La Ciudad de México es un referente importante de que estamos preparados para avanzar hacia la erradicación efectiva de los plásticos innecesarios
Retrocesos en regulación de plástico de un solo uso
Representantes de la Alianza México Sin Plástico alertaron sobre graves omisiones en la propuesta de Dictamen elaborada por la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático Senado de la República sobre los cambios legislativos en materia de contaminación plástica en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR).
La propuesta de dictamen es un intento por evadir las obligaciones que tienen los productores y comercializadores de plástico para contribuir a crear la infraestructura y demás requerimientos para el manejo integral de los residuos que generan ellos mismos y con los que obtienen un lucro, por lo que este documento favorece a la industria y no busca una protección ambiental real. Las principales omisiones son:
– La definición de plástico de un solo uso excluye a los plásticos que pueden ser susceptibles a valorización o aprovechamiento. La valorización, según los términos de la ley, considera a las acciones cuyo objeto principal es recuperar el valor remanente o el poder calorífico de los materiales. Esto fomenta la incineración (la cual es ambientalmente dañina), además de que excluye a los materiales que convencionalmente conocemos como plásticos de un solo uso: bolsas, popotes y unicel, ya que si estos se incineran no aplican en la definición. El carácter de un solo uso de un producto no depende de si puede ser valorizado o aprovechado, sino más bien de su diseño para ser desechable, para tener una vida útil corta. Esta cultura del comprar, usar y tirar es lo que nos ha llevado a los niveles de contaminación actuales, por eso se debe combatir
– No se consideró la Responsabilidad extendida del productor (REP), la cual es fundamental para lograr un sistema de Economía Circular. Es a través de la Responsabilidad extendida del productor que se puede asegurar el reúso y el reciclaje de los productos plásticos para evitar que contribuyan a generar más contaminación plástica. El dictamen incluye el término de responsabilidad compartida y diferenciada, sin embargo, este término, y la forma en que se plantea en el dictamen, no incluye ni refleja las obligaciones necesarias que los productores deben asumir para participar activamente en la creación y operación de la infraestructura necesaria para el manejo integral de residuos, conforme a lo que se debe establecer en los planes de manejo; ni de los comercializadores de participar en el establecimiento de puntos de acopio, devolución y retornabilidad. Por lo anterior no hay diferencia entre la responsabilidad compartida de la sociedad ya definida en la ley, y la responsabilidad compartida y diferenciada.
– No está considerado como objeto de la ley el Derecho a la salud.
– En toda la ley se debe priorizar la jerarquía de gestión de residuos. Se está considerando la valorización y el co-procesamiento como alternativas, cuando estos no son los principales elementos de la jerarquía de gestión de residuos, la prioridad debe ser evitar la generación del residuo.
– La Etiqueta Ecológica está definida en la ley, sin embargo solo se asigna como facultad de la federación generar una NOM al respecto, lo que no le da ninguna aplicación práctica.
– Se faculta a la federación para promover y aplicar instrumentos económicos que incentiven la valorización, la cual considera la recuperación del poder calorífico de los materiales. No se debe incentivar este tipo de actividades, ni subsidiarlos. También se faculta a los estados para diseñar y promover instrumentos económicos para la valorización de residuos, lo cual incluye el aprovechamiento energético, que no es deseable por su alta contaminación.
– Prohíbe los plásticos de un solo uso en áreas naturales protegidas o insulares, pero esta prohibición depende de la mala definición de “plástico de un solo uso”.
– El artículo 10Bis obliga a los 3 niveles de gobierno a observar la libre concurrencia y competencia económica, lo cual no es objeto de esta ley. Ese artículo está de más.
– Se establece que los plásticos de un solo uso deben eliminarse, sin embargo la mala definición de la ley excluye a los que son necesario eliminar, dejando sin sentido esta prohibición.
– El dictamen considera que “Toda regulación expedida por entidades federativas o municipios deberá analizar previamente las implicaciones económicas, sociales y ambientales para garantizar que los beneficios son superiores a sus impactos”. Este último punto únicamente desincentiva las regulaciones locales. Tememos que la consideración de este artículo, así como de otros contenidos en el dictamen, signifiquen un retroceso en los grandes avances que ya han hecho diversos estados y municipios para prohibir los plásticos de un solo uso.
Por este motivo, a la voz de la Alianza México sin Plástico se unen legisladores impulsores de las prohibiciones de plásticos de un solo uso aprobadas en los estados y que pueden ponerse en riesgo.
“Adoptar legislaciones disfrazadas de procesos circulares no es ni será la vía para poner un alto definitivo a nuestros problemas, aprobar propuestas que buscar permitir la infinita producción y existencia de dichos materiales con el pretexto de reciclarlos o reutilizarlos no es más que un retroceso a lo que se ha logrado”, advirtió la diputada Alessandra Rojo de la Vega.
“La Ciudad de México es un referente importante de que estamos preparados para avanzar hacia la erradicación efectiva de los plásticos innecesarios; lo demanda la sociedad y lo exige nuestro planeta. ¡Ni un paso atrás en la prohibición de los plásticos de un solo uso… ni un paso atrás en la lucha para defender nuestro planeta!”, recalcó.
Por estas razones, desde la Alianza México sin Plástico solicitamos al Senado de la República, particularmente a la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático Senado de la República -presidida por el diputado Raúl Bolaños-Cacho Cué- , que en cualquier proceso emprendido para modificar la LGPGIR se incluyan estas cuestiones antes enlistadas.
Esperamos su compromiso con la sociedad mexicana, velando porque las reformas a la LGPGIR garanticen el derecho a disfrutar de un medio ambiente sano, y protejan los ecosistemas, de los que depende nuestro bienestar y cualquier actividad económica; así como para que el bien común esté por sobre el interés particular de quienes obtienen ganancias contaminando nuestros ríos, lagos y mares.
El problema de los plásticos de un solo uso, es que nadie está pagando el costo real de estos, es decir, alguien tendría que recuperar estos productos reciclarlos y convertirlos en materia prima, el reto es que la industria los ha hecho sumamente económicos, para su uso por millones y se ha olvidado de recuperarlos, el usuario engañado o no, al tirar el producto se olvida de su responsabilidad.
Estas faltas, ha ocasionado que el plástico esté contaminando aire, agua y tierra, ya que no se biodegrada, solo se fragmenta y queda en forma de micropartículas en todos lados.
A pesar de la evidencia científica que ha demostrado que los plásticos y microplásticos están contaminando todo, la industria que los fabrica, sigue sin querer cambiar, no quiere asumir responsabilidades de recuperar los productos que pusieron en el mercado, ni hacer productos que no sean desechables.
Dada la situación actual, las prohibiciones a los plásticos de un solo uso toman un papel fundamental, ya que impulsan el cambio que el planeta y todos los seres vivos requieren”, señaló Edgar Lugo, del Comité Coordinador de la Alianza México sin Plástico.
“Exhortamos al Senado de la República a reconsiderar la iniciativa presentada el 5 de noviembre del 2019 por la Alianza ya que dicho documento sí refleja puntos clave, como la responsabilidad extendida del productor, que se requieren en la LGPGIR para evitar que se sigan generando residuos plásticos que inundan nuestro país, a través de una solución de raíz. Solicitamos a las y los senadores que no aprueben un dictamen como el borrador que se encuentra ahora en sus manos y que denunciamos mediante este comunicado, necesitamos legisladores comprometidos con el Planeta y con las personas, no con intereses individuales”, concluyó Ornela Garelli, especialista en Consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México.