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El contacto con ellos reduce el estrés, baja la presión sanguínea y mejora la calidad de vida de personas con enfermedades cardiovasculares, afirmó Ylenia Márquez, de la FMVZ de la UNAM

Juegos mentales para entretener a animales de compañía en casa

Para evitar que perros y gatos se estresen al permanecer más tiempo en casa durante la contingencia sanitaria por la COVID-19, una opción es idear juegos interactivos relacionados con su actividad mental, como enseñarles trucos o entrenarlos, afirmó Ylenia Márquez Peña, responsable del área de Urgencias y Terapia Intensiva del Hospital Veterinario de Especialidades de la UNAM.

Organismos internacionales de salud veterinaria han señalado que perros y gatos no representan un riesgo relacionado con la COVID-19, remarcó

“Se les pueden enseñar algunos trucos, darles órdenes como: sentado, echado, quedarse quieto, o en las que pongan en juego su olfato. Hay muchos tutoriales en Internet, pueden hacer uso de ellos y pasar buenos momentos”, dijo la académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ).

Los gatos también son susceptibles a los cambios de hábitos y rutina, y pueden ser entrenados. “Quizá están acostumbrados a que nos vamos y los dejamos en casa, pero al estar allí todo el día, se sienten invadidos y pueden estresarse”, detalló.

Una alternativa es generar actividades con las que pasen buenos momentos y ayudar a disminuir el estrés ocasionado por el encierro. “El contacto con los animales reduce los niveles de hormonas asociadas al estrés, baja la presión sanguínea y en general mejora la calidad de vida de quienes sufren enfermedades cardiovasculares. Podemos acariciarlos y cepillarles el pelo”, sugirió Márquez Peña, especialista en medicina y cirugía de perros y gatos.

Llamó a estar atentos a los cambios de comportamiento de las mascotas, pues pueden ser signos de estrés; por ejemplo, que quieran morder o arañar, que se escondan en un lugar y no quiera salir a comer, orinar o defecar.

“A los animales de compañía los puede estresar un niño inquieto, que sea brusco con sus movimientos o manipulaciones; inmediatamente vamos a ver que huyen de él para esconderse. Hay que tener cuidado, alejar al pequeño para que no sea lastimado, dejar que se tranquilice el animal y explicarle al pequeño lo que está sucediendo y que debe modificar su comportamiento. Como adultos debemos supervisar esas interacciones, y si hay dudas sobre su comportamiento, llamar al médico veterinario y pedir asesoría”, subrayó.

Durante la pandemia de COVID-19, Márquez Peña pidió reforzar las medidas de higiene como lavarse continuamente las manos.

La especialista de la UNAM dijo que el miedo es una herramienta que nos ha hecho evolucionar como especie, algo nato que tiene como objetivo salvarnos. “Si nos da miedo enfermarnos, sigamos todas las reglas que nos recomiendan”.

Sin riesgo para la salud de las personas

La Organización Mundial de la Salud, la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales y otros organismos internacionales han determinado que los perros y gatos no representan un riesgo relacionado con la COVID-19, subrayó la universitaria.

Llamó a estar atentos a los cambios de comportamiento de las mascotas, pues pueden ser signos de estrés

“No se ha demostrado una infección, que el virus ingrese y genere una respuesta en su sistema inmune, que se enfermen o presenten signos asociados con la COVID-19, o que sean un factor de transmisión; tampoco se ha encontrado una relación entre contagios y presencia o convivencia con perros o gatos”, aseveró.

Finalmente la maestra en Medicina Veterinaria, adscrita al Departamento de Medicina, Cirugía y Zootecnia para Pequeñas Especies, aclaró que la familia de coronavirus es muy amplia y los perros y gatos tienen padecimientos causados por algunos de ellos, que son como “primos” del SARS-Cov-2, pero ninguno de éstos puede generar alguna enfermedad en seres humanos.