El volumen Los esperandos. Piratas judeoportugueses… y yo, se realizó con apoyo del Fonca, a través del SNCA
Piratas judíos protagonizan novela de Angelina Muñiz-Huberman
En la más reciente novela de Angelina Muñiz-Huberman (Hyéres, Francia, 1936), Los esperandos. Piratas judeoportugueses… y yo, se combinan diferentes géneros literarios como el ensayo, la crónica y la ficción, por lo que se trata de una historia que presenta varios contenidos.
En marco de la Feria Universitaria del Libro (FUL), que se desarrolla en las instalaciones del Polifórum Carlos Martínez Balmori del campus de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, se presentó el volumen realizado con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), a través del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2010-2013.
En el evento efectuado en el auditorio Josefina García Quintanar, la autora, doctora en Lenguas Romances en la Universidad de Pennsylvania y la City University of New York, leyó algunos fragmentos de la novela protagonizada por un cocinero kósher, quien también escribe.
Muñiz-Huberman compartió que el libro presenta la historia de piratas judíos de los siglos XVI y XVII, que junto con otras personas salieron de España expulsados por la Inquisición en 1492, muchos de ellos, los llamados sefardíes, se fueron primero a las naciones cercanas de Portugal y Francia y otros más llegaron hasta Turquía.
Dijo que al investigar distintos episodios históricos como el de la incursión de los piratas judíos en el Mediterráneo y en el Caribe, atacando barcos españoles como una manera de responder a la Inquisición, se encontró con que los piratas llevaban en sus barcos un cocinero para la comida ritual, la kósher.
Este cocinero, al escribir en un cuadernillo sus vivencias y recetas, dejó unas hojas en blanco, con la idea y el anhelo de que una futura escritora las llene, esa escritora fue Muñiz-Huberman, lo que, dijo, le permitió hacer un enlace con el pasado y el presente, así como libertades literarias.
Al tomar la palabra en la presentación editorial, Karla Flores ahondó en que el protagonista, quien trabaja en el barco de los hermanos Palache, se dedica a establecer significados de la comida y el destino del pueblo judío, aunque por momentos también reflexiona sobre la propia naturaleza humana.
“A propósito de la descripción que hace el protagonista sobre el arte culinario es importante destacar la exhaustiva investigación que hace Muñiz-Huberman en el libro. Las primeras referencias a recetas, dijo, tiene precisamente su auge del mar en el que está situada la historia de la novela”.
Flores apuntó que el lector no sólo se entretiene en las “dulces dimensiones” del protagonista, sino que se brinda la oportunidad de aprender sobre las implicaciones prácticas de cocinar en altamar.
“Los personajes intercalados en varios episodios son interesantísimos para quienes gustan de datos curiosos o las historias subordinadas por la superficialidad, encontraremos por ejemplo la referencia a Elena de Céspedes, primera cirujana en España que además fue juzgada por los inquisidores”.
Comentó que lejos de ser una lectura enciclopédica, porque aborda diferentes temas históricos, como la pugna que tiene España e Inglaterra en el siglo XVII, el libro es una lectura que por los conocimientos que transmite equilibra los ingredientes para sazonar de manera exquisita la combinación entre técnica y erudición.
“No sólo nos sumergimos en la semiótica de una obra con referencias cabalísticas sino también en un trayecto poético, con la genealogía de intelectuales y artistas curiosos marcados por la melancolía”.
Finalmente, Karla Flores expuso que la novela publicada en Sefarad Editores fue escrita en dos fases narrativas, en la del cocinero pirata con mente brillante quien le dedica espacio a una escritora en el siglo XX que tratará de definir este libro.