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La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) desarrollan acciones que líderes globales de organizaciones públicas y privadas consideran necesarias para evitar que los trabajos de combate y mitigación del COVID-19 pongan en riesgo la seguridad alimentaria

México preparado para mantener abasto de alimentos básicos

El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, destacó que el Gobierno de México ya desarrolla varias acciones recomendadas por líderes globales para garantizar la producción y el abasto de alimentos en el país.

Responde Agricultura al llamado de líderes globales para asegurar disponibilidad de alimentos

Como resultado, México está preparado para mantener la producción, el abasto de alimentos básicos y el empleo en el medio rural durante y después de la pandemia, expresó el funcionario federal.

El secretario Villalobos Arámbula ejemplificó que, para garantizar el abasto de alimentos, Agricultura, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) ofrecen asesoría técnica para la preparación de terrenos, siembra, fertilización, manejo agroecológico de plagas, entre otras actividades de agricultura sustentable, a más de 300 mil productores de maíz, trigo y cultivos asociados que participan en el programa MasAgro para comenzar el ciclo agrícola primavera–verano 2020.​

Del mismo modo, abundó, Agricultura, el CIMMYT y el sector privado colaboran en esquemas de compra local responsable para abastecer a la industria agroalimentaria nacional de granos básicos cultivados con prácticas sustentables.

Llamado de personalidades globales a evitar que acciones contras el COVID-19 afecten producción alimentaria

En una carta publicada el 9 de abril pasado, 60 personalidades de reconocido prestigio internacional hicieron un llamado a los gobiernos de todo el mundo para evitar que las acciones de combate y mitigación a la pandemia del COVID-19 produzcan una crisis alimentaria y humanitaria que podría incrementar sustancialmente el número de personas que padecen hambre.

MasAgro ofrece a los productores tecnologías herméticas para el almacenamiento poscosecha que hacen más flexible a la cadena de suministro de granos básicos

El cierre de fronteras y la reducción de la actividad económica a mínimos históricos son algunas de las medidas de mitigación que representan un reto para las cadenas de producción y distribución de alimentos en todo el mundo, de acuerdo con quienes suscribieron este llamado a la acción.

Entre los firmantes se incluye a representantes de organismos internacionales como la Organización Mundial de los Agricultores, la Confederación Internacional de Sindicatos de Comercio y la Fundación de la Organización de las Naciones Unidas, cuadros directivos de empresas multinacionales y académicos e investigadores de las mejores universidades y centros de investigación del mundo, entre ellos el CIMMYT.

Para prevenir el colapso de los sistemas productivos y de las cadenas de suministro y distribución de alimentos, los firmantes hacen un llamado a emprender tres acciones clave:

1.             Mantener la oferta de alimentos;

2.            Multiplicar el apoyo para los más vulnerables, e

3.            Invertir en sistemas alimentarios sostenibles y resilientes.

En respuesta al llamado a los países a invertir en sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes, MasAgro ofrece a los productores tecnologías herméticas para el almacenamiento poscosecha que hacen más flexible a la cadena de suministro de granos básicos y evitan la pérdida de alimentos por cualquier disrupción en los canales de distribución.

Agricultura, el CIMMYT y el sector privado colaboran en esquemas de compra local responsable para abastecer a la industria agroalimentaria nacional de granos básicos cultivados con prácticas sustentables

El sistema global de producción de alimentos es fundamental para la recuperación del mundo, para crear millones de nuevos empleos rurales, reducir el hambre, incrementar la seguridad alimentaria y manejar adecuadamente el suelo, agua, los bosques y océanos.

México atiende, efectivamente, la recomendación del llamado a convocar a los sectores privado y social para expandir los programas de alimentación y de protección para la población más vulnerable vinculándolos a los alimentos que promueven la salud humana y la producción sostenible.