La inversión en investigación de frontera no debe disminuir, afirmó el rector de la UNAM
Si no crecen la ciencia, la tecnología y la innovación, se compromete el futuro de México: Graue
Si no crece el sector de la ciencia, tecnología e innovación, se compromete el futuro de México; por ello, en las próximas semanas, cuando la Cámara de Diputados abra mesas de discusión sobre la ley en la materia, insistiremos en que es importante su fortalecimiento, aseguró el rector de la UNAM, Enrique Graue.
Durante la ceremonia magna del Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos, lamentó la sensible disminución que sufrió el presupuesto federal en este rubro, y dijo que se trabajará de la mano con la Academia Mexicana de Ciencias para que no vuelva a ocurrir.
“No dudo que se requieran ajustes y nuevos dinamismos en el sector, pero la investigación de frontera –tanto básica como aplicada– no debe disminuir”, recalcó.
Acompañado del premio Nobel de Química 1995, Mario Molina, Graue celebró que el 2019 sea el Año Internacional de la Tabla Periódica, que representa “el acopio de conocimientos científicos, su ordenación, las fronteras del saber, así como los nuevos retos y oportunidades”.
La tabla periódica es producto del conocimiento acumulado, de la ciencia en constante evolución, que difunde la vanguardia del saber, y todas ellas son funciones propias a la UNAM, la mejor universidad de Iberoamérica, expuso.
La revolución de la química ha sido determinante en el desarrollo de la industria del petróleo, de la metalurgia, la alimentaria, de los fertilizantes; está presente en todo lo que cotidianamente empleamos.
En el auditorio Alfonso Caso, el rector insistió en que el avance de las ciencias químicas nos ha permitido alimentarnos y tener mejor salud; advertir los riesgos que entraña el desarrollo y la industrialización desenfrenada, así como sus efectos, por ejemplo, en el cambio climático.
De la química, prosiguió, depende también nuestro futuro en un mundo sostenible, pues habrá que encontrar nuevos mecanismos para conservar el agua, desarrollar combustibles y energías limpias, influir en la seguridad alimentaria, crecer en alimentos y dispositivos médicos más efectivos, descubrir materiales más resistentes, más ligeros y más eficaces.
“La Universidad no debe quedarse atrás, por ello hay que aplaudir la iniciativa de la Facultad de Química (FQ) y del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) para crear la licenciatura en Química e Ingeniería en Materiales, que está en proceso de ser aprobada por los órganos colegiados de nuestra casa de estudios”, subrayó el rector.
En su oportunidad, Mario Molina compartió anécdotas de su época de estudiante en la FQ, cuando se ubicaba en Tacuba. Una de sus primeras tareas fue hacer una tabla periódica. Él profundizó sobre por qué la tabla ordena de esa manera los elementos e hizo dos diseños al respecto, pero se trataba de hacer una tabla “bonita, en colores”.
La enseñanza de esta disciplina, agregó, ha cambiado enormemente: a principios del siglo XX apenas se aceptó la existencia de átomos y moléculas, lo que hoy resulta incuestionable; además, se ha logrado un gran avance con aportaciones de la física y mecánica cuántica.
“Una de las tareas importantes que tenemos en la Universidad es seguir avanzando, asegurarnos de incorporar la ciencia y la educación modernas, basadas en discutir, entender, hacer cosas, y no en memorizar. Todo eso es importante para la juventud. Espero que las viejas generaciones podamos tener una influencia en las nuevas, pues el futuro es extraordinario”, remarcó.
En tanto, Jorge Vázquez, director de la FQ, relató cómo Dimitri Ivánovich Mendeléiev hizo esta tabla que cambió la vida de la humanidad, tras sus intentos de buscar libros que le permitieran dar una buena clase de química.
Han pasado 150 años y esta herramienta –en sus inicios pedagógica– está presente en todos los laboratorios de química del mundo: resume en una forma gráfica las propiedades y características más relevantes de los elementos químicos, a partir de los cuales se pueden formar un sinnúmero de sustancias químicas que se calculan actualmente en más de 145 millones. “Dio tanta información y tanta claridad, que abrió un enorme horizonte para la investigación”, resaltó.
De igual forma, Jorge Peón Peralta, director del Instituto de Química, celebró que la UNESCO haya decidido conmemorar este 2019 el Año Internacional de la Tabla Periódica, pues es un reconocimiento a los avances científicos. En el caso de la UNAM, será la oportunidad para hablar de la química desde el bachillerato hasta el posgrado.
“Se han organizado diversas actividades para transmitir el conocimiento y la actividad científica”, informó.
Finalmente, María de Jesús Rosales Hoz, presidenta de la Sociedad Química de México, consideró que esta celebración es la oportunidad para mejorar la percepción social sobre esta disciplina y de motivar a más jóvenes a que persigan sus sueños científicos.
En la ceremonia estuvieron presentes el secretario general de la Universidad, Leonardo Lomelí Vanegas; el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, José Luis Morán; el exrector de la UNAM, Francisco Barnés de Castro; e integrantes de la Junta de Gobierno, entre otros.