Y es que Morena y sus aliados cuentan con una mayoría simple tanto en la Cámara de Diputados (254) como en el Senado de la República (76) pero carecen de unos cuantos elementos más para poder llegar a la mayoría calificada
El Príncipe/Pacto por México 2.0
Luis Alberto Alonso @ikaro_46
El dicho asegura que “el pez por la boca muere”… y tal el caso de “El Pejelagarto” Andrés Manuel López, quien después de nadar plácidamente en las tropicales aguas del triunfo presidencial con las corrientes de las mayorías legislativas a su favor, ha advertido que, al igual que Enrique Peña Nieto, necesitará de su propio Pacto por México para afrontar el inicio de su administración. En efecto, el invierno se acerca y su mayoría no será suficiente para llegar a la presa que busca, un cardumen de ingenuos electores.
A lo largo de los últimos cien días se ha hecho eco una melodía mediática tan falsa como el canto de las sirenas: Morena tiene mayoría absoluta en el Congreso de la Unión y podrá hacer lo que quiera.
Lo anterior no es más que un cuento de hadas, un cuento para ingenuos, pues.
Y es que Morena y sus aliados cuentan con una mayoría simple tanto en la Cámara de Diputados (254) como en el Senado de la República (76) pero carecen de unos cuantos elementos más para poder llegar a la mayoría calificada que les permitiría hacer y deshacer el marco jurídico del país al antojo de López Obrador.
Retirado el velo de la simulada superioridad numérica (de la ética mejor ni hablar, jamás intente razonar con un fanático), es entendible por qué el coordinador de los morenos en el Senado, Ricardo Monreal, se prestó a un diálogo público simulado con otros líderes de bancada para acordar el “Programa Legislativo para el Primer Periodo Ordinario de Sesiones” consistente en 19 puntos de máxima urgencia.
Es decir, esta agenda debe ser desahogada antes del 31 de diciembre y la única balsa de rescate es la negociación cupular que tanto criticaron los ex perredistas que formaron Morena.
De éstos 19 temas, 13 son de máxima necesidad política para las bancadas de Morena, PAN y el PRD. No obstante, cuando menos en 10 de esos temas Morena tiene un interés particular, pues de tales reformas depende la gobernabilidad centralista y anti-institucional que pretende mantener Andrés Manuel López Obrador.
Se trata, ni más ni menos que de echar abajo la Reforma Educativa para devolver el poder al Magisterio, la creación de una súper Secretaría de Seguridad Pública en manos de un Durazo, recortar recursos a todos niveles para centralizarlos en la Presidencia (¿quién habló de reducir o eliminar impuestos?), reformar el marco constitucional para aplicar consultas a voluntad de los gobernantes de Morena sin la intervención del INE, nombrar por fin a un fiscal carnal que cubra las espaldas de AMLO, llevar mano en las concesiones para el aprovechamiento del agua (el presidente electo perdió la memoria y no recuerda que esas eran tranzas de la mafia del poder) e inminentes cambios en PEMEX que devuelvan todo el poder al Ejecutivo.
En efecto, ésta vez se olvidó la pompa con que Peña anunció el Pacto por México hace seis años. Pero es que la situación es apremiante y no puede esperar más: Andrés Manuel López Obrador necesita que le ambienten la pecera antes de entrar a nadar el 1 de diciembre o comenzará a dar muestras de la recalcitrante intolerancia que lo define.
La última y nos vamos…
Ya que hablamos de acuerdos simulados, es momento de llamar la atención de la ciudadanía de cara a la encuesta patito con la que Andrés Manuel López Obrador busca echar atrás el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y hacerle saber que otra encuesta se llevará a cabo a la par de forma totalmente abierta.
Sí, mientras la organizada por los afines a Morena se llevará a cabo en zonas donde AMLO arrasó el pasado 1 de julio, la #ConsultaParaTodos se celebrará a través de medios digitales y podrá participar todo aquel que esté interesado.