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La sola maquinación de López Obrador al frente del Gobierno federal hará que México deje de importar el 99% de la gasolina Premium que se consume diariamente, un total de 119 mil 200 barriles

Columna / El Príncipe- AMLO no es renovable

Luis Alberto Alonso

La franca estupidez como cualidad inherente y por tanto siempre a la vista es tal vez la que más debe ser aplaudida en el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Este hombre incapaz de recurrir al auxilio de la plasticidad neuronal a fin de diseñar el trazo de un país hacia el futuro energético dentro del contexto mundial nos anclará en el fango de las energías no renovables. Es el precio a pagar por elegir como presidente a un fósil político.

El dueño y señor de Morena dice presentarse ante sus necios seguidores como la reencarnación del hacedor de la expropiación petrolera -uno de esos episodios de la falsa y grandilocuente historia romántica creada por el antiguo régimen- y con ello contar con la autoridad suficiente para prometer en julio pasado que “a mitad del sexenio dejemos de comprar las gasolinas en el extranjero”.

¡Ajá! La sola maquinación de López Obrador al frente del Gobierno federal hará que México deje de importar el 99% de la gasolina Premium que se consume diariamente, un total de 119 mil 200 barriles. Lo mismo pasará con los 211 mil 200 barriles de diésel que se importan todos los días para cubrir el 71% de la demanda nacional.

Con tal antecedente, ¿por qué sorprenden las declaraciones que este hombre durante la clausura del Mundial de Robótica 2018, realizado el pasado sábado? La necedad yace en la afirmativa de que “Tenemos que cuidar las energías no renovables, las energías fósiles; tenemos que heredar a las nuevas generaciones petróleo, gas y no derrochar esos recursos (…)” sin mirar al futuro de la industria.

De esta manera, la imagen de México frente a jóvenes de 192 países volvió a ser la de un país tercermundista que vive en los albores de los 70´s, década en que Estados Unidos entendió que depender de la gasolina como un motor de crecimiento económico sería un error.

Sin embargo, el tabasqueño afirma que con dar mantenimiento a seis refinerías que operan hoy a la mitad de su capacidad y la construcción de dos más, la meta es posible. Y tal vez lo sería si la industria automotriz se paralizara y comenzara a decrecer a límites insospechados.

Mientras tanto, en Europa la venta de automóviles a diésel y gasolina comenzará a ser prohibida en años próximos. Mientras tanto, la industria transita a los autos híbridos y eléctricos. Mientras tanto, las categorías de competición a nivel mundial como la F1, que pretende ser echada de México por Ana Gabriela Guevara, hacen uso exhaustivo de las energías alternativas.

Pero la utopía de López Obrador ha sufrido un revés del que los grandes medios no hablan y que los pejefans ignoran: en 2016 prometió que este mismo año se comenzarían a construir 5 refinerías porque, según él, “no vamos a vender petróleo crudo al extranjero”. Hoy la promesa se ha visto reducida a sólo dos refinerías como máximo.

De ahí que el siguiente descalabro ya fue advertido por la consultora Wood Mackenzie, desde donde se advirtió que la construcción de una sola refinería tomaría de 5-6 años con un costo de 12-16 mil millones de dólares. Tales cifras contravienen claramente los 3 años prometidos por AMLO y dispara los 6 mil millones de dólares previstos por Rocío Nahle, cifra que el mismo presidente electo elevó hasta los 8 mil 400 millones de dólares.

Tal es la nula planeación de la Cuarta Transformación encabezada por un hombre no renovable.

La última y nos vamos…

Esta mañana de regreso al ciclo escolar tiene poco para festejar porque cuando menos 52 escuelas de la Ciudad de México permanecen cerradas ya sea por los daños ocasionados por el sismo del 19 de septiembre de 2017 o por las labores de reconstrucción que aún continúan, porque la maestra Elba Esther Gordillo volverá a aparecer ante la opinión pública con un claro mensaje político.