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La edición de 2019 llamó a los ciudadanos a inspirar acciones que ayuden a conservar la naturaleza y la biodiversidad que están declinando a un rango sin precedentes y que son fundamentales para sostener la vida en la tierra

La Hora del Planeta apagó las luces de monumentos de CDMX para conservar la biodiversidad y la naturaleza

El Monumento a la Revolución se apagó completamente en punto de las 20: 30 hrs dejando sólo iluminando con veladoras pequeñas el continente americano, que se colocó en el piso, a manera de mapa, mientras que alrededor estuvieron como testigos niños scouts, quienes prendieron las veladoras en honor a la Hora del Planeta.

Desde hace más de 10 años, La Hora del Planeta ha mostrado ser un movimiento global que reconoce el papel de los individuos en la creación de soluciones para enfrentar los retos ambientales más apremiantes

En el evento organizado por el Gobierno de la Ciudad de México y la WWF México, en donde participaron el coro de Chapultepec, que ofreció un repertorio de música mexicana y los Boys Scouts de México, la Secretaria del Medio Ambiente de la CDMX, Marina Robles García y el Director de WWF México, Jorge Rockards, enviaron un mensaje el niño Oliver Maxien Gleusteen González, embajador del objetivo 13, Acción por el Clima de la Agenda 2013 y la niña Emely Danae Jiménez Herrera, Insignia Scout mundial del medio ambiente.

“La Hora del Planeta  es un movimiento global que simboliza el deseo y la voluntad de lograr cambios. La ciudad de México ha participado en este evento desde 2009 y en 2019 suma a 59 edificios públicos, monumentos icónicos  y empresas. Para enfrentar el cambio climático necesitamos una colaboración extensa donde participen todos los sectores de la mano con la ciudadanía. Las acciones en el ámbito local pueden tener un impacto inmediato y sumarse para crear soluciones globales”, advirtió Marina Robles García.

Desde hace más de 10 años, La Hora del Planeta ha mostrado ser un movimiento global que reconoce el papel de los individuos en la creación de soluciones para enfrentar los retos ambientales más apremiantes. Asimismo, muestra el poder colectivo que pueden tener millones de simpatizantes para construir un futuro sustentable para todos

“La Hora del Planeta de 2019 es una poderosa oportunidad para empezar a empujar acciones que busquen revertir la pérdida de la naturaleza. En 2020, los líderes del mundo estarán tomando decisiones clave para el medio ambiente, el clima y el desarrollo sustentable en distintas convenciones internacionales. Debemos impulsar un compromiso internacional para detener la pérdida de nuestras riquezas naturales. Requerimos un Nuevo Acuerdo para la Naturaleza y las Personas”, subrayó Jorge Rickards.

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Millones de personas en más de 180 países del mundo se unieron este 30 de marzo para celebrar La Hora del Planeta y mostrar su compromiso a favor de la protección del medio ambiente.

La edición de 2019 llamó a los ciudadanos a inspirar acciones que ayuden a conservar la naturaleza y la biodiversidad que están declinando a un rango sin precedentes y que son fundamentales para sostener la vida en la tierra.

Millones de personas en más de 180 países del mundo se unieron este 30 de marzo para celebrar La Hora del Planeta y mostrar su compromiso a favor de la protección del medio ambiente

“Por un lado tenemos la responsabilidad moral para vivir en armonía con la naturaleza, y por el otro, debemos reconocer que ésta es vital para nuestra vida cotidiana. Dependemos de ella para nuestros alimentos, al aire que respiramos, el agua que bebemos y mucho más. Sin embargo, estamos llevando el planeta al límite y nuestro entorno natural está amenazado”, advirtió Marco Lambertini, Director General de WWF Internacional.

La Hora del Planeta inició en Sydney, Australia, en 2007, y se ha extendido a más de 7 mil ciudades de todo el mundo

La Hora del Planeta inició en Sydney, Australia, en 2007, y se ha extendido a más de 7 mil ciudades de todo el mundo. El evento involucra el apagado simbólico de luces de los edificios y monumentos más relevantes del mundo- como el Coliseo Romano, el Empire State, la Torre Eiffel, el Ópera de Sydney, el Burj Khalifa o el Big Ben, en solidaridad con la lucha contra el cambio climático. En 2018, más de 12 mil monumentos y edificios locales y nacionales quedaron a oscuras durante el evento.