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Así, en compañía de cientos de asistentes, Antemio Maya fue guiando a los asistentes para colocar el tika y las guirnaldas a los perros, que contentos seguían el rito indú

Se honró a los perros en el Kukur Tihar en Monumento a la Revolución

Cientos de personas, acompañadas por sus perros, acudieron al Monumento a la Revolución para celebrar el Kukur Tihar, que es el Festival de las Luces y que tradicionalmente se realiza en Nepal, India en agradecimiento a los perros y su compañía.

La guirnalda se llama “malla” e indica dignidad y admiración

Como cada año, Antemio Maya, de Pro Perro A.C, realizó esta celebración que consiste en honrar a nuestro amigo, el perro colocándole la Tika, que es un polvito de colores , en la frente para honrar su compañía y su lealtad.

Así, en compañía de cientos de asistentes, Antemio Maya fue guiando a los asistentes para colocar el tika y las guirnaldas a los perros, que contentos seguían el rito indú.

Este Festival, también llamado de las Luces, dura cinco días llamado Tihar. Tihar se celebra con lámparas y petardos, en forma similar al Diwali que se festeja en India y otros lugares. En Kukur Tihar, las personas ofrecen guirnaldas, tika (puntos rojos) y comida especial como leche, huevos o alimento para perros de alta calidad tanto a perros mascota como a callejeros.

La guirnalda se llama “malla” e indica dignidad y admiración. Indica que quien la lleve es una posesión vital y simboliza las plegarias que acompañan al animal. El tika (punto rojo) dota al perro de un aspecto sagrado y bendice a las personas que se cruzan con el can en este día auspicioso.

La leyenda dice que cuando falleció el príncipe Yudhisthira, el cuál subió al cielo con su perro, pero justo antes de entrar en el. Indra, el Dios de los Cielos, le impedía entrar con el animal

La leyenda dice que cuando falleció el príncipe Yudhisthira, el cuál subió al cielo con su perro, pero justo antes de entrar en el. Indra, el Dios de los Cielos, le impedía entrar con el animal. Yudhisthira se negó en rotundo a abandonarle y prefirió quedarse con su fiel can, en lugar de entrar al tan ansiado paraíso.

El perro, que había estado a su lado en momentos buenos y malos, pudo finalmente entrar junto con Yudhisthira, quien logró convencer a Indra. El perro fue incluso convertido en Dios.