En el marco de la conmemoración  del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la  Asociación Mexicana de Movilidad (AMAM) ratifica su compromiso con la seguridad de las mujeres en los sistemas de transporte público del país  y exhorta a las autoridades de movilidad miembros y no miembros de la organización a implementar acciones que garanticen la seguridad de las mujeres usuarias durante sus viajes en el transporte público en todo el territorio nacional.

Algunos estados y municipios comenzarán el día de hoy con la planeación y la implementación de acciones para combatir el acoso sexual en el transporte público, y durante los siguientes meses se espera que más gobiernos se sumen a la iniciativa.

Con tal fin, la AMAM sugiere el uso los “Lineamientos para la Prevención y Atención de Acoso Sexual contra las Mujeres en el Transporte Público Colectivo”, publicados el 6 de junio pasado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).  El documento es una propuesta sin precedente que busca ser un referente a nivel nacional que siente las bases para su implementación en el marco de las atribuciones de los gobiernos locales.

La violencia y el acoso sexual representan uno de los problemas sociales más grandes en nuestro país y afecta principalmente al desarrollo integral de las mujeres. De acuerdo con una encuesta realizada por ONU Mujeres y el Gobierno de la Ciudad de México en el 2018, en la Ciudad de México el 96% de las mujeres fueron víctimas por lo menos una vez de algún acto de violencia en el transporte público, desde agresiones verbales, contacto físico forzado o persecución, y en 9 de cada 10 casos quien agrede son hombres.

El acoso sexual en los espacios públicos y el transporte es una de las manifestaciones más frecuentes y normalizadas de las violencias contra las mujeres y las niñas. Conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima, lo que atenta contra la dignidad humana. Esta conducta, además de constituir un delito, transgrede el bienestar físico, psicológico, familiar, laboral y social de las víctimas.

Derivado de la necesidad urgente de atender esta problemática, SEDATU e INMUJERES sumaron esfuerzos para trabajar de manera coordinada en la elaboración de los “Lineamientos para la Prevención y Atención del Acoso Sexual contra las Mujeres en el Transporte Público Colectivo”, que ponen a las personas víctimas al centro de la atención, pero sin dejar fuera la participación de las personas usuarias, conductoras y autoridades como agentes activos en este proceso.

La AMAM comparte la visión de los lineamientos generados por SEDATU e IMUJERES, que tienen como objetivo difundir información que permita visibilizar el problema y actuar de manera asertiva frente a un acto de acoso sexual, además de incentivar la denuncia.  Durante el 23º Encuentro Nacional de Autoridades de Movilidad, realizado los días 6 y 7 de octubre en el marco de la ExpoTransporte ANPACT en Puebla, se abrió un espacio para para presentación del documento ante las autoridades de movilidad, el cual recoge las mejores prácticas en Latinoamérica y México, así como un análisis de las condiciones particulares en el país.

Los Lineamientos se concentran en dos frentes: estrategias de prevención del acoso a través de la construcción de sistemas de transporte seguros, y estrategias de atención especializada inmediata y acceso a la justicia.  Las estrategias de prevención propuestas contemplan la elaboración un diagnóstico integral y definición del área de implementación; la realización de encuestas de percepción para medir línea base y evaluar impactos; la capacitación para personas conductoras y autoridades involucradas en el protocolo; el diseño de estrategia de comunicación al público con objetivos de sensibilización de los tipos de acoso y difusión de información efectiva sobre protocolos de atención; y la elaboración de recomendaciones para la prevención.

Para la atención de casos de acoso sexual, se propone la creación y difusión de protocolos que definan las acciones de las personas conductoras, las autoridades y las personas usuarias del transporte público. El protocolo deberá priorizar la integridad de la persona víctima de acoso e implementar un monitoreo de casos que ayude a evaluar las acciones y mejorar con base en evidencia.