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Asegura que mantener este sistema no es costoso: “Ahora sí que el servicio nos lo pusieron en bandeja de oro, no cuesta absolutamente nada, simplemente hay que tener buena voluntad”

Petronilo cosecha sus primeros 6 mil 600 litros de agua de lluvia

Petronilo Moreno Nicolás vive en la colonia Campestre Potrero, alcaldía Iztapalapa, y a partir de junio ya cosecha el agua de lluvia. El agua que obtiene la utiliza para las cuestiones más necesarias en su hogar como: bañarse, lavar trastes, ropa, trapear y también para regar las plantas. En mes y medio, ha logrado captar 6 mil 600 litros de agua que le han permitido mejorar su economía familiar.

Asegura que mantener este sistema no es costoso: “Ahora sí que el servicio nos lo pusieron en bandeja de oro, no cuesta absolutamente nada, simplemente hay que tener buena voluntad”

 “Ahora sí que empezamos a abrirle al grifo, caray, qué cosa tan maravillosa de obtener agua del cielo, a través de este gran sistema. Aquí, en su pobre casa, tenemos muchas plantas y gracias a esta agua permanecen completamente verdes, llenas de vida. La utilizamos para muchos beneficios y si la necesidad nos obligara a futuro ¿por qué no?, también la podríamos beber con un tratamiento más especial. Considero que más no le podemos exigir a la naturaleza”, manifiesta Petronilo.

Detalla que para empezar a utilizar el agua que cae del cielo primero tuvo que dejar pasar las primeras tres lluvias.  “Ya en la cuarta lluvia, que fue un aguacero con buena dimensión, empezamos a darle buen servicio a la azotea, la limpiamos, la exploramos y de una y otra forma nuestra azotea quedó lista, limpia para captar el agua de lluvia, así comenzó todo”.

Señala que en la colonia Campestre Potrero el agua llega cada 15 días pero ya con esta modalidad de cosechar el agua de lluvia, con este tinaco que tenemos a la vista de la casa se ha solucionado gran parte del problema a la casa y francamente a la fecha ya no he carecido de agua. Ahora que estamos en temporada de lluvia, la captación es sumamente suficiente en este hogar”.

Petronilo Moreno reconoce que vivir sin agua es doloroso. Hace años que llegó a la Sierra de Santa Catarina y antes sólo había una toma de agua a cierta distancia: “Le agradezco mucho a mi esposa que en aquel entonces tenía que viajar a casi 400 o 500 metros para ir a lavar en esa toma de agua, luego vino el servicio de la pipa y ahí batallábamos porque sacábamos el tambito, que la cubeta, la tina y de esa manera es como sobrevivíamos. La familia sacaba adelante la cuestión de la lavada de los trastes, de la ropa y cosas por el estilo pero francamente se sufrió demasiado”.

Además tenía que hacer uso de las pipas de agua que, por años, impactó en la economía familiar. “Uno no tiene los centavos y aunque la pipa decía que era gratuita, los conductores hacían su agosto vendiéndonos el agua. Se pagaba por obtener cierta cantidad de agua, caray, en aquellos entonces”,  lamenta Petronilo.

Precisa que hace tres meses, en su colonia, el Gobierno de la Ciudad, a través de la Secretaría del Medio Ambiente capitalina, empezó a colocar sistemas para captar el agua que cae del cielo a vecinos interesados en tener esta tecnología.

 “Fuimos a la primera plática y nos llevamos nuestros documentos, a raíz de eso salí agraciado, nos dijeron que el proyecto iba muy en serio y la sorpresa más grande fue que en menos de 20 días ya lo tenía instalado aquí en mi casa”, comenta el iztapalapense.

Petronilo Moreno reconoce que vivir sin agua es doloroso. Hace años que llegó a la Sierra de Santa Catarina y antes sólo había una toma de agua a cierta distancia

Asegura que mantener este sistema no es costoso: “Ahora sí que el servicio nos lo pusieron en bandeja de oro, no cuesta absolutamente nada, simplemente hay que tener buena voluntad”.

Por ello, invita a los habitantes de Iztapalapa y Xochimilco a que se acerquen a las pláticas comunitarias en las que se explica los beneficios del sistema para cosechar el agua de lluvia y lo más importante que hagan conciencia de que el agua no se desperdicia. “Una gota hay que defenderla a capa y espada, en este caso considero que la población, la gente, deber hacer conciencia porque algún día el destino nos va a alcanzar y no vamos a tener esa gota que tanto deseamos”.