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Artesanos y artesanas de textiles que han sabido conservar técnicas y procesos originales, al tiempo que los transmiten de una generación a otra

México Textil – Sur/Sureste, tesoros de los pueblos originarios de nuestro país

En esta ocasión el Museo de Arte Popular presenta los tesoros de los pueblos que conforman el Sur/Sureste del país, buscando que los visitantes a la exposición puedan conocer y disfrutar la grandiosa actividad textil que se ha desarrollado en una región cuyo entorno ofrece la más rica diversidad biológica del territorio mexicano. Aunadas a la biodiversidad se encuentran la lengua y la historia con una profunda influencia, pues marcan los estilos y el camino de los tejidos.

No obstante que la biodiversidad establece la pauta estructural del textil, la lengua y la historia tienen una profunda influencia que marcan los estilos y el camino de los tejidos

Los recursos que brotan de nuestro entorno y de los cuales dependemos como civilización han dejado registro a lo largo del tiempo en la más sutil de las expresiones creadas por la humanidad: la indumentaria.

El arte textil mexicano posee siglos de historia y creatividad a lo largo del país. La enorme variedad de piezas en la indumentaria, la riqueza en el diseño y el conocimiento de los productos naturales de origen vegetal y animal, han originado este vasto universo de prendas.

La composición geológica del planeta Tierra creó las circunstancias perfectas para dar sustento a la tan nutrida biodiversidad del Sur/Sureste mexicano, región a la que se enfoca esta exposición (la primera de una serie de tres). Los materiales que surgen en la zona son adoptados por los pobladores para satisfacer sus necesidades de  vestido, que a su vez permiten la compilación y el registro de la evolución del entorno.

El mundo textil que se desarrolló en  Mesoamérica, en este caso la región del Sur/Sureste, sigue activo, sigue convirtiéndose y sigue hablando a través de su iconografía, su estructura y sus materiales, como el algodón, el henequén o la seda; en los tintes como el añil, la grana y el caracol o en las tecnologías como el hilado con malacate, el telar de cintura o de pedal.

La labor textil resguarda la historia de todos los pueblos originarios. Desde Oaxaca, Guerrero y Chiapas, hasta Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, las figuras que se portan en el vestido son parte de la vida de mujeres y hombres tzotziles, zapotecas, amuzgos, mixtecos, ikoots, lacandones y tzeltales, por mencionar algunas etnias.

México Textil – Sur/Sureste no solo nos permite ser testigos de cómo la materia prima es convertida en piezas textiles de extraordinaria belleza.

La labor textil resguarda la historia de todos los pueblos originarios. Desde Oaxaca, Guerrero y Chiapas, hasta Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo

También nos acerca a los maravillosos procesos para los cuales son necesarias destreza y fuerza física, como la extracción del añil, tinte que contiene el color índigo y necesita un complejo método de fermentación y oxidación,  que requiere una danza llena de energía para convertir un arbusto verde en un colorante azul; de igual manera la ordeña del caracol púrpura pansa que obliga a los maestros tintoreros a poseer un control corporal y una valentía implacable para adentrarse a las más peligrosas rocas del mar, y así, con tan solo un soplido liberar el líquido blanco que una vez esparcido sobre la madeja de algodón, al contacto con el aire y el sol dotará a los hilos de un color morado. O el telar de cintura, una de las máquinas más antiguas de la humanidad; esta compleja y a la vez sencilla tecnología dirigida casi siempre por una mujer, conformada de palos, hilos y cuentas, es sin duda el alma de la producción textil.

Nunca una pieza producida en masa tendrá la fuerza, la dignidad y el valor de las creaciones que México resguarda en sus poblados más remotos.