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Siguen vigentes las demandas y el anhelo por un nuevo proyecto nacional, asegura Félix Hernández Gamundi, del Comité del 68

Con un minuto de aplausos por la juventud que luchó por la democracia, la Cámara de Diputados conmemoró los 50 años del Movimiento Estudiantil de 1968

El Pleno de la Cámara de Diputados conmemoró el 50 aniversario del Movimiento Estudiantil de 1968. Legisladores de Morena, PAN, PRI, PES, PT, MC, PRD y PVEM expresaron sus posicionamientos en presencia del rector de la UNAM, el director del IPN y el dirigente del Comité 68.

En Sesión Solemne, las diputadas y diputados, puestos de pie, otorgaron un minuto de aplausos en honor de la juventud que luchó por la democracia en 1968 y, enseguida, entonaron el Himno Nacional, en el recinto legislativo de San Lázaro.

En la conmemoración en la que se develó en el Muro de Honor la inscripción en letras de oro “Al Movimiento Estudiantil de 1968”

El diputado Pablo Gómez Álvarez (Morena) afirmó que dentro de la nueva transformación política de México y bajo el dictado del 1 de julio, es ineludible actualizar los propósitos de “aquel gran movimiento de la juventud intelectual de 1968”.

La impronta del movimiento ha sido fecunda, pero hay que admitir que no hemos logrado las libertades democráticas en todos los ámbitos, es escasa la democracia sindical, los cacicazgos siguen presentes, subrayó.

Además, la escuela mexicana es autoritaria y la democracia por la que se ha luchado en las universidades no florece todavía en la mayoría, sin exceptuarse de ese rezago las cunas del movimiento del 68: la Universidad Nacional y el Politécnico. Y la prisión política no se ha eliminado, hay cientos de presos y presas políticas quienes deben ser puestos en libertad.

Explicó que concretar la democracia por la que se luchaba hace 50 años no sería suficiente para responder a una sociedad más politizada y exigente. “Ya no bastan los mecanismos de la democracia formalista; cada vez son más necesarios los métodos participativos con los que la gente pueda proponer y objetar, decidir y derogar, elegir y revocar”, expresó.

El rector de la UNAM participó en la sesión solemne de la Cámara de Diputados, en la que se develó en letras de oro “Al Movimiento de 1968”

Por el PAN, el diputado Marco Antonio Adame Castillo, vicepresidente de la Mesa Directiva, afirmó que medio siglo después sigue siendo necesario esclarecer la verdad de lo ocurrido el 2 de octubre de 1968, ya que “aún no se hace justicia a las víctimas de la represión y porque no debe ocurrir un derramamiento de sangre por falta de diálogo y entendimiento entre quienes defienden opiniones políticas distintas”.

A 50 años de una tragedia que nunca debió ocurrir, es hora de mirar de manera objetiva y serena el pasado, para conocer la verdad y hacer justicia, y no volver a ser víctima de los excesos del autoritarismo e intolerancia, a fin de alcanzar y preservar la paz, y sean el camino a la reconciliación nacional.

El país está llamado a consolidar la democracia, libertad, diálogo y entendimiento, a desterrar la violencia y a emprender los cambios que permitan concretar los anhelos y sed de justicia de los jóvenes de aquella época y de todas las épocas.

“México debe ser un país para todos, cuyas diferencias no dividan, ni enfrenten, y donde la pluralidad sea la fuerza del consenso”. Convocó a una transformación que no asfixie la pluralidad con el autoritarismo, la crítica con la intolerancia, la participación con la represión y la justicia con la impunidad. Los capítulos oscuros de nuestra historia no deben paralizarn

El Director General del IPN arengó: ¡Para los caídos y participantes en el movimiento estudiantil de 1968, gratitud, honor y gloria!os ni atraparnos por siempre entre el fatalismo y la nostalgia, de la facción y la ficción. Cambiemos y avancemos.

Del PRI, la diputada María Alemán Muñoz Castillo afirmó que el Movimiento Estudiantil del 68 contribuyó a lograr un México libre e igualitario en años posteriores, pero es un acontecimiento que no debe repetirse. “Ese evento marcó la vida democrática del país; es un hito generacional que dejó profunda huella en nuestra historia”.

Consideró que en aquel suceso, al igual que hoy, los jóvenes representan a México. “Hoy todos podemos hablar u opinar y nuestros derechos están garantizados en las leyes. Nos expresamos sin censura para ser observadores y críticos”. Además, 30 millones de ese sector social tiene acceso a la educación superior y 4 de cada 10, forman parte de a algún organismo social.

El PRI, dijo, refrenda su compromiso con las causas de las juventudes, ya que el futuro nacional se logrará a través de sus nuevas generaciones y sus aspiraciones. Aseveró que a 50 años de esos sucesos, las instituciones se han transformado y el país ha aprendido de sus errores y dolores; por ello, es tiempo de permanecer abiertos al diálogo y la reconciliación.

El diputado Ricardo de la Peña Marshall (PES) señaló que se debe luchar por un país unido que permita crecer a todos como individuos y sociedad pensante, propositiva y coordinada. “El movimiento estudiantil de 1968 fue detenido violentamente pero no fue destruido, ni acabado; continúa en el tiempo, y a lo largo de los años su siembra ha dado buenos frutos 50 años después”.

Medio siglo ha pasado desde que el Movimiento Estudiantil de 1968 fue abruptamente frenado mediante la violencia en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco; esa plaza fue el sitio de martirio involuntario que ayudó a la creación del México actual. Si recordamos el pliego petitorio original y lo comparamos con los resultados obtenidos en ese momento, “este movimiento fue un fracaso”, ya que la destitución del jefe y subjefe de la policía, la indemnización a las víctimas, la supresión del cuerpo de granaderos y el castigo a los funcionarios responsables, no se obtuvo.

Hoy más que nunca podemos decir que el 2 de octubre no se olvida y la presencia del movimiento estudiantil del 68 en letras de oro en este recinto nos permite recordar “nunca más, nunca más a la violencia sin sentido, a la imposición del orden o a un gobierno que agrede a su pueblo impunemente”, argumentó.

Por el PT, el diputado Óscar González Yañez señaló que 1968 fue un año de exigencia de libertad contra el autoritarismo en el mundo, pues se protestó por el asesinato de Martin Luther King, contra la opresión de la Unión Soviética en Checoslovaquia, contra la muerte de niños en Biafra, en contra de la intervención de EU en Vietnam. “Los jóvenes mexicanos estuvieron a la altura de la historia, revelándose contra el gobierno autoritario y represor”.

Señaló que el hecho de recordar algo “que quiso ser silenciado” es un acto de rebeldía, para vivir el futuro y no para decirle a un pueblo que no habrá justicia.

“No es sólo medio siglo, son más de 50 años de lucha de hombres y mujeres que han entregado su vida a México, más de 50 millones de pobres generados por el modelo económico neoliberal, de ser realistas y luchas para hacer de lo imposible posible”, expresó.

Representa un parteaguas en la historia de México, afirma titular del IPN, Mario Alberto Rodríguez

Esta experiencia, continuó, generó diversas líneas de transformación en nuestra sociedad, guerrillas urbanas y rurales, la integración de estudiantes y profesionistas al pueblo en el campo, y los comités de base en las ciudades, a fin de continuar la movilización.

En voz del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, el legislador Alberto Esquer Gutiérrez, afirmó que los jóvenes del 68 levantaron banderas, lucharon en contra de la corrupción y a favor de la libertad de expresión, además mostraron que la independencia debe estar por encima de cualquier partido, dictadura y organización.

Puntualizó que el movimiento estudiantil está vivo y reconoció el trabajo del Comité de las Universidades e Institutos, al tiempo que los invitó a seguir luchando juntos para cambiar la vida del país. “Sí podemos enderezar la reforma educativa. Llegó el momento y la hora de que todos le demos la oportunidad a México de ser una patria libre y soberana”.

Dijo que hoy, los legisladores tienen que honrar el legado del 68 con trabajo, con la transformación del país, con la lucha contra la corrupción, y respetando la libertad de expresión, transparencia y desigualdad.

El diputado Mauricio Toledo Gutiérrez (PRD) expresó que esta fecha no sólo se recuerda el Movimiento Estudiantil de 1968, con su valentía, rebeldía y dignidad, “sino también la lucha contra el Estado autoritario, dictatorial, que callaba las voces de estudiantes y sociedad”. Propuso que con las facultades de la Cámara de Diputados y del próximo Presidente de la República, se elimine por decreto cualquier nombre de Díaz Ordaz en el país.

Dijo que no se pueden permitir, nunca más, crímenes de Estado, ni la violación a derechos humanos. Anunció que se llevará una querella al Tribunal de La Haya, Holanda, para denunciar a los genocidas de 1968. “Esos delitos no prescriben. Lo llevaremos a los máximos tribunales a nivel internacional y coadyuvaremos con el próximo gobierno para esclarecer los asesinatos de estudiantes y gente que violó los derechos humanos”.

Pidió luchar por la patria que, con valentía y dignidad, construyeron esos jóvenes, por lo que su grupo parlamentario impulsará leyes y presupuestos que luchen contra el porrismo e injerencias que busquen privatizar la educación pública, gratuita y popular. “La mejor forma de honrar el Movimiento Estudiantil del 68 es que todos, sin diferencias, y construyendo coincidencias, pugnemos a favor del pueblo, contra la desigualdad, la pobreza y la marginación”.

El diputado Jesús Sergio Alcántara Núñez (PVEM) sostuvo que el 2 de octubre es una fecha que invita a reflexionar sobre la participación de los jóvenes en la vida política, por lo que oír la voz de ellos “es fundamental para enriquecer la política democrática y el debate público en el país”.

Subrayó que si bien en las últimas décadas se ha avanzado por atender las demandas de la juventud al implementar estrategias educativas y de inclusión al mercado laboral, éstas no han sido del todo eficaces. “Es tiempo de permanecer abierto al diálogo, no podemos revindicar una transformación del país sin incluir su visión y compromiso en la participación democrática de la nación”.

Recordó que la juventud de 1968 buscó que se diera pleno respeto de ejercer la libertad en todas sus expresiones, a través de la resistencia valiente y decidida para disentir aquello que acotaba sus sueños de construir un mejor país. “Hoy existen más de 30 millones de jóvenes, dos de cada 10 trabajan en dependencias gubernamentales, tres en la iniciativa privada y dos militan en un partido político, por lo que es necesario destacar su valor, pues en esta etapa son depositadas las esperanzas de un mejor México y futuro”.

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers, afirmó que el Movimiento del 68 fue determinante en la transformación de los procesos políticos y sociales de nuestro país, modificó el rostro de nuestras expresiones culturales y vitalizó la creación artística, científica, literaria, académica e intelectual de México.

El Movimiento Estudiantil, dijo, si bien no fue el inicio del México contemporáneo, “sí fue el gran punto de inflexión que dio lugar a una serie de ciclos de movilizaciones ciudadanas cuyo aporte democrático nos lleva al México actual”. A 50 años, continuó, “aún no estamos exentos de crímenes abominables que no han tenido una explicación satisfactoria, y sabemos que vivimos inmersos en una mayor violencia e inseguridad”.

Hoy hace 50 años, a las 6.15 de la tarde, en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, “sucedió una masacre cruel e inexplicable” y “la atrocidad fue minimizada”. Detalló que las escazas imágenes de lo acontecido que circulaban en algunos medios, eran dolorosas, indignantes y lacerantes. Y se culpaba de los hechos a estudiantes revoltosos y a intereses políticos internacionales.

Por más comisiones de la verdad que se han creado, indicó, “nunca han quedado claras ni las razones, ni el número de muertos habidos, y muy probablemente, nunca lo sabremos con certeza y precisión”. Pero lo que sí se supo a partir de ese 2 de octubre, es que México se había roto, que algo terrible había sucedido y que no debería jamás volver a suceder.

Enfatizó que el movimiento dejó a la UNAM la certeza de su autonomía, entendiéndola como la capacidad de “autogobernarnos y autorregularnos determinando nuestros propios fines y los medios académicos para lograrlo”.

El director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Mario Alberto Rodríguez Casas, afirmó que este acto es un justo reconocimiento a las mujeres y hombres que lucharon por las libertades democráticas, por un mejor país, en el que puedan expresarse una pluralidad de voces. Sin duda, dijo, “el 2 de octubre ha tenido enormes repercusiones en la vida nacional, y representa un parteaguas en la historia de México por la cuantía incalculable de su legado”.

Recordó que el Movimiento de 1968 inició con una manifestación contra la represión; trascendió hasta convertirse en un hecho político de alcances nacionales y desencadenó el nacimiento de “una sociedad más madura y consciente del valor de sus derechos, sobre todo, el derecho ineludible a la libertad de expresión”.

Indicó que la lección que los estudiantes de 1968 dejaron a México continúa haciendo eco en la memoria y en la conciencia de todos. “Cincuenta años después somos testigos de la evolución de la vida política de nuestra nación. Tenemos diversidad política, alternancia, instituciones ciudadanas, libertades que no soñábamos, tolerancia y respeto por los que piensan diferente”.

Sostuvo que “el camino no termina aquí, tampoco hay marcha atrás. El Estado mexicano debe mantener un proyecto nacional donde toda la sociedad encuentre posibilidades de un desarrollo más dinámico y equitativo. Sus instituciones requieren de una legitimidad social condicionada a una mayor transparencia, eficacia, eficiencia, así como a resultados tangibles”.

Afirmó que el Politécnico se actualiza y trabaja en un modelo educativo acorde a los desafíos científicos y tecnológicos de la sociedad del conocimiento y de la Cuarta Revolución Industrial, e irá de la mano con el Estado mexicano para mantener su liderazgo en la educación e investigación tecnológica que México requiere.

Fue determinante en la transformación del país: Enrique Graue, rector de la UNAM

El representante del Comité 68, Félix Hernández Gamundi, indicó que a 50 años de esos acontecimientos no se sabe con certeza el número de víctimas fatales provocadas por las balas del Ejército, y afirmó que el 68 es un caso emblemático, pues nunca las cosas volvieron a ser iguales y nunca volverán. Además, “las demandas siguen vigentes y se expresen en un anhelo por un nuevo proyecto de país, una forma distinta de gobernar sin autoritarismos”.

Reclamó el fin de la impunidad que “como un látigo golpea a la Patria, la misma que hoy está de pie clamando porque la justicia nos alcance para construir un país de iguales en democracia y en libertad”. Añadió que en las pasadas elecciones la gente votó por un cambio de régimen político y de modelo económico y la pacificación inmediata del país, pero esto sólo podrá alcanzarse mediante la acción organizada de los mexicanos y un nuevo equilibrio entre los poderes que obliguen a la puntual rendición de cuentas y a un nuevo sistema de impartición de justicia.

Hoy, dijo, es el tiempo de la justicia y externó su agradecimiento por este gesto de la Cámara de Diputados. Hizo un llamado para sumar esfuerzos y lograr la reapertura de los procesos en contra de los genocidas de 1968, 1971 y la Guerra Sucia; por la presentación con vida de los 43 jóvenes de Ayotzinapa y castigo a los culpables; restablecimiento de la Fiscalía Especial para investigar los delitos del pasado; por la apertura de los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional que contienen todos los datos de la actuación militar en diversos actos genocidas

También, justicia para todos los grupos sociales hoy agraviados y no más víctimas de violencia del Estado; reformas al Poder Judicial para lograr romper la impunidad y ponerle un alto a la corrupción y a los signos que degradan la vida política nacional. “Por el derecho a la justicia, la memoria, la reparación del daño y la garantía de la no repetición de los hechos de agresión en contra del pueblo. Por un México de iguales, en paz, con libertad y en democracia plena, 2 de octubre, no se olvida. Viva México libre, independiente y soberano”, afirmó.