Por Juana Argueta Palacios

Los trabajadores del aviario de la Alcaldía Miguel Hidalgo, diariamente además de su higiene personal, antes y después de su jornada laboral, realizan limpieza y desinfección de las instalaciones y formación de equipos de trabajo en varios horarios para reducir contacto entre el personal que atiende a los más de 250 ejemplares de aves que viven allí.

El aviario se encuentra cerrado al público, por la pandemia de COVID-19, sin embargo, los animales necesitan de cuidados diarios y de un protocolo de atención.

Vanessa Villarreal, Directora de Medio Ambiente y Sustentabilidad, en entrevista con Prensa Animal precisa que en el aviario cohabitan alrededor de 250 ejemplares pertenecientes a diferentes ordenes como los Psittaciformes, Anseriformes, Passeriformes, Columbiformes y Galliformes, que son pericos, patos, cisnes, las denominadas aves de percha, palomas, tórtolas, entre otras.

El responsable del aviario, Armando Ávila afirmó que las especies que se tienen alli están clasificadas en peligro de extinción y destacan el jilguero, loro de cabeza amarilla, loro tamaulipeco, guacamaya roja y perico garganta amarilla, todas en categoría de amenaza.

Destacó que todas las especies mexicanas de vida libre se encuentran sujetas a protección, por lo tanto, está prohibida su captura y comercialización.

Por su parte, Marco Rodríguez, JUD de Atención Animal de la Dirección de Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Alcaldía Miguel Hidalgo, sostuvo que aunque el aviario es una UMA registrada y recibe ejemplares que decomisa Profepa en sus operativos, bajo el marco de la contingencia no ha recibido ninguno, por el momento.

Afirma que las aves son monitoreadas diariamente, si se detecta algún ejemplar que requiera atención médica, esta se le proporciona de manera inmediata.

Finalmente, Vanesa Villarreal, Directora de Medio Ambiente y Sustentabilidad envió un mensaje al público sobre la conservación de las aves, con miras al Día Mundial del Medio Ambiente:

“Son muchas las causas que han llevado al borde de la extinción a las especies mexicanas (flora y fauna), las cuales en conjunto forman parte de muchos procesos biológicos que mantienen un equilibrio ecológico. Al hablar de equilibrio ecológico, no se habla de un ejemplar «planta o animal» se habla de un todo. Cuando se extingue una especie o sacamos a un ave de su hábitat natural rompemos ese equilibrio alterando el ecosistema y esto repercute en los mismos seres humanos. Por lo tanto, se recomienda no fomentar ni formar parte del tráfico ilegal de especies mexicanas de vida libre”