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Secretaría de Salud, las entidades de este sector y los gobiernos de las entidades federativas propondrán acciones para reducir la malnutrición y promover el consumo de alimentos adecuados a las necesidades nutricionales de la población

Aprueban reformas sobre etiquetado de alimentos

La Cámara de Diputados aprobó reformas y adiciones a la Ley General de Salud, para establecer que los alimentos y bebidas no alcohólicas deberán tener un etiquetado frontal donde se advierta de manera veraz, clara, rápida y simple sobre el contenido que exceda los niveles máximos de energéticos, azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio y los demás nutrimentos críticos e ingredientes.

El etiquetado frontal de advertencia es una herramienta de prevención y promoción de la salud pública que entra en una estrategia amplia, integral y basada en evidencia sólida

El dictamen, aprobado en lo general con 458 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones, modifica los artículos 2, 66, 111, 114, 115, 159, 210, 212 y 215. Precisa que las etiquetas o contra etiquetas deberán incluir información nutrimental de fácil comprensión, veraz, directa, sencilla y visible.

El documento, remitido al Senado de la República para sus efectos constitucionales, destaca como finalidad del derecho a la protección y promoción de la salud; así como la prevención de enfermedades. La promoción comprenderá: alimentación nutritiva, actividad física y nutrición.

Asimismo, en materia de higiene escolar, señala que corresponde a las autoridades sanitarias establecer las normas oficiales mexicanas para proteger la salud del educando y de la comunidad escolar, además de las acciones que promuevan una alimentación nutritiva y la realización de actividad física.

Indica que la Secretaría de Salud, las entidades de este sector y los gobiernos de las entidades federativas propondrán acciones para reducir la malnutrición y promover el consumo de alimentos adecuados a las necesidades nutricionales de la población y evitar productos que representen un riesgo potencial para el organismo humano.

Esa dependencia establecerá las necesidades nutrimentales que deban satisfacer los cuadros básicos de alimentos, evitando altos contenidos en azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio.

También considerará los tratados y convenciones internacionales en los que el Estado mexicano sea parte e incluyan aspectos del etiquetado y que se hubieren celebrado con arreglo a las disposiciones de la Constitución Política.

La mala alimentación está íntimamente relacionada hacia los consumidores, generando ambientes obesogénicos

Refiere que la acción de prevención y control de las enfermedades no transmisibles comprenderá la medida de difusión permanente de las dietas, hábitos alimenticios y procedimientos que conduzcan a “no exceder los máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio, con base en lo recomendado por la Secretaría”.

En los artículos transitorios se precisa que el Ejecutivo federal realizará las adecuaciones reglamentarias correspondientes, dentro de los 180 días posteriores a la publicación del decreto.

Al fundamentar el dictamen, la presidenta de la Comisión de Salud, diputada Miroslava Sánchez Galván, refirió que, de acuerdo con los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 34 por ciento de la niñez en el país, es decir, 3 de cada 10 niñas y niños, entre 5 y 11 años, así como 35 por ciento de los adolescentes entre 12 y 19 años padecen sobrepeso u obesidad.

Resaltó que esto es motivo de preocupación en virtud de que además de que esta enfermedad comienza a deteriorar la salud desde la infancia, existen estimaciones que indican que de seguir esta tendencia, uno de cada dos niños desarrollará diabetes a lo largo de la vida.

En el caso de los adultos, dijo, se da un escenario en el que 7 de cada 10, es decir, 71.2 por ciento de la población mexicana padece sobrepeso u obesidad; mientras que la diabetes mellitus, que en 2006 afectaba a 9.2 por ciento de la población mexicana, hoy ha alcanzado aproximadamente el 9.4, lo que equivale a más de 7 millones de personas.

Aseguró que el etiquetado frontal de advertencia es una herramienta de prevención y promoción de la salud pública que entra en una estrategia amplia, integral y basada en evidencia sólida. Diversos planes de acción internacionales incluyen la implementación de etiquetados frontales claros como un pilar fundamental dentro de una estrategia integral de salud pública.

Señaló que regular el etiquetado frontal de advertencia es una forma de hacer posible y accesible el derecho a la salud de los consumidores, ya que se reconoce que es la única fuente de información con la que cuenta el adquiriente en el punto de venta, por lo que es importante que éste sea capaz de localizar, leer, interpretar y comprender la información para tomar decisiones sobre lo que consume.

México es la nación con el mayor consumo de productos ultraprocesados en América Latina

En los posicionamientos, la diputada Carmen Medel Palma (Morena) expresó que, de acuerdo con la Secretaría de Economía, la atención de la obesidad y el sobrepeso le cuesta al Estado mexicano, el dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, alrededor de 372 mil millones de pesos. “Eso podría destinarse a otros rubros, si se previenen estas enfermedades”.

Indicó que la mala alimentación está íntimamente relacionada hacia los consumidores, generando ambientes obesogénicos. Por ello, se manifestó a favor de brindar una solución contundente que ayude a prevenir y combatir estos males que lastiman y aquejan a la población, porque han cobrado vidas. Con este etiquetado frontal, dijo, atendemos las recomendaciones internacionales y reconocemos el derecho a la salud y a la información.

De la misma bancada, la diputada Ana Patricia Peralta De La Peña mencionó que los productos que actualmente se compran en el supermercado utilizan un etiquetado con valores de referencia imprecisos y en muchas ocasiones erróneas, que no permiten que sean comprendidos por toda la población. Consideró que las etiquetas deben ir dirigidas a las madres y padres y no a un sector especializado del área nutricional.

Celebró que se cambie por ley a un etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas no alcohólicas, el cual, al ser más simple y menos técnico que el vigente permitirá la toma de mejores decisiones. El dictamen señala que los datos de las etiquetas y contraetiquetas responderán exactamente a la naturaleza del producto a través de una información nutricional de fácil comprensión, veraz, directa, sencilla y visible.

Martha Estela Romo Cuéllar, diputada del PAN, destacó que este nuevo esquema de etiquetado frontal que ya existe en otros países como Chile, permite que las personas que viven con diabetes, hiperglucemia, obesidad o con resistencia a la insulina, entre muchas otras enfermedades, conozcan que ese producto no es la mejor decisión porque puede elevar su glucosa. Este nuevo etiquetado advierte con mayor claridad el contenido del producto y de manera informada el consumidor podrá adquirirlo.

Denunció que el Paquete Económico 2020 no contempla un real y verdadero combate a estas enfermedades. “Si no se modifica el presupuesto para acompañar a esta excelente iniciativa, y se integra una verdadera cultura alimentaria desde las escuelas, así como una cultura deportiva y una promoción a la lactancia materna, el etiquetado de advertencia será solamente una muy buena intención. La salud de los mexicanos, más allá de los partidos políticos y colores, debe ser prioridad para todos”.

Por el PRI, la diputada Frinné Azuara Yarzábal precisó que es un tema que impactará positivamente en la salud de las y los mexicanos, pues el país vive una emergencia epidemiológica, dado que se han emitido dos declaraciones: una debido a la obesidad y otra por diabetes. El 45 por ciento de las muertes en el país se debe a estas enfermedades; México es la nación con el mayor consumo de productos ultraprocesados en América Latina, y el sobrepeso se ha convertido en el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles.

Por ello, dijo, son necesarias estrategias que permitan a los consumidores contar con más y mejor información sobre los alimentos que ingieren. Estos sellos, añadió, constituyen una política que ya ha sido implementada en países como Chile, que ha logrado una reducción de al menos el 20 por ciento del consumo de los productos excedidos en azúcares añadidos, sal, grasas trans y calorías totales.

El diputado Francisco Favela Peñuñuri (PT) resaltó que las ocho iniciativas dictaminadas tienen como objetivo proteger los derechos a la salud, a la alimentación y a la información de los consumidores, así como proveer de instrumentos jurídicos en el combate a la epidemia del sobrepeso y diabetes que ha sido declarada en el país. “Apoyamos este documento, ya que sienta las bases legales para la implementación de un etiquetado frontal de advertencia, con el fin de evitar al consumo generalizado de alimentos con altos contenidos en azúcares, grasas saturadas y trans, y sodio añadidos”.

Mencionó que esta medida debe acompañarse integralmente de la supervisión e intervención, transparente e imparcial, de instituciones como Profeco y Cofepris, para el control de los nutrimientos de los alimentos y bebidas que portan el etiquetado correspondiente. “Se está dando un paso de vital importancia para resarcir algunas de las principales dificultades nacionales”.

La diputada Ana Priscila González García (MC) indicó que las reformas tienen como objetivo proteger los derechos a la salud, alimentación e información de los consumidores, así como proveer de instrumentos legales para el combate al sobrepeso y diabetes.

Detalló que algunas de las finalidades del dictamen son la promoción de la salud y prevención de enfermedades; establecer que será facultad de las autoridades sanitarias realizar acciones e instituir programas para una alimentación nutritiva y la realización de actividad física, y considerar las necesidades nutricionales de la población.

El diputado Francisco Javier Saldívar Camacho (PES) señaló que más del 70 por ciento de los adultos mexicanos vive con sobrepeso y obesidad; 7 de las 10 principales causas de muerte están asociadas a la diabetes y enfermedades agudizadas del corazón.

Subrayó que la alimentación de los hijos no puede estar basada en productos chatarra y precisó que su grupo parlamentario ve de manera positiva el etiquetado de advertencia, ya que sirve para “proteger a quienes más queremos y también es una medida de ahorro para los altos costos médicos que genera a futuro”.

La diputada Frida Alejandra Esparza Márquez (PRD) aseguró que un etiquetado claro permite velar por el derecho a la información adecuada, a la salud y a la sana alimentación, ya que los niños podrán seleccionar de manera libre e informada el alimento que consumen y conocer lo que eligen. Enfatizó que es urgente que México no se quede atrás y se adopten estas medidas.

Reconoció que este etiquetado es el inicio de un nuevo rumbo en la concientización de la ciudadanía por prácticas alimentarias más saludables, donde sea una herramienta clave para combatir el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles.

El diputado Gerardo Fernández Noroña (PT) resaltó que la obesidad es generada en buena medida por la fructuosa que se usa en lugar del azúcar. “Deberíamos promover el uso de piloncillo y del azúcar mascabado. No solamente tiene que ver con la alimentación y creo que los etiquetados tendrían que ir más lejos, porque hay cosas que se presentan como alimentos y no lo son, son verdaderamente dañinos a la salud y tienen un consumo bárbaro”.

Por Morena, el diputado Arturo Hernández Tapia argumentó que el objetivo de la reforma es hacer de más fácil entendimiento el etiquetado de alimentos y garantizar con ello el derecho del acceso a la información, a fin de conocer lo que comemos. “El etiquetado frontal es una herramienta más, que en conjunto con todas las reformas que hemos aprobado en esta legislatura son parte de la estrategia integral de prevención y promoción de la salud pública”.

Ana Paola López Birlain, diputada del PAN, indicó que en México, 7 de cada 10 adultos y 3 de cada 10 niños presentan exceso de peso, lo que se traduce en enfermedad, discapacidad y muerte. En pocas palabras: menor calidad de vida. “Debemos trabajar por un cambio cultural que incentive y facilite a la ciudadanía estilos de vida más saludables, tanto en lo individual como en lo familiar, así como en lo escolar y lo comunitario. Vamos a decir, sí a las políticas que combatan la obesidad, el sobrepeso, la diabetes, pero no a la simulación”.

Rubén Ignacio Moreira Valdez, diputado del PRI, destacó que hoy se aprueba una disposición que pone un freno, no definitivo pero pequeño contra un marketing perverso que tanto daño ocasiona. Los carbohidratos y el azúcar son adictivos, a veces mucho más que algunas drogas hoy prohibidas. “Lo que votamos es la obligación de los empresarios de poner en las etiquetas de sus productos, según el caso: alto en azúcares, en calorías, en grasas y en sodios”.

El diputado Marco Antonio Adame Castillo (PAN) externó su preocupación de que este tema tenga vicios de partidización y quede en un manejo fáctico o mediático, “cuando se necesitan políticas públicas a favor de la salud de las y los mexicanos y no afectar a otros sectores. El tema es de educación y cultural, pues el etiquetado no es suficiente para resolver este problema. Hablemos de presupuesto, de planes y programas alternativos”.

La diputada Carmen Mora García (Morena) subrayó que la información contenida en las etiquetas influye en la elección de alimentos industrializados y puede hacer que las y los consumidores migren hacia alternativas más sanas en beneficio de salud y calidad de vida. Consideró que es la única fuente de información que tienen los consumidores en el punto de venta, por lo que es importante que sea fácil de localizar, leer e interpretar.

Por el PT, la diputada María Roselia Jiménez Pérez comentó que en la actualidad se comen muchos alimentos enlatados, carne de animales alimentados con clembuterol y alimentos a base de harinas, por lo que la sociedad debe cambiar los hábitos y comer sano, particularmente verduras y frutas.

La diputada Martha Tagle Martínez (MC) comentó que el dictamen es un importante paso para garantizar el derecho a la salud. “No es suficiente, pero es un paso que hay que dar” a fin de garantizar el derecho a la información y a la libertad de elegir de las y los consumidores, mediante el cambio en el etiquetado que ahora será frontal.

La diputada Ma. Guadalupe Almaguer Pardo (PRD) destacó que los etiquetados claros no son una medida prohibitiva sino informativa. Es decir, el acceso a los productos no se verá afectado. Tendrán el potencial de contribuir a una mejora en la calidad de los alimentos dirigidos a los sectores más vulnerables, pues ayudan a que los programas sociales también elijan mejores alimentos y bebidas para una vida saludable.

En tanto, la diputada María Rosete (PES) enfatizó que su grupo parlamentario está a favor del dictamen, con el fin de iniciar la batalla para disminuir los casos de enfermedades originadas en la mala alimentación y la falta de información adecuada, para que la gente pueda seleccionar de mejor forma los alimentos que consumirá y que, en la medida de lo posible, tenga menores consecuencias a futuro.

El diputado Víctor Adolfo Mojica Wences (Morena) resaltó que posibilita el ejercicio de los derechos humanos a la salud y a una adecuada alimentación. Sostuvo que esta propuesta constituye un parteaguas en materia legislativa porque da cuenta de la necesidad de perfeccionar la norma en esta y otras materias.

Por el PRI, la diputada Marcela Guillermina Velasco González señaló que con esta reforma se pondrá a disposición de los consumidores información de fácil comprensión, visible y real con el fin de que conozcan la cantidad de azúcares, grasas y sodio de un producto alimenticio.

La diputada Sonia Rocha Acosta (PAN) resaltó que es importante atacar este problema con medidas como estas reformas, pero también con presupuesto; reconoció que, si bien es un avance, hacen falta muchas cosas para que temas como éste sean una realidad y se disminuya, por lo que se deben aplicar recursos en este sector.

El diputado Javier Ariel Hidalgo Ponce (Morena) indicó que las reformas permitirán que las personas conozcan si un producto es alto en azúcares, sodio, calorías o grasas saturadas, lo cual significará un firme avance para que los consumidores tomen mejores decisiones sobre su alimentación.

En lo particular, se desechó la reserva presentada para modificar el segundo transitorio, y se avaló en términos del dictamen con 445 votos a favor, cero en contra y tres abstenciones