Más de 215 mil personas de México y de otros 120 países están haciendo un llamado a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para que detenga el megaproyecto Saguaro, que incluye la construcción de un megagasoducto desde la frontera de Texas con Chihuahua atravesando montañas, bosques y desiertos hasta llegar a la costa de Sonora donde se licuaría el gas metano para trasladarlo en gigantescos buques metaneros al mercado asiático, amenazando la salud de cientos de personas en el noroeste del país y la biodiversidad del Golfo de California, también conocido como el Acuario del Mundo.

Las organizaciones entregaron a la Presidenta de la República la respuesta que miles personas han dado a la pregunta: ¿ballenas o gas? Se sumaron a este poderoso llamado miles de niñas y niños de diez estados de la república que también contestaron la pregunta con dibujos y actividades escolares.

En el Zócalo capitalino se organizó un Ballena-Fest con músicos, artistas, gente de todas las edades con disfraces de ballenas y defensores de estos mamíferos marinos. Además, se colocaron tendederos con una muestra de dibujos que la campaña seguirá recibiendo, junto con nuevas firmas en la petición de Avaaz, hasta que se cancele el proyecto Saguaro. Para abrir actividades, desde la explanada del Palacio de Bellas Artes, una gran ballena “navegó” acompañada de un grupo de activistas en dirección hacia el Zócalo, para encontrarse con niñas, niños y adultos que ahí se reunieron.

Hoy, el Golfo de California es uno de los lugares más biodiversos del planeta. 39% de los mamíferos marinos del mundo se encuentran en sus aguas. Es el hogar de ballenas, delfines, tortugas, mantarrayas, leones marinos. Alberga 900 especies de peces, el 90% de ellas son endémicas, es decir que solo se encuentran ahí, por todo ello, ha sido catalogado por la UNESCO como Patrimonio Mundial Natural.

Su belleza se ha protegido en parte debido a que no existe el tráfico de grandes buques por sus aguas. Hoy no hay barcos de gran calado que naveguen por el Golfo de California. Afortunadamente, no hay razón para hacerlo. Esto permite que los únicos gigantes que habiten y disfruten el Golfo sean las ballenas, incluida la ballena azul, la gris, la jorobada, la de aleta y otras más.

El Golfo de California sustenta la economía de miles de familias que dependen del turismo y de la pesca en las costas de Sonora, Baja California, Sinaloa y Baja California Sur. La gente vive y sostiene a sus familias de mostrar la vida que habita en esas aguas. La mitad del producto pesquero que alimenta al país proviene de las aguas del Golfo de California.

Mexico Pacific y su proyecto Saguaro convertirían al Golfo de California en una zona de sacrificio. La exportación de gas por aguas mexicanas implicaría que buques de 300 m de largo, es decir, 60 m más largos que la plancha del Zócalo de la CDMX, transiten por el hogar de las ballenas. Las colisiones de estos barcos con las ballenas las matarían, pues esa es su principal causa de muerte, y las que tuvieran suerte de no colisionar, el ruido las ensordecería y las ahuyentaría del Golfo. No es licencia retórica decir que ésta es la decisión que se está jugando: ¿Ballenas o gas?

Además, el proyecto Saguaro significaría agravar aún más la crisis climática. Sus emisiones serían del mismo tamaño que las de dos países europeos completos: Suecia y Portugal combinados, en términos numéricos son 73 MtCO2e1. Hoy, tenemos una científica climática como presidenta de México, algo que muchos países desearían dada la urgencia que hay por actuar en congruencia con el clima.

Esperamos que en un momento en el que otros dudan de la ciencia climática y de la gravedad que ya se sufre en muchos lugares de México, nuestra presidenta refrende su compromiso climático contestando como cientos de miles de mexicanas y mexicanos: ballenas.

¿Queremos un Golfo de California vivo? Que siga alimentando familias, sosteniendo pequeños negocios mexicanos, lleno de formas de vida ¿O, un Golfo de California que le pertenezca a la industria extranjera de gas y petróleo? donde las ballenas serían un recuerdo de lo que antes había. Miles de niñas y niños, más de 215 mil personas, y esperamos que todo un país decida Ballenas y no gas.