Es el momento perfecto de prepararnos para la vejez, afirmó Zarela Chinolla Arellano
Menopausia: etapa de plenitud y crecimiento
El climaterio –concepto que engloba a la premenopausia, menopausia y posmenopausia– no debe ser considerado una limitante; por el contrario, es crecimiento, saltar de una etapa a otra, es totalmente normal y natural; tampoco debe ser tormentoso, aseguró la profesora de la División de Posgrado de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Zarela Chinolla Arellano.
Así como la menarquia indica la primera regla en una mujer y con ello el inicio de la fase reproductiva, el climaterio establece la transición de la vida reproductiva a la no reproductiva. La edad de inicio puede ser de los 40 a 45 años, pero eso se considera una forma temprana, indicó.
La menopausia, cuya edad de aparición es, casi siempre, de los 48 a los 52 años, es un periodo de plenitud y crecimiento en el ciclo de la vida, “es el momento perfecto para que las mujeres nos preparemos para entrar a la vejez, no es un proceso que nos cause daño, sino una etapa natural que se tiene que dar; es como pasar de la primaria a la secundaria”, consideró la especialista en Ginecología y Obstetricia.
De acuerdo con la experta, se presenta en el momento en el que la mayoría están realizadas como madres o profesionistas, cronológicamente aún son jóvenes y tienen mucho por hacer, ya que la expectativa de vida es, en promedio, de 75 años.
Se caracteriza por la ausencia del periodo menstrual durante 12 meses continuos, los ovarios dejan de producir estrógenos y progesterona; más allá de generar problemas hormonales podría causar alteraciones en el metabolismo de la glucosa, también afectación hepática y osteoporosis.
Los síntomas particulares son: bochornos, sudores nocturnos, cambios en la libido y en el estado de ánimo, insomnio; resequedad vaginal, de cabello y piel, además de dolores articulares, infecciones urinarias, entre otros. Varían de persona a persona, pues podrían ser más intensos o, por el contrario, leves.
Seguimiento médico
Zarela Chinolla refirió que la terapia de reemplazo hormonal (estrógenos) en este proceso dependerá de los síntomas de cada una de ellas, la principal indicación es cuando se registran varios síntomas, principalmente vasomotores; es decir, bochornos intensos, en particular, mientras se duerme, aunque es una manifestación transitoria, es molesta. Existen factores de riesgo que pueden ser favorecidos por la terapia de reemplazo hormonal. Por ello, debe evaluarse a la paciente.
En ese contexto, para aquellas con antecedentes de cáncer de mama que han llegado a la menopausia no se les prescribe terapia de reemplazo hormonal; hay quienes por temor a sufrir ese tipo de cáncer no se apegan al tratamiento, puntualizó.
Para las pacientes con problemas de insuficiencia hepática, cirrosis o algún padecimiento que ocasione que el hígado no funcione al cien por ciento, tampoco se le puede prescribir esta terapia y cualquier medicamento como analgésicos o antibióticos, porque no lo metabolizarían y serían perjudiciales, acotó.
La atención médica durante el climaterio está basada en evitar que haya algún problema, principalmente metabólico: colesterol y triglicéridos elevados, insulinoresistencia, diabetes o trastornos cardiovasculares como hipertensión. Quienes hace años tienen ese tipo de problemas de salud, no son candidatas a terapia de reemplazo hormonal; sin embargo, deben recibir asistencia médica habitual.
Quienes sí se benefician de dicho tratamiento son aquellas que entran en el periodo de transición a la menopausia -a veces llamada perimenopausia- con un buen estado de salud y seguimiento que les proporciona el manejo adecuado de su dieta, verificar su perfil de lípidos y metabólico, además de realizar un chequeo de tiroides, porque en un gran porcentaje de mujeres disminuye la función tiroidea.
Aunque por sí solas debido a los cambios hormonales por la edad, enfermedades metabólicas y cardiacas, así como la osteoporosis, se desarrollan debido al envejecimiento. El climaterio o menopausia podrían exacerbar algunas de ellas o desarrollar factores de riesgo, sobre todo descalcificación, si no se toman las acciones preventivas necesarias.
Chinolla Arellano recomendó acudir anualmente al ginecólogo para realizarse pruebas como el Papanicolaou, se tenga vida sexual o no, haya tenido hijos o no; incluso, “si me quitaron el útero o matriz, o si existen antecedentes de virus de papiloma humano”. En caso de ser necesario realizarse una colposcopia, además de la mastografía anualmente después de los 40 años.
“El hecho que deje de reglar por la menopausia implica la necesidad de revisar, por medio de un ultrasonido, el estado de los ovarios en términos generales, pues en el tramo posmenopáusico podemos encontrarnos con cáncer de ovario que suele confundirse con colitis o inflamación”.
Es recomendable que durante la menopausia se mantenga una dieta baja en grasas saturadas, reducir el consumo de carbohidratos y, lo más importante, realizar ejercicio cardiovascular y de fuerza muscular para darle sostén a nuestro organismo y bajar de peso. “En esta etapa las mujeres ya no metabolizamos igual porque, finalmente, hay un proceso de envejecimiento celular, eso es inevitable”, concluyó.