La Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, informa sobre el nacimiento de siete ejemplares de distintas especies de antílope en el Zoológico de Chapultepec.

En marzo también se logró el nacimiento de una hembra de antílope Nyala, quien actualmente convive y es criada de forma natural por su madre en el Zoológico de Chapultepec

Se trata de tres antílopes de la especie Indio, tres Lechwe y uno de la especie Nyala, quienes cuentan con buen estado de salud y tras pasar por un periodo de observación y cuidados, ya pueden ser visitados en su hogar, en el zoológico.

Las tres crías de antílopes Lechwe, dos hembras y un macho, nacieron en diciembre y enero; como todas las especies, pasan por una etapa delicada de nacimiento, así que reciben los cuidados necesarios y después los incorporan a la manada en el zoológico.

Esta especie de hábitos diurnos es originaria  del continente africano y a pesar de que no está considerada en peligro de extinción, con su estadía en centros de conservación de la vida silvestre como son los zoológicos,  se promueve la protección de esta especie y su ecosistema, a través de la divulgación científica.

En marzo también se logró el nacimiento de una hembra de antílope Nyala, quien actualmente convive y es criada de forma natural por su madre en el Zoológico de Chapultepec. Los machos de esta especie se caracterizan por sus cuernos, que pueden medir hasta 80 centímetros de longitud.

La familia de antílopes de la especie Indio también ha crecido este año en el Zoológico de Chapultepec, donde  actualmente cohabitan 20 ejemplares; tres son hembras que nacieron de enero a marzo y todas presentan un buen estado de salud.

Los machos de esta especie se caracterizan por sus cuernos, que pueden medir hasta 80 centímetros de longitud

La temporada reproductiva continúa en los zoológicos de la Ciudad de México, en días pasados se anunció el nacimiento de un Cóndor de California, que actualmente se encuentra en peligro de extinción. El nacimiento de este polluelo forma parte de la reintroducción del Cóndor de California para recuperar a su población, para lo cual se trabaja en conjunto con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá.