Teatro a partir del objeto
Plástico, monstruos que devoran, una metáfora del problema de la contaminación
Descubrir las claves y entender las leyes del mundo es el propósito del quehacer de la compañía teatral de marionetas canadiense Puzzle Théâtre, así lo expresaron sus directores Pavla Mano y Csaba Raduly, que en su presentación en México y en el Festival Internacional Cervantino lograron cautivar al público con su puesta en escena.
En la obra, en un principio explican el proceso creativo y luego introducen al público en un mundo mágico e ilimitado donde habitan bestias sin razón hechas de plástico.
Estos monstruos, parecidos a los seres humanos o, mejor dicho, principio del comportamiento del hombre, devoraban, destruían y se extendían sin control; son una metáfora sobre la ecología y la contaminación que tiene el propósito de hacer que la gente cobre conciencia sobre el peligro de la propagación de materiales de difícil degradación y enseñar a chicos y grandes las posibilidades de la creación artística.
El mensaje ambiental surgió accidentalmente pues, cuando exploraban las características del plástico, se tornó imposible escapar de ese discurso y de la animadversión que provoca dicho contaminante.
Pavla Mano dijo que al comenzar su carrera como titiritera se dedicaba también a escribir guiones y luego a concebir y producir marionetas, pero con el paso del tiempo dejó de preocuparse por lo tradicional y comenzó a explorar y explotar diversas vetas dramáticas, las cuales la condujeron a los que hoy presenta Puzzle Théâtre.
Se trata de una compañía pequeña que busca maneras sencillas de hacer teatro sin grandes requerimientos técnicos, mas esto no significa que su trabajo sea simple; al contrario, esta condición le permite moverse en distintas capas de interpretación, que logra cautivar a toda la familia.
Su taller, donde fabrican las marionetas y conciben las historias, es la sala de su casa. Ahí han producido obras basadas en dibujos infantiles y de personajes diminutos en una caja de pañuelos.
En cuanto a Plástico, la idea se materializó cuando descansaban en un parque después de un montaje y vieron a su alrededor algo semejante a un tiradero de bolsas, que también flotaban por el aire.
Como puede imaginarse, su proceso creativo no nace de un guion o una historia, sino de la exploración de temas y materiales para configurar contingencias y eventualidades. De ahí brotan sus montajes.