La investigación encubierta más exhaustiva hasta la fecha, realizada en granjas industriales de salmón en Escocia, ha revelado un atroz sufrimiento animal y quebrantamiento de leyes de bienestar animal.

Se investigaron 22 granjas acuícolas a finales de 2020 con drones y buzos, y varias mostraron salmones con infestación de piojos de mar, pérdida de ojos y altas tasas de mortalidad en estos peces.

Esta investigación que fue lanzada por una red de organizaciones de protección animal de más de 30 países, entre las que se encuentra The Humane League México, exhibe la oscura realidad de las granjas que producen el salmón escocés consumido en nuestro país y en muchos otros.

The Humane League México se une a las organizaciones que piden al gobierno escocés frenar la expansión desmedida de producción de salmón y apuntar hacia eliminarla gradualmente.

Duplicar su escala actual sería completamente irresponsable, pues atenta contra la vida en los océanos a un ritmo alarmante que en realidad no tiene lugar en un sistema alimentario sostenible.

Escocia es el tercer mayor productor de salmón del Atlántico a nivel mundial; lo exporta a más de 50 naciones, y su gobierno apoya planes para duplicar la escala de esta industria para el año 2030.

La investigación, liderada por la organización sin fines de lucro Compassion in World Farming International, muestra salmones confinados en inhóspitas jaulas submarinas, las cuales restringen su instinto natural de migrar al mantenerlos en un mismo espacio por aproximadamente dos años.

Esto les causa tantos estragos que hasta el 25% de estos peces mueren antes de llegar al matadero.

“El sufrimiento que ocurre en granjas con jaulas marinas en toda Escocia, fuera del ojo público, es inaceptable. A pesar de su vasta experiencia, los investigadores se sorprendieron ante la gravedad de las deformidades, enfermedades e infestación de piojos de mar en estos salmones”, declaró Ana Ortega, Directora de The Humane League México.

“Cada vez se reconoce más la capacidad de sentir de los peces, por lo que la cría intensiva de salmón escocés es sumamente problemática. Representa un sufrimiento animal atroz y graves daños ambientales, y es necesario detener de inmediato su expansión desmedida”, agregó.

Los piojos de mar reportados en la investigación son parásitos que se alimentan de la piel, sangre y mucosidad de los peces. Sus poblaciones han crecido junto con la industria de carne de salmón, que no ha logrado lidiar con las infestaciones de forma eficiente.

Las prácticas comunes para tratar de erradicarlas incluyen el uso de baños químicos, exposición a altas temperaturas e hidrolizadores, pero todos estos métodos son crueles e ineficaces, y muchos peces mueren al llevarlos a cabo.

La producción de salmón también daña el medio ambiente. Los desechos de las granjas acuícolas escocesas alteran la química de los sedimentos marinos y arrasan con la biodiversidad aledaña.

También pueden provocar mala calidad del agua, proliferación de algas nocivas, y la filtración de los medicamentos y químicos suministrados a los salmones, como antibióticos e insecticidas, daña a los peces, aves y mamíferos a su alrededor.

Además, ya que los salmones son animales carnívoros, una cantidad descomunal de peces son capturados para producir la harina y el aceite para alimentarlos. La cifra es exorbitante que la pesca industrial no contabiliza individuos sino toneladas.