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Debido a trabajos de colaboración con el área de Biología Experimental y la Unidad Académica de Ciencias Químicas (UACQ UAZ) en el tema de antioxidantes, su grupo de investigación ha descubierto que los antioxidantes aminoran los efectos adversos de radicales libres que se generan por la radiación solar

MVZ Carlos Aréchiga, realiza investigaciones sobre antioxidantes para proveer mejores condiciones en células del embrión de rumiantes

Prensa Animal/Agencia Conacyt

Desde niño, salir al campo y convivir con animales era motivo de alegría, de libertad. Desde entonces supo que su vocación era ser médico veterinario. Hoy, el doctor en ciencia animal Carlos Fernando Aréchiga Flores tiene más de 20 años como docente investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y más de 60 publicaciones científicas en temas de nuevas tecnologías y mejora de las condiciones ambientales para la reproducción animal.

Carlos Fernando Aréchiga Flores actualmente se desempeña como líder del Cuerpo Académico de Biotecnología y Reproducción Animal (CABRA) de la Unidad Académica de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAMVZ UAZ)

“Nací en Jalpa, Zacatecas. En los primeros años de mi vida viví en Estados Unidos con mis padres pero cada que veníamos de vacaciones a México y salía al campo, para mí representaba ser libre: ir al rancho y convivir con los animales era lo que más yo disfrutaba, para mí esos eran los mejores momentos. Desde entonces decidí que estudiaría medicina veterinaria. Vengo de una familia de veterinarios y aunque me decían que podía estudiar cualquier cosa que yo quisiera, yo estaba convencido de que esta era mi vocación, entonces seguí con la tradición familiar”.

Concluyó la licenciatura en medicina veterinaria y zootecnia en la UAZ, en donde recibió el premio Los mejores estudiantes de México, consistente en una medalla y diploma por parte del entonces presidente de la república. Posteriormente, se mudó a la Ciudad de México a estudiar su maestría como médico veterinario zootecnista en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), misma que fue interrumpida ya que recibió una beca Fullbright para estudiar en la Universidad de Florida (UF), en donde se tituló como maestro en fisiología de la reproducción, con especialidad en ciencia lechera, bajo la supervisión del doctor Peter J. Hansen, en uno de los mejores centros de reproducción animal de Estados Unidos de América.

“Mi trabajo de investigación de la maestría se enfocó en el efecto de los antioxidantes para proteger a los embriones de las altas temperaturas. Los embriones de vaca mueren por el excesivo calor y humedad. Entonces busqué alternativas para dar termorresistencia a esos embriones. Todo esto fue a nivel laboratorio, pero lo llevé a la práctica durante el doctorado, también en la UF, en donde apliqué estos conocimientos dando solución en establos lecheros comerciales”.

Esto le permitió ser considerado miembro de la Sociedad Científica Sigma XI y posteriormente ser acreedor al Premio Liderazgo y Aprovechamiento Académico del Colegio Agricultura, de la Universidad de Florida.

Nuevas tecnologías en reproducción animal

Otra de sus aportaciones es hacer divulgación de las biotecnologías reproductivas en el estado de Zacatecas, como la inseminación artificial

Carlos Fernando Aréchiga Flores actualmente se desempeña como líder del Cuerpo Académico de Biotecnología y Reproducción Animal (CABRA) de la Unidad Académica de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAMVZ  UAZ), único de la unidad que pertenece a la Red Mexicana de Bienestar Animal. Este cuerpo académico busca generar nuevas tecnologías y modelos de mejoramiento genético que, al ser de ciencia básica, pueden ser aplicables y benéficas también para otras áreas, como la medicina humana y la fertilidad.

“Una de las finalidades de este grupo de científicos es obtener animales cada vez más efectivos y eficientes en su producción, sin descuidar la parte del bienestar animal. Esto significa que debemos promover y generar conciencia de no ver al animal como un objeto para producir y obtener dividendos económicos, sino que ellos también tienen una fisiología, sufren de estrés y miedos; y a medida de las posibilidades evitemos al máximo este tipo de situaciones que le afectan. Hacemos énfasis en que si el animal está bien, va a producir más y lo económico viene por añadidura”.

Antioxidantes y divulgación de biotecnologías

Entre los aportes de la investigación del doctor Carlos Aréchiga se encuentra haber comprobado que los antioxidantes son efectivos en proveer mejores condiciones para las células del embrión, esto puede generar la diferencia entre que el embrión viva —continúe la gestación— o muera. Generalmente en los rumiantes —vacas, ovejas y cabras— hay un alto índice de mortalidad embrionaria, y con estos trabajos de investigación se reduce, con el uso de antioxidantes, de mejores condiciones ambientales, de conocer los efectos del medio ambiente y aminorar los efectos adversos.

Otra de sus aportaciones es hacer divulgación de las biotecnologías reproductivas en el estado de Zacatecas, como la inseminación artificial —la que más impacto ha tenido para el mejoramiento genético—, inseminación laparoscópica, la transferencia de embriones —tratamiento que permite el mejoramiento para hembra y macho, para la obtención de más de una cría.

Actualmente, para seguir difundiendo estas tecnologías reproductivas, el doctor Aréchiga colabora en la planeación, instauración y funcionamiento del Centro de Reproducción y Mejoramiento Genético del Estado de Zacatecas, mismo que es construido en la UAMVZ UAZ, con apoyo de los criadores de ganado bovino de registro y los gobiernos federal y estatal.

Debido a trabajos de colaboración con el área de Biología Experimental y la Unidad Académica de Ciencias Químicas (UACQ UAZ) en el tema de antioxidantes, su grupo de investigación ha descubierto que los antioxidantes aminoran los efectos adversos de radicales libres que se generan por la radiación solar. Es decir, que los antioxidantes son una alternativa para revertir el daño cutáneo. Hasta el momento, este es un resultado con modelos murinos (ratas); sin embargo, el grupo continúa con los estudios para corroborar estos efectos en rumiantes e inclusive humanos, en un futuro próximo.

“La carrera de medicina veterinaria es muy satisfactoria. No te obliga a estar en un solo lugar. Puedes trabajar en el campo, en la industria farmacéutica, en una clínica veterinaria, en alguna dependencia de gobierno realizando proyectos o en investigación. Hay muchas vertientes de la carrera que la hacen divertida y, finalmente, la experiencia de trabajar con animales y ver que mejoran su bienestar gracias a ti, es una experiencia muy grata”.