Menu

Los artesanos Miriam Castañeda y Martín Ramírez crean la colección de 25 calaveras de cartón que muestran las costumbres, rituales y danzas morelenses

La otra vida en Tamoanchan, exposición compuesta por 25 calaveras de cartón

Costumbres, rituales y danzas de Morelos resurgen a través de la muestra La otra vida en Tamoanchan, exposición compuesta por 25 calaveras de cartón manufacturadas por las manos creativas de Miriam Castañeda y Martín Ramírez, la dupla de artesanos reconocidos dentro de los 25 grandes maestros del Arte Popular Morelense.

Costumbres, rituales y danzas de Morelos resurgen a través de la muestra La otra vida en Tamoanchan, exposición compuesta por 25 calaveras de cartón

Cada pieza cuenta una historia distinta acompañada de “pequeños ganchos de magia”, como le nombra Martín a la ficha descriptiva adjunta a cada calaverita, que de manera poética describe el oficio o la costumbre que escenifica la protagonista de manera viva, colorida, alegre, jugando y bailando.

Miriam, originaria de Jojutla y licenciada en Diseño Gráfico, y Martín, nacido en Cuernavaca, narran que la idea nació de ver con preocupación que hoy en día se está perdiendo la costumbre de reunirse en familia para escuchar al abuelo o al padre platicar anécdotas que describan las costumbres, los oficios y los vestuarios de nuestros ancestros, por lo que decidieron incorporar elementos muy locales que platicaran esas historias.

Explica Martín, el artesano de oficio y rockero de corazón, que esta colección, la cual les llevó dos años de producción, está respaldada por una minuciosa investigación bibliográfica, fotográfica y oral que les fue narrada por ancianos de la región, quienes conocieron de primera mano la otra vida en Tamoanchan, un lugar mítico de las culturas mesoamericanas.

La cartonería, explica Miriam, es un oficio de paciencia y mucho detalle porque se trata de un proceso que no se lleva a cabo en partes, es una obra que se inicia y no se deja hasta verle el fin.

“Empiezas haciendo la estructura general del cuerpo, luego la vistes, le pones los accesorios, la pintas y la decoras. Es un proceso en el que cada pieza lleva alrededor de tres meses de trabajo, pero en realidad lo que lo alarga más es el tiempo entre proceso y proceso, porque se requiere del secado y armado escrupuloso”, explica la diseñadora gráfica multipremiada y egresada de la Universidad del Sol de Cuernavaca.

Por otro lado, afirma Martín, egresado del Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca donde por siete años estudió dibujo, pintura y grabado, que el trabajo familiar de cartonería realizado desde 1997 con el sello de Los Ramírez-Castañeda de Xoxocotla, Morelos, tiene una amplia gama de figuras como los alebrijes, muñecas de sololoy, remigios y calacas que han llegado a las salas de exposición del National Museum of Mexican Art en Chicago, del GoggleWorks Center for the Arts en Pennsylvania y del Instituto Smithsoniano en Washington DC.

Sin embargo, las calacas, por no tener barreras culturales y al ser México exportador de la fiesta de la muerte, “las elegimos como las embajadoras de la tradición morelense para que lleven este mensaje al mundo”, recalca el artesano.

La cartonería, explica Miriam, es un oficio de paciencia y mucho detalle porque se trata de un proceso que no se lleva a cabo en partes, es una obra que se inicia y no se deja hasta verle el fin

En cuanto a los “pequeños ganchos de magia” que acompañan a cada pieza, son textos que de manera conjunta construyeron poéticamente los Ramírez-Castañeda para hacer la muestra más atractiva y que propicie un recuerdo que nos conecte con nuestra raíz, con nuestra familia y sus costumbres.

Con la investigación bibliográfica y apoyados por la investigadora de arte popular Patricia Jiménez Pons, los artesanos están trabajando en un catálogo que compendia textos y fotografías de esta exposición y que esperan presentarlo a más tardar en tres meses.

Finalmente, los Ramírez-Castañeda adelantan que La otra vida en Tamoanchan tiene mucho más que mostrar, muchos personajes más por materializar, por lo que dejan en claro que más adelante, “esta historia continuará…”

Miriam y Martín han ganado en varias ediciones del concurso de Arte Popular Morelense, y han impartido talleres de cartonería en instituciones como el Museo de Culturas Populares de la Ciudad de México, La Cerería de Tlayacapan, escuelas y bibliotecas públicas del estado de Morelos, el Consejo Nacional de Fomento Educativo, la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, el Tecnológico de Monterrey campus Morelos, el Sistema Morelense de Radio y TV del Congreso del Estado, y en San Luis Potosí, para el centro cultural El cuco machorro.

En Estados Unidos han impartido talleres en Reading High School y GoggleWorks Art Center de Reading Pennsylvania, en el National Museum of Mexican Art de Chicago, Illinois, y Esperanza Center en San Antonio.

En cuanto a los “pequeños ganchos de magia” que acompañan a cada pieza, son textos que de manera conjunta construyeron poéticamente los Ramírez-Castañeda

La otra vida en Tamoanchan se exhibió hasta abril en el Museo Nacional de la Máscara en San Luis Potosí. Actualmente puede ser visitada en el Museo Morelense de Arte Popular, donde permanecerá hasta el 17 de noviembre acompañada de diversas actividades y talleres paralelos.