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Es el primer prototipo de una nueva generación de detectores espaciales de rayos cósmicos de ultra-altas energías

Participa UNAM en creación y lanzamiento de Mini-Euso

La UNAM participó en el desarrollo y lanzamiento de un instrumento de observación que explorará fenómenos atmosféricos de los que se sabe poco (sprites y elves) y recabará información sobre cascadas atmosféricas iniciadas por rayos cósmicos de ultra-altas energías.

El instrumento final será un gran telescopio que inaugurará una era en la observación de las partículas más energéticas del Universo

Se trata del primer prototipo orbital de una nueva generación de detectores espaciales de rayos cósmicos de ultra-altas energías. El instrumento final será un gran telescopio que inaugurará una era en la observación de las partículas más energéticas del Universo.

“Con estas misiones además de participar con investigaciones en la frontera del conocimiento en física y astrofísica, generamos oportunidades únicas para que los alumnos de la UNAM desarrollen proyectos concretos y relevantes en tecnología e ingeniería espacial, en un contexto internacional de cooperación con importantes agencias espaciales”, afirmó Gustavo Medina Tanco, responsable del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), del Instituto de Ciencias Nucleares de esta casa de estudios.

El LINX trabaja en diversos proyectos, y en Mini-EUSO la aportación ha sido muy efectiva a nivel de física experimental. Fue lanzado recientemente en una misión experimental a la Estación Espacial Internacional (ISS), como carga secundaria del cohete ruso Soyuz-2, dijo.

“Es una plataforma única de formación de recursos humanos, y también contribuirá a desarrollar infraestructura en el ámbito de instrumentación orbital”, concluyó.

Mini-EUSO (Multiwavelength Imaging New Instrument for the Extreme Universe Space Observatory) es resultado de una alianza internacional en la que participan 83 institutos de investigación, entre ellos el LINX de la UNAM, y más de 600 investigadores de México, Italia, Japón, Estados Unidos, Rusia, Francia y Polonia.

La producción y puesta en órbita de este instrumento fue posible con el apoyo y coordinación de las agencias espaciales Roscosmos, de Rusia, y ASI, de Italia.