PETA Latino envió a la familia Urbáez una canasta de obsequios llena de golosinas para perros, refrigerios veganos, chocolate y productos de higiene personal.

La familia Urbáez viajó a través de 10 países con su perro, Max, para buscar asilo en los EE. UU., donde ahora están a salvo juntos en un refugio en Brooklyn.

La familia venezolana tardó dos meses en viajar desde Perú a Nueva York —un viaje que incluyó cuatro días de caminata por la jungla y muchas noches durmiendo sobre cartones— y aunque conductores de autobuses se negaron a transportarlos y funcionarios fronterizos y administradores de albergues rechazaron a Max, la familia logró mantenerlo con ellos en cada paso del camino.

“Los perros también son miembros de la familia, y la familia Urbáez hizo un esfuerzo increíble al proteger a Max durante su arduo viaje hasta Brooklyn, nadie debería de verse obligado a abandonar a su animal de compañía bajo ninguna circunstancia”, dice Gabriel Ochoa, Gerente de Comunicaciones de PETA Latino. “PETA Latino se complace en dar la bienvenida a esta dedicada y amorosa familia a EE.UU,”.

Los esfuerzos previos de las entidades de PETA y PETA Latino para ayudar a los refugiados han incluido el envío de abrigos de piel a los campamentos de refugiados en el norte de Pakistán durante una helada invernal, la coordinación de la entrega de 44.000 libras de comida para perros y gatos a los refugios de animales en Ucrania, la distribución de helado vegano y leche de soya a las familias en Texas en la frontera con México, y el transporte de frutas y verduras a un grupo sin fines de lucro con sede en Tucson que ayuda a inmigrantes en el sur de Arizona.

PETA Latino invita a todos a considerar donar alimentos veganos, suministros para animales de compañía y otros elementos esenciales a sus organizaciones locales de apoyo a refugiados.