el presidente actual Daniel Noboa, hijo del hombre más rico de Ecuador que por cinco ocasiones buscó ser presidente y no lo consiguió, pero que ahora con su hijo se siente ya realizado, en lo que significa la presencia de la derecha”.

Soriano Hernández manifestó que la llegada a la presidencia de un “junior” como Daniel Noboa ha agudizado la crisis política en Ecuador y se transforma de ser una nación pacífica a una violenta.

Al hacer uso de la palabra, el profesor del Centro de Relaciones Internacionales (CRI), de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Adolfo Christian Castro Solís, insistió en que no se puede descartar que detrás de este acto estén los intereses de la Unión Americana, en su afán por debilitar el avance de la izquierda en América Latina y fortalecer a los gobiernos de derecha afines.   

El mensaje que buscaría enviar esa nación es seguir apuntalando su poder hegemónico en Latinoamérica y contrarrestar la influencia china en nuestra región, que en los últimos años ha estado en disputa por ambos bloques

En ese sentido, el profesor Arturo López Vargas, de esa entidad académica, enfatizó que hasta ahora la política exterior del actual gobierno de México se ha caracterizado por tratar de contrarrestar esa subordinación conflictiva que históricamente nuestra nación ha mostrado frente a EUA.

Es decir, acotó, “una subordinación en temas migratorios o comerciales, pero que tiende al conflicto precisamente en la relación de México con América Latina, particularmente con países opositores a los intereses de Estados Unidos en la región como pueden ser Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua”.

Más adelante, María Fernanda Uribe Cruz, también académica del  CRI de la FCPyS, se refirió a las reacciones de la comunidad internacional y destacó que en su mayoría han sido de condena, lo que permite anticipar que el conflicto no seguirá escalando y descartar que estas acciones se repliquen en otros países de la región.

Más allá de la condena hacia el suceso particular del 5 de abril y sobre el rompimiento de las relaciones diplomáticas, hay una reacción a favor de que se promueva el diálogo para revisar esta crisis y reforzar los mecanismos, con el propósito de garantizar el respeto al Derecho Internacional e identificar las vías ideales para solucionar el conflicto.

Los analistas internacionales destacaron que este suceso debe resolverse por la vía de las negociaciones diplomáticas y a través de los organismos multilaterales, por lo que llamaron a no asumir posturas que lleven a la polarización ideológica de la región; sobre todo evitar la exacerbación de falsos nacionalismos o actitudes xenofóbicas en contra de la comunidad ecuatoriana, que nada tienen que ver con las acciones de su gobierno.