Por https://www.milliondollarvegan.com/es/

Las plantas, animales y microorganismos que habitan en los mares, océanos, bosques y selvas conforman los diversos ecosistemas de nuestro planeta. Esta diversidad biológica -o biodiversidad- es la que genera un equilibrio entre las especies y desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la vida, tal como la conocemos. 

Conservar la diversidad biológica colabora a la supervivencia de los seres humanos, dado que de ella depende la obtención de alimentos vegetales, agua y materias primas. Hoy, esa biodiversidad está en peligro.

El uso descontrolado de los recursos naturales, la destrucción de hábitats, la contaminación del medioambiente y, por consiguiente, los efectos del cambio climático son algunos de los factores que impactan en la biodiversidad y generan la extinción de especies.

Según el informe “Planeta Vivo 2020” del Fondo Mundial para la Naturaleza, las poblaciones globales de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces sufrieron una disminución de 68% desde 1970. En América Latina, la cifra escala a un 94%, con la degradación del hábitat natural y la deforestación como las dos principales causas de esta drástica realidad, estrechamente ligadas al consumo de animales.

“Necesitamos un 75% menos de tierra cultivable para alimentar a una población de personas que  se alimentan a base de vegetales que a una que come carne. Cuando elegimos una alimentación basada en plantas, no solamente podemos alimentar a más personas con menos tierra sino que también podemos permitir que la naturaleza se recupere: los bosques podrían volver a crecer y las poblaciones salvajes podrían florecer de nuevo”, reflexiona Jessica González Castro, gerenta de Campañas de Million Dollar Vegan en México, organización internacional sin fines de lucro que busca presentar los beneficios de una alimentación a base de plantas para la salud, el medioambiente, la sustentabilidad y los animales.

La pérdida de biodiversidad también incrementa la aparición de enfermedades infecciosas de origen zoonótico, como el ébola, la gripe aviar y el COVID-19. Los seres humanos y la naturaleza formamos parte de un sistema conectado.

Las abejas, aliadas en esta cruzada

Como explica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el 75% de los cultivos a nivel mundial dependen de la polinización. Las frutas, hortalizas y semillas que se consumen diariamente existen gracias a la población de polinizadores, como las abejas. Sin embargo, debido a la utilización de sistemas agrícolas agresivos que destruyen su hábitat natural, las granjas apicultoras, el uso de plaguicidas y el cambio climático, las abejas están desapareciendo.

Esta situación es, como mínimo, alarmante ya que la polinización cumple una función crucial en la reproducción de diversas plantas; es un pilar esencial para el mantenimiento de la biodiversidad en la Tierra.

“Las abejas crean la miel y otros derivados para su uso y supervivencia. Estos productos, como cera de abeja, jalea real o propóleos siempre se venden como naturales y con beneficios para nuestra salud, pero estas sustancias son fundamentales para la colmena y apropiarse de ellos significa privar a las abejas de su alimento y recursos, lo que colabora a la pérdida de biodiversidad”, explica la vocera de Million Dollar Vegan en México.

La ONU estima que en 2025 la población mundial aumentará en 2000 millones de personas, pero ¿habrá alimentos suficientes para todas las personas? El futuro dependerá del compromiso que adopten las sociedades, con hábitos de consumo sustentables y amigables con el planeta y todas las especies que lo pueblan.

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